Capítulo 5: Pesadilla

Comenzar desde el principio
                                    

— Hmmm.. ¿Hasta dónde puedes llegar?

La verdad es que yo también tenía curiosidad sobre eso y ya que había varios kunais en el suelo decidí levantar todos ellos. Volví a repetir lo mismo que las otras dos veces, y los kunais se elevaron, pero no todo era tan bonito y fácil... Cuando los hacía moverse mi cabeza se liaba, no los podía mover independientemente. Si movía uno hacia arriba, otro hacia un lado, otro hacia abajo y otro dando vueltas, mi cabeza se liaba mucho y al final perdía la concentración. Sin embargo sí podía moverlos todos a la vez.

Elevé por última vez todos los kunai, y decidí probar si los podría lanzar a las dianas que había dibujadas en los troncos caídos. Lancé el primero, el segundo, el tercero... Todos iban a donde yo quería, sin ningún error. La única forma que había de que yo fallara es que mis ojos no vieran bien el blanco de la diana. Me quedaban unos 10 kunais para lanzar, y decidí ver si podía tirar todos a la vez. Así fue, todos fueron a la misma velocidad hasta que chocaron contra el tronco, clavándose en él.

— Vaya... — El peli plata estaba algo sorprendido, pero no tanto como yo.— Al parecer vas a ser más interesante de lo que pensé.

Sonreí ante ese... "alago" que recibí del ninja. En ese momento mi cabeza me empezó a doler bastante, como cuando llevas muchas horas concentrado en algo y tu mente dice basta. Kakashi me notó cansada y se levantó del suelo.

— ¿Te apetece tomar algo? — Dijo mientras se sacudía los pantalones limpiándose la arena y cubriendo de nuevo su ojo con la bandana.

— La verdad... no estaría nada mal.

— Pues quédate ahí quietecita mientras voy a por algo de beber. No tardo mucho.— Se marchó entre los árboles

Me tumbé en un lado donde había césped para poder relajarme un poco. Máx dormía plácidamente cerca de ahí mientras movía de vez en cuando sus patitas. Estaba soñando. Sonreí al ver que al menos él estaba tranquilo. Miré al cielo ya algo anaranjado y a las nubes pulular formando figuras. Cerré los ojos por unos minutos, realmente estaba agotada.

Pasaron unos 4 minutos cuando entonces... BAAM. Sentí como la energía que nos unía a Kakashi y a mí tiró de mi cuerpo fuertemente hacia la dirección de donde se había ido el peli plata. Me intenté agarrar a algo, y no pude evitar chillar ante la gran sorpresa de aquel acontecimiento. Pero tras unos segundos... Todo lo de mi alrededor se desvaneció como si fueran partículas desvaneciéndose. Yo seguía tumbada, aunque ya no notaba que la fuerza azul tirase de mí. Me levanté en aquella oscuridad con miedo, no sabía qué estaba pasando y tas unos segundos... Todo volvió a materializarse. Suspiré algo aliviada, sin embargo... Ya no estaba en aquel bosque ni en la zona de entrenamiento. Frente a mí estaba el peli plata mirándome con cara de asombro, y al rededor había gente que al parecer no se había dado cuenta de aquella situación.

— ¿Qué... es esto?— Fue lo único que fui capaz de decir. 

Miraba atónita las calles de Konoha. ¿Me había teleportado hasta él?

— ¿Cómo has...?— Al ver mi cara él ya supo la respuesta.

— La maldita fuerza esta tiró de mí.

— Si, lo sé, yo también sentí el tirón. Hmmm.. de aquí a la zona de entrenamiento habrá... cuatrocientos metros...— Dijo pensativo, a lo que yo no le hice mucho caso, seguía impactada tras lo sucedido.— Espera aquí, no te muevas, ¿de acuerdo?— Y desapareció tras un salto que apenas pude ver.

"Genial... otra vez sola..." El cielo era cada vez más oscuro y las luces de las calles se encendieron, dando una perspectiva muy bonita de aquellas calles. Me apoyé en una pared para no entorpecer a la gente que caminaba por las calles. Y entonces, otra vez un nuevo tirón empujó de mi cuerpo, pero esta vez una pared frenó el tirón. Mi cara se estampó en ella y entonces se desintegró, volviendo a aquel lugar oscuro.

Un Nuevo Mundo [✍Corrigiendo✍]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora