03: falling

613 24 2
                                    

Adrien

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Adrien

Otro día normal. Me desperté, alisté y bajé a desayunar. Solo para variar. Poco después la limocina me esperaba. Toda la rutina del día a día se repetía hoy. Vi desde mi asiento a Alya, Marinette y Lila. Sonreí al ver a la azabache tan feliz, alegre por naturaleza, jugueteando con sus amigas.

– Joven, hoy tiene la tarde libre. – asentí con la cabeza, fijo en la jovencita ojiazul. Por algún motivo, ahora podía ver la belleza de mi amiga. Me sentí tan ciego, como nunca antes.

– Gracias Nathalie, adiós. –bajé del vehículo y me dirigí a las chicas mientras esperaba a Nino. – ¡Hola!

Hola, rubio.

– Hola Adrien. – Marinette hizo un saludo con la mano y se escondió detrás de Alya. Realmente, no supe como interpretar eso.

Chicas, ¿me prestan a Marinette un momento? – incliné la cabeza hacia un lado para verla, sus mejillas sonrojadas iluminadas por una sonrisa nerviosa.

– Toda tuya. – agarró a Mari por los hombros y la dejó al frente a mi.

Gracias, son solo unos minutos. –tomé su mano con cierta delicadeza y comencé a caminar hacia el patio. Allí habría donde sentarnos y hablar.

Marinette

Oh por Dios, ¡me tomó la mano!

Mm... ¿A-adrien?

¿Si?

– ¿A d-dónde va-vamos?

– ¿No te has dado cuenta de qué cuando le cuentas tus planes a alguien externo a la situación, quien sea, no resultan bien? Por eso prefiero que hablemos en privado.

Entiendo, pero el patio no es tan... Privado que digamos.

– Hay suficiente ruido para que nadie escuche. Sólo serán unos minutos. – Caminamos en silencio hasta unas bancas algo lejanas, aunque dentro del espacio patio. – Tengo la tarde completa libre y realmente, espero que pasemos juntos gran parte del tiempo. Dudo que un helado sea suficiente, así que podríamos hacer otros planes. Haremos lo que tu quieras, incluso podríamos ir a un parque y ver las formas de las nubes, o podría ayudarte con tus diseños. Quizá una vuelta por la torre no estaría mal, para una buena vista del atardecer. Visitar los juegos suena excelente, ¿qué dices?

Contigo, todo. – murmuré embobada por la perfección de esto. Se veía tan emocionado con la tarde que incluso ya me sentía divertida. – Quiero decir, yo... Será una salida maravillosa, Adrien. Podemos hacer todo lo que dijiste o lo que sea, estará bien, pero me gustaría pasar a cambiarme antes de ir y de paso, podemos pedir algunos dulces para comer mientras caminamos.

Oh, eso sería estupendo. Entonces, tenemos una cita.

Exacto, ¡nos vemos en el salón! –me di la vuelta y me dirigí a las chicas dando saltitos de alegría. – ¡Chicas!

¿Qué pasó?

– Yo, Adrien, helado, parque, cita, juntos, hoy...

– Esto me suena a una cita con un Agreste.

– Esa parece un gato. – señaló mirando hacia el cielo y señalando con su índice una nube.

– Yo no la veo bien... – aunque intentaba, no encontraba la forma que él veía.

– Quizá lo veas desde aquí. – me acercó a él con suavidad, tomó mi mano y con ella señaló la figura. Sentí un escalofrío y mariposas recorrer mi cuerpo entero.

– Tienes razón. Me recuerda a alguien, a decir verdad. – me mordí la mejilla mientras recargaba la cabeza en su hombro, suspirando. ¿Qué estará haciendo?

– Agarras el martillo y pam, le pegas fuerte. Así. – tomó el mazo con ambas manos y lo estrelló contra la superficie. Seguí el puntaje del golpe con mis ojos. Unos cuantos tickets salieron de la máquina, indicando que su turno había terminado. – ¿Quieres intentar? Ten cuidado, no quiero que te lastimes. – siendo Ladybug, había adquirido más fuerza y control sobre mis movimientos. ¿Cómo podría justificar el puntaje que sacara si este fuera alto? Cerré los ojos y apreté los puños al rededor del mango, elevando el instrumento completo para luego golpear el gran botón. – Wow... Mari, eres bastante fuerte. Estoy sorprendido.

– Es... Es por genes, ya sabes, mi padre y el suyo han cargado costales de harina por muchos años, debe ser hereditario.

– Claro. Bueno, ¡juguemos otro!

Estaba exhausta. Tenía un gigante peluche de gato negro bajo mi brazo mientras Adrien jugaba con las antenas de una catarina. Era una promoción en la zona de juegos, ambos peluches por cierta cantidad de tickets. Habíamos caminado por el parque, corrido para alcanzar a André y también para huir de algunos fans. En ese entonces, nos hallabamos a los pies de la torre Eiffel, viendo el sol ocultarse ya casi en su totalidad. Estaba tan relajada con los últimos rayos de luz natural, que me sorprendió sentir la presión de su mano en la mía, aunque sabía que estaban juntas desde que empezamos a caminar al monumento. Una parte de mi estaba triste, porque sabía que debíamos despedirnos pronto, pero otra saltaba de alegría en mi corazón. Había sido un día hermoso y ese momento era absolutamente perfecto. Quería que el sol detuviera su camino, que todo el mundo parara sus pasos y el planeta no siguiera girando. Rogaba con todas mis fuerzas para que se apiadaran de nosotros y nos dejaran así por el resto de mi vida.

– Aprovechemos la poca luz que queda y tomemos una selfie. – se apresuró a encender la cámara de su teléfono y yo me arrimé a él, tratando de ocultar mi rubor y conseguir una foto digna del día, que representara lo unidos que estábamos desde hoy.

– Sana y salva, en las puertas de su delicioso hogar, mi princesa.

– Muchas gracias por sus servicios, dulce caballero.

– ¿Sería demasiado pedir una segunda cita? Tengo un evento dentro de unos días y no se me ocurre una mejor compañía que tú.

– No tengo problemas en ir contigo, sólo dime como debo vestir y listo. Estaré encantada de pasar otra tarde junto a ti. – vi a mi madre observando desde la ventana detrás de Adrien, por lo que adelanté la inevitable despedida. – Ya debería entrar. Muchas gracias por lo de hoy, fue increíble. – le di un beso en la mejilla y avancé a la puerta. – ¡Nos vemos mañana!

 – ¡Nos vemos mañana!

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
segunda oportunidad // MLBWhere stories live. Discover now