CAPITULO 50 Secuestro.

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---Iason---

Camine hacia la oficina de un gran investigador para que me diera noticias del paradero de Derek y poder revelar todo el misterio.

-Me alegra que llegara Iason Mink.
-Gracias abogado Ray.
-Y bien, ¿Quiere ver el informe?
-Por favor. –comente.

Me entrego un folder lleno de documentos y comencé a leer cada uno.

-¿Está fotografía? –lo mire.
-Es el susodicho Derek.

En la imagen aparecía un pelirrojo de ojos grises con una sonrisa un poco siniestra.

-Entonces esté es el hermano de William.
-Fui muy difícil poder encontrar toda la información de este hombre, desde que me lo encargaste hace 2 años en verdad parecía no tener fin.
-Eres el mejor, siempre te lo he dicho. –comente.
-Supongo que sí.

Le pase un paquete lleno de billetes.

-Ya te he dicho que no es necesario pagarme, lo hago porque somos amigos y tú me has ayudado tanto, así que no te preocupes.
-Pero fue tiempo invertido. –comente.
-Te debía un gran favor.
-Ray en verdad eres...
-Bueno ya me voy que tengo un compromiso.
-¿Con tu prometida?
-Ahora esposa.
-¿Cuándo fue?
-Hace dos semanas.
-Felicidades, -comente- te deseo lo mejor.
-Gracias.

Caminamos hasta la salida y me subí a mi auto para dirigirme a mi departamento. Al llegar me encontré con una hermosa vista.

Mi amado Kenjiro estaba recostado en el sofá con un short muy corto y una camisa medio abrochada.

Lentamente me acerque a él y bese su cuello.

-I-Iason. –murmuro dormido.
-Te amo Kenjiro.

Estaba a punto de acariciarlo pero me detuve.

-Lo siento, -murmure- no puedo hacerlo.

Lo mire de nuevo y él estaba despierto con lágrimas en sus ojos.

-¿Qué ocurre amor?

Me empujo y se fue corriendo a la habitación.

-¡Kenjiro! –intente detenerlo pero me cerró la puerta en mi cara- ¿Qué pasa mi niño?
-No me amas.
-¿Eh?
-Solo estás conmigo por compasión.
-¿De dónde sacas eso?

No recibí respuesta alguna.

-Mi amor por favor ábreme.
-No quiero.

"¿Será que lo insulte?"

Tal vez no debía tocarlo sin su permiso.

Camine hacía mi habitación y saque las copias de las llaves, llegue de nuevo a la habitación de mi amado y abrí la puerta.

Vi a mi amado acostado en la cama con las cobijas encima. Sonreí y me senté a su lado.

-Kenjiro.
-Vete.
-Mi amor.
-No me hables.
-Mi niño.
-Ya no me amas.
-¿Por qué lo dices?

Se quitó las cobijas y me miro muy sonrojado.

-PORQUE NO QUIERES HACERLO CONMIGO.
-¿Eh?
-Ya vete. –se volvió a tapar.

Entonces...

¿Él también está desesperado?

¿Él también desea estar en mis brazos?

Creo que he pensado demás...

Lo abrace por encima de las cobijas.

-Quiero hacerte mío Kenjiro, quiero mostrarte la pasión que siento por ti.

Lentamente le quite las cobijas y él solo tenía tapada su cara con las manos.

-Mi amor.
-N-no digas más, yo...
-Lamento no haberme dado cuenta antes, -bese su frente- solo quería esperar a que me pudieras aceptar.
-Yo te acepto Iason.

Lo tome del mentón y lo bese apasionadamente.

Lentamente le abrí la camisa y comencé a acariciar esos lindo botoncitos.

-Ahhh, -gimió- n-no yo lo siento yo...
-Déjame escuchare tu voz, es tan erótica.
-N-no lo digas.

Lentamente lamí su cuello y baje hasta sus pezones y comencé a lamerlos.

-I-Iason n-no...
-Solo quiero hacerte sentir bien.
-P-Pero...
-Puedo detenerme si lo deseas.
-No, -se sonrojo- quiero hacerlo contigo Iason solo que, se siente extraño.
-Entonces déjame hacerte sentir mejor.

Le quite su bóxer y tome su miembro ya erecto.

-Solo te he acariciado un poco y ya estás así.
-B-Baka, -desvió la mirada- no es mi culpa.
-Tienes razón, yo soy el culpable, así que me haré responsable.

Metí su miembro a mi boca y mi niño se aferró a las cobijas.

-Ahhh, e-eso no...

Comencé a chuparlo mientras mi amado gemía y me hacía sentir más duro de lo que estaba. Como pude me baje la bragueta de mi pantalón y saque mi miembro mientras me masturbaba.

-I-Iason...

Seguí lamiendo su miembro hasta que mi amado se corrió en mi boca.

-Lo siento. –sollozo.
-Tranquilo mi amor, -lo mire- no pasa nada.

Con su mismo semen lubrique mis dedos y lentamente fui metiendo uno en su entrada.

-W-Waa ¿q-qué haces?
-Tengo que acostumbrarte.
-S-Se siente raro.
-Tranquilo.

Seguí con mi tarea hasta meter el tercer dedo y simular embestidas.

-Voy a entrar. –lo mire seriamente.
-H-Hai.

Lo tome de la cintura y entré de una embestida.

-Ahhhgg, -se quejó- d-duele.
-Lo siento, -lo mire- lo sacaré.

Él solo negó con la cabeza.

-E-Esta bien porque sé que eres tú.
-Kenjiro soy tan feliz contigo.

Con cuidado me acerque hasta sus labios y lo bese apasionadamente, me sujeto del cuello y me dijo que me moviera.

Comencé a moverme lentamente mientras lamía sus pezones, él mordía su labio para no gemir pero yo continúe embistiéndolo y devoré sus labios.

-Déjame escuchar más.

Coloque sus brazos en mis hombros mientras aumentaba la velocidad de mis embestidas.

-Ahhhh I-Iason.
-Me encantas Kenjiro, nunca me cansaré de esto.
-B-Baka.
-Tú tienes la culpa por provocarme.

Lo besé y seguí embistiéndolo probando cada parte de su piel.

Seguimos así por mucho tiempo hasta que él se corrió en mis manos y yo dentro de él.

-Lo siento mi amor, -lo bese- lamento haber tardado tanto tiempo, pero a partir de ahora te haré mío todos los días.
-P-Pervertido. –se sonrojo.
-Y no sabes cuánto.



---Hiroki---

Mis padres salieron de vacaciones ya que lo habían planeado desde hace mucho y me sentí mal cuando dijeron que lo iban a cancelar, así que prácticamente los obligué a irse, volviendo a mi estado de "El demonio Kamijou".

Y ahora enfrento un nuevo problema...

La sobreprotección de Nowaki.

-¿Seguro que estarás bien Hiro-san?
-Sí Nowaki, además el oficial Naoto estará cuidándome.
-Es que no quiero dejarte.
-Estás exagerando.
-Hiro-san.
-Anda, -lo mire- te necesitan en el hospital.
-Pero...
-Estaré bien, te lo prometo.
-Ah, -suspiro- está bien, pero no me engañes.
-¿Ah?
-Sé que no soy apuesto y que tal vez Naoto.
-¡NOWAKI! –exclame- deja de decir tonterías.
-Pero...
-Solo te amo a ti idiota, no me hagas repetírtelo.

Él me beso tiernamente.

-No tardaré.
-Lo sé.

Cargue a Ayame y salí a despedir a mi Nowaki.

En verdad este idiota es muy celoso, pero así lo amo y lo amare eternamente.

Entré a la casa mientras jugaba con mi niña y ella reía.

-Se parece mucho a usted.
-Es lo que dicen.

El oficial Naoto acababa de llegar y dejo su saco en una silla.

-¿Puedo cargarla?

Lo mire extrañado y desconfiado.

-Lo siento pero, -susurre- no me gusta que otros la toquen.
-¿No me tienes confianza señor Kusama?
-En verdad lo lamento.
-Lo entiendo.

En todo el día Naoto se la paso hablando por teléfono, según con su jefe, aunque siento un mal presagio.

Mi niña se había quedado dormida y la recosté en la cama.

-¿Quieres comer? –pregunto al verme bajar a la sala.
-No gracias.
-Podrías confiar en mí.
-No puedo, lo siento.
-Yo más...
-¿Eh?

Lo mire sonreír de una forma extraña y mirar había la habitación de mi hija, y fue ahí cuando entendí lo que planeaba.

Corrí rápidamente hasta la habitación pero al tocar el pomo de la puerta él me sujeto fuertemente de la cintura.

-SUELTAME.
-Por favor Hiroki, coopera un poco conmigo.
-DEJAME IR, NO TE ATREVAS A TOCAR A MI NIÑA.
-Quien sabe.

Como pude le pegue en la entrepierna y corrí a la cuna de mi niña estaba por cargarla hasta que sentí un fuerte golpe en mi cabeza.

-Como le dije, lo siento señor Kusama, pero no vengo por usted.

Caí al piso y mi vista se volvía nublosa.

-A-Ayame...

Pude distinguir como la sacaba de la cuna y la cargaba.

-Es tan hermosa, -murmuro- espero que con esto se cumpla la cuota.
-N-No...
-Buenas noches Hiroki...

Mis parpados comenzaron a cerrarse.

"N-Nowaki..."



---Tsumori---

Estaba terminando de adornar la habitación de mi niña hasta que sonó el timbre de la puerta de mi casa. Camine hacia ella y abrí.

-Aquí esta lo que me pediste.

Cargue a la hermosa niña de mi lindo castaño, tan linda como él, por fin la tengo en mis brazos.

-Yo me largo.
-Aquí está la mitad del dinero faltante.
-No fue sencillo.
-¿Y Hiroki?
-Debe estar durmiendo.
-Ya veo, -sonreí- solo nos falta el último golpe.
-Y ahí se acabará mi ayuda.
-Será muy fácil, lo prometo...  

Por Siempre a Tu Lado... (Nowaki x Hiroki)Where stories live. Discover now