Capitulo 86

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Andrea
Solo quedaba una semana para que nazcan mis angelitos, esta semana he estado mas cansada de lo normal, y las contracciones aparecían junto a nuevos dolores de espalda que se estaban haciendo insoportables, pero sabia que al final todo valía la pena.
Mi hermana...bueno, luego de aquella visita que le hice y la ultima llamada, no nos hemos vuelto a ver. Sabia que estaba triste, Damián me lo había dicho. Por eso ahora me encontraba en su consultorio, dispuesta a contarle a mi cuñado lo que estaba sucediendo.



Andrea: como has estado?

Damián: bien...dentro de lo que cabe. ¿Vienes por la consulta?

Andrea: no, vine por Alexa

Damián: ella debe estar por llegar, quedo en venir

Andrea: entonces haré esto lo mas rápido posible. Sé porque esta triste o rara...ella me contó que estas con ganas de ser padre

Damián: si, desde que sentí a los pequeños (sonríe)

Andrea: ella desde que llego de Portugal, no se esta cuidando...tú sabes...

Damián: no sabia de eso

Andrea: son mas de tres meses y no logra quedar embarazada, ella me lo contó, tiene miedo de no poder darte hijos

Damián: ella me dijo que no quiere hijos por el momento y sino que me busque... 

Andrea: lo sé, sabes que jamas me metería en su relación, pero es mi hermana y me preocupa, hace una semana que no me visita, esquiva mis llamadas o cuando hablamos no nombra a los pequeños. Hay estudios que puede hacerse

Damián: no entiendo por que no me cuenta las cosas (pasa sus manos por su rostro)

Andrea: me gustaría que no se enterara que te conté y que no insistas con el tema, no hasta que ella decida contarte

Damián: descuida que...

Alexa: demasiado tarde...ya lo sé



Ver entrar a Alexa al consultorio y con esa mirada dura, no estaba en mis planes, pero lo hecho, hecho esta y no me arrepentía.





Alexa: creí que no dirías nada

Damián: lo hizo por tu bien

Alexa: si...ya veo

Andrea: eres mi hermana y para nada me gusta este distanciamiento entre nosotras o tus sobrinos (señalo mi vientre)

Damián: ¿te das cuenta que podríamos haber evitado nuestras discusiones?

Alexa: iba a contártelo

Damián: cuando?

Alexa: pues...ahora. Pero alguien decidió hacerlo antes (me mira)

Andrea: no te creo

Alexa: nadie lo hace últimamente

Damián: por que te pones a la defensiva? En vez de buscar soluciones, solo te encierras en tu mundo. ¿No te has puesto a pensar que quizá no seas tú la del problema?  

Alexa: no lo pensé

Damián: claro que no, no lo pensaste (grita) porque te es mas fácil insultarme, esquivarme o herirme...a decírmelo y juntos buscar una solución

Andrea: Damián...

Alexa: yo...

Damián: puede que tengas razón en lo que me dijiste ayer en la noche, puede que ya no me ames y tenga que buscar otra mujer





Si había en algo que lo apoyaba, era en la rabia que lleva por dentro, una cosa era ocultarle lo de no quedar embarazada y otra muy distinta era decirle que ya no lo quería y que busque otra mujer. Damián salio de su consultorio, azotando la puerta muy fuerte, mire a mi hermana y todo lo que hizo fue sentarse frente a mi y mirarme con sus ojos llenos de lagrimas.



Alexa: feliz con contarle? Debo agradecerte

Andrea: sabes que estabas haciendo las cosas mal

Alexa: lo perdí...y esta vez es mi culpa

Andrea: en verdad no te das cuenta cuanto te ama ese hombre y en cuanto cambio por ti? Si te dijo lo que dijo, es porque le hirieron tus palabras (me levanto y me dirijo a la puerta) 

Alexa: a donde vas?

Andrea: a casa, Samuel debe estar por llegar. Y tú deberías de ir a buscar a Damián  



Aun me dolía, porque había cierta distancia entre ambas y el motivo seguía siendo el mismo.
Al llegar a casa e ir a la cocina, la imagen que me encontré fue a un Samuel sin camisa, solo en bóxer y cocinando.



Andrea: podría acostumbrarme

Samuel: mi amor (se acerca y me besa) a donde habías ido?

Andrea: a hablar con Damián sobre lo de mi hermana, pero no me fue bien

Samuel: y eso? (se sienta y me siento sobre él)  

Andrea: Alexa llego y escucho todo, las cosas no terminaron bien

Samuel: hiciste lo que creías correcto, recuerda que debes cuidarte, quedan pocos días (sonríe)

Andrea: y no debo hacerme problemas (lo beso) lo sé

Samuel: aun te sigue doliendo la espalda?

Andrea: si (suspiro) y cada vez es peor

Samuel: bueno...llevas tres pequeños aquí (pone su mano en mi vientre) yo luego te consiento



Cenamos y una vez que nos acostamos, hizo que me pusiera de costado para que él pudiese acariciar la parte baja de mi espalda y también dejar pequeños besos húmedos, eso si que me relajaba.
No sé en que momento me habré quedado dormida, pero cuando desperté eran las dos y media de la mañana y una contracción bastante dolorosa, me había hecho retorcer del dolor...pero lo que me asusto, es que mi short se encontraba mojado.



Andrea: amor (muevo a Samuel) Samy

Samuel: mmm? (me mira) que sucede?

Andrea: creo que...van a nacer





Miro mi zona mojada y luego mi rostro de dolor consecuencia de una contracción, salio de su trance, gracias a Dios, me ayudo a cambiarme de ropa y luego me llevo en sus brazos al auto, para luego regresar a la casa y tomar el bolso que contenía todo lo que íbamos a necesitar para los pequeños. En el trayecto al hospital, cada contracción que tenia, era un apretón en la muñeca de Samy, pero el no se quejaba, al contrario, me decía que todo iba a estar bien y que no se movería de mi lado.

Sanarte el almaWhere stories live. Discover now