Sanarte el alma

Capitulo 16

Andrea
Y aquí estaba, frente a él, en un parque. Aquello que pensé que nunca pasaría, pues estaba pasando. Estuve dos años diciéndome a mi misma que no quería volverlo a ver, pero parece que el destino no era eso lo que tenía planeado.
Además no podía no estar nerviosa, como así tampoco podía mirarlo con aquel amor con el que solía hacerlo. No lo odiaba, odiar es una palabra muy fuerte, pero creo que tampoco lo amaba. Era raro, quería tenerlo cerca, pero a la vez no. Quería abrazarlo con todas mis fuerzas, pero luego recordaba que me fue infiel y lo único que quería era golpearlo y gritarle hasta no poder más. Y aún no encontraba respuesta a mis nervios, tampoco a su mirada dulce, con la que solía mirarme en nuestro primer año de relación, o cuando me sonreía como si nada hubiese pasado entre nosotros. Cuando la que paso fue una infidelidad, un corazón roto, y muchas otras cosas.

Hacia algo así como diez minutos que habíamos llegado al parque y nos habíamos sentado uno al lado del otro, con cierta distancia.

Andrea: primero que nada, esta salida no significa nada, es solo para hablar y que me dejes en paz

Samuel: para mi lo significa todo, te guste o no

Andrea: de que quieres hablar?

Samuel: de nosotros

Andrea: no existe un nosotros (lo miro)

Samuel: tuve que perderte para darme cuenta de lo que tenía, Andrea...te sigo amando como el primer día, no digas que no existe un nosotros

Andrea: (río ) si...como no. Por eso me fuiste infiel. Ahora la pregunta es...¿Cual de todos los "te amo" que me dijiste, fueron ciertos?

Samuel: todos

Andrea: no soy la misma de hace dos años atrás. Cambie, y no te creo en lo absoluto

Samuel: y lo entiendo

Andrea: no lo entiendes...no te das una idea por lo que tuve que pasar. ¿Por que me fuiste infiel? Te entregue todo de mi Samuel (grito). Fuiste el primer hombre al que ame, mi primer novio, mi primera vez, mi primer todo (ya más calmada) pero no te fui suficiente y fuiste a buscar eso que yo no te daba, a otro lado, en otra mujer. Quizá no te satisfacía, o ya no me deseabas, quizá no era buena en la cama...pero, sabes...tengo un corazón, y debiste decírmelo para lastimarme menos, y no haberte comportado como un patán

Samuel: Andrea...

Andrea: desde cuando? Maldita sea, dímelo

Samuel: cuando cumplimos un año y ocho meses

Andrea: cuatro meses (sollozo) cuatro meses engañandome

Samuel: no quería enga...

Andrea: (lo interrumpo) pero lo hiciste

Samuel: lo siento (pone una mano en mi hombro pero me aparto bruscamente)

Andrea: no me toques (le grito) no me toques en tu vida

Mientras mis lágrimas corrían por mis mejillas, tras un largo silencio de parte de ambos, mi cabeza trataba de asimilar todo lo que había escuchado hasta el momento. Cuatro meses siendome infiel, cuatro meses de mentiras, cuatro meses siendo una estúpida que no me di cuenta, frente a mis narices. Ya más calmada, decidí hacerle todas aquellas preguntas que quedaron atravesadas en mi garganta hace dos años atrás.

Andrea: por que lo hiciste? ¿Yo no te era suficiente?

Samuel: no digas eso...fui un completo idiota y me arrepiento de haberte fallado

Andrea: no me fallaste a mi (me mira) te fallaste a ti mismo, creyendo que me amabas. Pero no contestas a mi pregunta...

Samuel: no se porque lo hice, solo se presentó un día en la oficina y desde ese día empezó a coquetearme, y me deje llevar por sus insinuaciones

Andrea: no te pudiste resistir (río irónicamente) solo fue con la que vi...aquella vez, o fue con otras?

Samuel: solo con la que viste aquella vez

Andrea: y quien es esa z...mujer?

Samuel: una empleada de recursos humanos. Cuando tu...nos viste ese día...fue la última vez

Andrea: no me digas que te quedo cargo de conciencia?

Samuel: si estoy arrepentido

Andrea: te acostaste con ella?

Samuel: no quiero hablar de eso

Andrea: (lo sujeto del rostro) que si te acostaste con ella o fueron solo besos? Si o no? Samuel, necesito saber!

Samuel: que cambia eso ? (pone sus manos sobre las mías) si al fin y al cabo, heri a la unica mujer que me amo por lo que soy y no por lo que tengo (veo como una lágrima corre por su mejilla)

Andrea: te acostaste, si o no con ella?

Samuel: si (baja su mirada) si me acosté con ella

Andrea: cuantas veces? (quitando las manos su rostro)

Samuel: cuatro o cinco quizá, no lo se. Perdón

Andrea: (hago que me mire) quiero que de ahora en adelante me dejes en paz. Si me amas, como me dijiste hace un rato, dejame en paz. Tenerte cerca me lástima. ¿Podrás hacer eso?

Samuel: no me pidas que me aleje de ti, te deje ir una vez, y no lo haré de nuevo

Andrea: me dejaste ir, tu lo dijiste, y no me frenaste

Samuel: pero yo si te...

No lo deje terminar, me levante y me fui directo a mi casa. Si aquel día que lo vi con esa mujer mi corazón dolió, ahora con todo lo que me había contado, dolía el doble. ¿Fueron necesarias esas preguntas? No lo se, pero quería saberlo, aunque me llevara nuevamente una decepción de él. Cuando llegue a casa, siquiera salude a mi hermana, me dirigí a mi habitación, y mis lágrimas, sollozos y dolor hicieron acto de presencia. Mientras escuchaba cada vez más cerca los llamados de mi hermana, que cuando sentí que se sentó, lo único que hizo fue acariciar mi espalda, tratando de tranquilizarme, como aquella maldita vez.