Te amo, pero ¿Tú me amas a mí?

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Al día siguiente investigabas a aquella mujer en su escondite nuevamente

-Muy bien no hemos podido encontrar a Joseph....

¿Quién era ese tal Joseph? Tenías que investigar

-He investigado y supongo que cambió su nombre y ubicación y se encuentra en (lugar de origen) pues no hay registros de Joseph de Castilla por aquí donde se supone es su base

Joseph de Castilla, que nombre tan raro, a leguas se veía que era falso, pero ¿Qué vínculo tenía con los templarios? ¿Acaso era un aliado en potencia? ¿Acaso era un hombre retirado de la hermandad?

-Me parece que tengo que regresar a investigar quien el tal Joseph puede que obtenga información de él- Pensaste.

-Creo que tengo una idea ¿Qué tal si vamos a donde se cree que está escondido y obtenemos información de él a costa de lo que sea?

No, de ese lugar provenías tú y vivía tu familia ¿y si le hacían algo a tu familia al saber que tu padre era un ex templario? ¿Y si el no daba información alguna y asesinaban a tu familia? ¿Y si los templarios descubrían algo de los asesinos?. Bueno mucha paranoia por el momento. Tal vez ni siquiera localizarían a tu familia o la tocarían ya que la esposa de tu padre era de sangre noble de España, los templarios no querrían entrar en un conflicto así.

-Buena idea, partiremos temprano mañana. Ahora tenemos que planear lo que queremos hacer, para empezar por el momento no hay que involucrarnos con gobernantes que sabemos que son poderosos y...

No había tiempo de quedarse a escuchar más, necesitabas moverte y rápido. En cuestión de unas pocas horas estabas ya en la casa de la hacienda Davenport.

Al parecer no había nadie a la vista, así que bajaste rápidamente al sótano. Buscaste el libro de asesinos y templarios y ¡oh sorpresa!

Joseph de Castilla

Asesino latino que ayudó en las colonias tanto norteamericanas como centroamericanas y latinoamericanas. Gran aliado en potencia, colaboró con otra mujer asesina de la cual se desconoce su paradero, ayudando a mucha gente, no solo en Estados unidos, ayudó en gran nivel combatiendo templarios en todo el continente americano. Actualmente se desconoce su ubicación y si realmente sigue vivo. Colaboró con Aquiles Davenport siendo grandes amigos y aliados.

No, no podría ser cierto. Tú sabías que tu padre había colaborado cuando era asesino con demasiada gente. Sabías que había liberado varías colonias de esclavos en toda Latinoamérica pues él te lo contó, sabías que Aquiles y él tenían una relación muy estrecha en cuanto a la hermandad. Sabías que él y tu madre habían trabajado juntos, no podía ser cierto, estaban buscando a tu padre y ahora todo encajaba por eso irían a donde tu familia se encontraba, habían dado con su paradero y entonces las personas que buscaban a un tal Joseph en la hacienda Davenport hace unos días trabajaban para los templarios y buscaban a tu padre. Ojalá todo fuera un sueño.

-No puede ser...

-¿Qué estás haciendo aquí?- Una voz detrás de ti con un ligero tono de molestia, era Connor en las escaleras del sótano.

-Déjame sola Kenway- Dijiste de espaldas a él. Nunca habías llamado a Connor por el apellido de su padre, eso querría decir que estabas realmente enojada con él, no querías verlo o simplemente había demasiadas cosas en las que pensar como para lidiar con los celos producidos anteriormente.

-¡No me llames por ese nombre!- Connor bajó las escaleras colocándose justo detrás de ti. La voz de Connor se agravó mucho más.

Volteaste a ver a Connor a los ojos -¿A sí? ¡Pues ve con Aveline a llorar, tal vez ella te consuele y te haga olvidar quien eres en verdad, porque eso eres, al final de todo eres un Kenway quieras negarlo o no!- lo señalaste con el dedo índice en el pecho. Ahora sí definitivamente la pelea había comenzado.

No necesito un salvador, necesito un amigo. (Connor Kenway x lector)Where stories live. Discover now