Lila
– Claro, en una hora. Sí, está bien. Adiós Nath. – colgé y corrí a mi armario.
– Vaya emoción. Sabía que él te gustaba.
– No me gusta. Bueno, poquito. –me di la vuelta para mirarla. –¿Tú crees que le gusto?
– Quizás.
– ¿Y si no? ¿Sabes qué? No iré. De seguro el piensa que soy la mentirosa mas mentirosa del planeta. ¡¿Pero qué va?! ¡Eso es poco! ¡Del universo y la historia entera!
– Ya, para. Él no te odia.
– ¿Cómo sabes eso? No importa. Tienes razón, si me odiara, no me invitaría a salir. Nath no es de los que planea trampas ni esas cosas, ¿verdad?
– Por supuesto que no. – Me decidí por unos jeans claros, una blusa negra y unas zapatillas
– Bien, ya me voy. Supongo que tú también.
– Claro... No iba a salir por la ventana, a menos que quieras dejarme este bello departamento para mi solita.
– No, vamos. – bajamos las escaleras y salimos. – La ventaja de vivir sola es que puedes salir cuando quieras.
– Sólo tú te aprovechas de eso. Bien, ya me voy. Mañana me cuentas como te fue. Bye bye...
– petit papillon. – le completé la despedida, sonreí y me dirigí a la cafetería.
Marinette
Caminé hasta mi casa, no estaba tan lejos del departamento de Lila, así que llegué en 15 minutos. Entré y dejé mi bolso en la mesa. Fui a la cocina, había una nota.
Hija, tuvimos que viajar urgente. Quedas a cargo de la casa, no de la pastelería. Esperamos volver la próxima semana. Con cariño, Mamá y Papá.
Suspiré, tomé mi celular y unas cuantas galletas para luego dirigirme a mi habitación.
– ¿Qué haremos, Marinette?
– Yo, diseñar. Tú, comer
– ¿Estás bien?
– Por supuesto que lo estoy. No me molesta para nada que mis padres desaparezcan de la nada.
– Pero Mari, tienes la casa para ti sola. Además, puedes transformarte sin ser vista.
– Sí, claro. Antes también podía.
— Calmate, no será para siemp... –fue interrumpida por mi celular: Gatito llamando.
– ¿Sí?
– ¡Princesa! Vaya recibimiento... ¿Así le hablas a tu novio?
– No eres mi novio, Adrien. –rodé los ojos y lo puse en altavoz.
– Aún no... Oye, el glotón quiere ver a Tikki. ¿Está bien entrar por la ventana o están tus padres? – miré a mi kwami, quien me miraba con sus ojos bien abiertos.
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segunda oportunidad // MLB
قصص الهواة"La Gente No Cambia" Muchos creían y apoyaban ese dicho, mientras otros simplemente ignoraban los comentarios, incluyendo a Marinette Dupain Cheng... - Lila, no los escuches - Marinette, me dijeron mentirosa - Demuestrales que están equivocados - Co...