Capitulo 83

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Alexa
De verdad que Damián estaba cambiado, me llamaba a toda hora, así como también me hacia cariños en publico y hoy simplemente me sorprendió con todas sus pertenencias en la puerta de casa.



Damián: cuando te dije que esta semana me mudaría, fue cierto (se acerco y dejo un beso en mi frente)

Alexa: ya veo (sonrío)

Damián: entonces que? ¿Puedo pasar a mi nueva casa?

Alexa: siempre y cuando traigas postre de...

Damián: frambuesa, ya lo sé



Lo ayude a entrar sus cosas y también a guardarlas en mi habitación, la sola idea de tenerlo todas las noches para mi, era hermoso. Una vez que terminamos, quiso cocinar mientras que yo lo observaba apoyada desde la mesa...



Damián: y Andrea?

Alexa: ella y Samuel están muy entusiasmados decorando su casa, creo que para dentro de unos días piensan irse

Damián: que tanto me observas? (me mira y sonríe)

Alexa: recuerdo que una vez me dijiste que esta casa te quedaba lejos del hospital

Damián: bueno...si. Tendré que levantarme mas temprano de lo normal (se acerca y sujeta mi cintura) por suerte dormiré muy bien en las noches y lo que no es dormir también (suspiro) que es lo que te preocupa?

Alexa: tu cambio tan repentino, tus muestras de cariño, tus llamadas a cualquier hora...

Damián: tuve que hacerlo (quita un mechón de cabello de mi rostro) sino te perdía

Alexa: eso no es cierto, tarde o temprano nos extrañaríamos. Tampoco quiero que cambies por mi

Damián: no lo hago...sólo me estoy dejando querer. Quiero que confíes en mi y que no tengas dudas que soy el hombre de tu vida...ademas de patán, imbécil e idiota

Alexa: (río) todo eso te dije? (asiente) era para que abrieras los ojos (rodeo mis brazos en su cuello) y veo que funcionó. Te amo

Damián: yo más...aunque mejor te lo demuestro (besa mi cuello)

Alexa: la comida se quemara

Damián: tenemos una hora...todo controlado, bonita mía



Él me cargo en vilo, enrolló mis piernas en su cintura y recorrió el corto espacio hacia la habitación, se sentó conmigo sobre la cama, nuestras bocas no se separaban por nada del mundo. Sus manos comenzaron a subir mi vestido, me separé de él un poco y levante los brazos para que pudiera quitarlo.

Se aventuro en besarme el cuello, sentí como él quitaba mi brasier, pero cuando saboreo mis pechos, me dejo callada y temblorosa. Fui desabrochando los botones de su camisa, acaricie suavemente su pecho, la excitación nos estaba traicionando, cualquier movimiento por mínimo que fuera, eramos capaces de sentirlo.

Se quito las bermudas y me quito las sandalias de mis pies, posó sus manos en mis pechos y los masajeo con suavidad, nuevos gemidos salieron de mi boca, rodamos sobre la cama y él quedo por fin sobre mi, beso mi boca con suavidad, deslizo sus manos por debajo de mi ropa interior y acaricio. No pude evitar un gritito de satisfacción cuando uno de sus dedos se hundió en mi, movió unos minutos su dedo, aquello me estaba sacando gemidos involuntarios.

Nos quitamos la ropa interior, se acomodo entre mis piernas, una vez mas nuestras miradas se encontraron, ninguno de los dos dijo nada, alce mi mano para recorrer su abdomen y así seguí hasta llegar a su miembro, con lentitud lo guié hacia mi entrada. nuestras manos se entrelazaron...Comenzó un vaivén suave, me agarraba suavemente de las caderas y mantenía su mirada entre nuestro enlazamiento, yo quería verlo de nuevo.



Sanarte el almaWhere stories live. Discover now