segunda oportunidad // MLB

05: down



Adrien

Estaba atrapado. Me tenían practicamente acorralado. Todos esperaban mi respuesta, en especial Marinette. Por su mirada sé que está nerviosa, enojada y ¿triste?

- Adrien, ¿qué cosa sabes?

- Que... Tus galletas son deliciosas. - Lila me miró fulminante, Nino se rió mientras Alya y Marinette suspiraban.

Me trasformé y me dirigí a la Torre Eiffel para el patrullaje nocturno. Ladybug llegó unos minutos después. Nos separamos y volvimos al monumento.

- Todo está tranquilo. - guardó su yo-yo y se dejó caer al filo, sus piernas colgando. No era primera vez que hacía una maniobra así, pero siempre me pegaba el susto.

- Sí... Tenemos tiempo aún, mi lady.

- ¿Qué pretendes, gatito?

- ¿Qué tal si hablamos de Marinette? - me miró confundida y asustada al mismo tiempo. -Quiero decir... De ti.

- ¿De mi? ¿Qué demonios estás insinuando?

- Marinette Dupain Cheng, 15 años si no me equivoco. Magnífica diseñadora y portadora del Miraculous de la catarina. - giró la cabeza inmediatamente, mirándome a los ojos. Supe entonces que me convenía quedarme callado, pero la bomba se había lanzado y no sabía como desactivarla, así que sólo aceleré la explosión. - ¿Algo que añadir, Mari bug?

- Sí, que eres gato muerto. - era consciente de que esa sonrisa malvada no era real, solo era efecto y representación de su furia, su tristeza y decepción. Debí mantener la boca cerrada. Miré atento cada movimiento, como lentamente tomaba su arma y jugaba con ella entre sus dedos al mismo tiempo que se levantaba y yo no hacía más que imitarla.

- ¿E-en serio? Que interesante... Cuentame mas. -la miré a los ojos. Juro que vi un akuma en ellos, dejando fuego a su paso. Pésimo comentario, encendí su furia. Faceta que pocos conocían y que ahora yo experimentaría. No me encajaba ese lado de ella con la dulzura que veía todos los días, pero ahí estaba.

- ¿Sabes? -se acercó a mi, jugando con su yo-yo, manteniendo la sonrisa malvada y el mensaje en sus ojos. -No tengo ánimos de luchar, menos contigo. Me haré el trabajo mas fácil. - su rostro estaba a milímetros del mío. Esta mujer sabía como sacarme de casillas. Estaba inmóvil, me parecía un sueño que pronto sería una pesadilla. Ella seguía con esa sonrisa, perversa, pero hermosa. Sentí como su yoyo se enrollaba en mis brazos y cintura fuertemente. Cerré los ojos... Los abrí y estaba en la punta del monumento, con Ladybug apoyada en uno de los fierros mirandose las uñas.

- Vamos, mi lady. Bajame de aquí. - soltó el agarre de la cuerda. Quedé colgando aun amarrado. Caminó y se paró frente a mi. Levanto la mirada, estaba furiosa. Me miró a los ojos, esos ojos sumergidos en llamas.

- ¿Cómo lo supiste? ¿Alguien te lo dijo? ¿Me espiaste? Si hiciste eso te juro que te mato.

- No serías capaz de hacerlo.