Por Siempre a Tu Lado... (Nowaki x Hiroki)

CAPITULO 16 Advertencias.

---Shinobu---

Una semana más a pasado, a veces el tiempo es el mejor amigo de las personas, y en algunos casos el peor aliado, pero yo me siento tranquilo a lado de Kaede, es una gran persona, un chico muy amoroso y respetuoso conmigo.

Me consiente y me mima mucho, en verdad me alegro de tenerlo a mi lado. Después de la visita de su padre nos quedamos mirando la televisión un rato, me recosté en sus piernas y él me acaricio mi cabello dulcemente.

-¿En qué piensas? –me miro.
-En ti. –admití.
-Jejeje, sabía que caerías ante mis encantos. –me beso.
-Baka. –me sonroje.
-Solo bromeo. -me miro.
-Pensaba en lo feliz que me haces.
-Y tú a mí.
-Y-Yo... -me sonroje y me reincorpore.
-¿Qué ocurre Shinobu?

Me acerque a él y lo bese colocando mis brazos alrededor de su cuello, él me agarro de la cintura y profundizo ese beso.

-Quiero hacerlo contigo. –me sonroje.
-¿Lo dices enserio? –me tomo del mentón.
-H-Hai.
-En ese caso te haré mío apropiadamente. –me cargo y me llevo hasta su habitación.
-Waaa Kaede. –desvié mi mirada.

Me coloco en la cama y se colocó encima de mí.

-¿Estás seguro?
-Sí, -lo mire- quiero que mi primera vez sea contigo.
-Gracias por aceptar mis sentimientos Shinobu. –tomo mi mano y la beso tiernamente.
-T-Te quiero. –me sonroje.

Él lentamente me quito la playera mientras me besaba dulcemente, descendió hasta mi cuello dejando y luego hasta mis pezones dejando un rastro de saliva.

-Sí tú quieres que paremos estás en tu derecho de decirlo. –sonrió.
-Quiero hacerlo. –desvié mi mirada.
-Eres tan dulce mi niño.
-Ahhh, -me sonroje ante el sonido que hice cuando Kaede lamió mis pezones- e-esto yo n-no...
-Por favor Shinobu, -me beso- has ese sonido de nuevo para mí, es lo más hermoso que he escuchado.
-E-Es vergonzoso. –murmure.
-Pero me encanta. –sonrió.

Me siguió lamiendo mis pezones y yo trate de no hacer algún ruido, sentí como sus manos se metían debajo de mi pantalón y comenzaba a acariciarme.

-Ahhh, K-Kaede... -suspire.
-Shinobu, -bajo hasta mi vientre dejando un camino de saliva- lo haré con calma.
-H-Hai.

Me quito el pantalón y mi bóxer, beso mi pierna haciendo que los colores me subieran de golpe.

-Eres tan hermoso. –me miro.
-N-No me mires. –me tape la cara.
-Eres tan bello, todo de ti es perfecto, -sentí como con su dedo delineaba mi cuerpo- cada parte de ti es hermosa.
-N-No digas más.

Sentí sus manos en mi miembro y como empezaba a moverlas.

-Ahh, K-Kaede.
-Te haré sentir bien amado mío.

Siento tantas cosas a la vez que me son inexplicables, con Miyagi no llegue tan lejos, solo una vez me toco un poco, pero fue algo que hizo para alejarme, pero lo que ahora estoy haciendo con Kaede me hace sentir raro, pero me gusta.

Sentí como su algo húmedo pasaba por mi miembro y lo mire, me sonroje de ver como Kaede comenzaba a lamer mi miembro.

-N-No h-hagas eso es...
-Delicioso, -sonrió- me gusta.

Sentí algo entrar en mí.

-¿Q-Qué es? –susurre.
-Tengo que prepararte adecuadamente, -comento- no me gustaría lastimarte.
-Ahhh, -gemí- s-se siente...
-¿Duele?
-E-Es raro. –susurre.

Kaede metió mi miembro a su boca y metió otro dedo haciéndome sentir tan extraño, tan caliente, tan placentero.

-P-Para Kaede yo...

Sentí como se aferraba a mí y yo trate de quitarlo, hasta que un espasmo de placer me hizo arquear un poco mi espalda y correrme.

-Eres exquisito. –sonrió.
-L-Lo siento no quise...
-No pasa nada Shinobu. –lo vi quitándose su ropa y me voltee.
-Si quieres podemos...
-Quiero continuar.
-Si te lastimo dilo y me detendré. –dijo acercándose a mis piernas.
-Sí.

Sentí como algo grande entraba en mi interior, un dolor punzante empezaba a invadir mi cuerpo.

-N-No te muevas por favor. –susurre con lágrimas en mis mejillas.
-Lo siento tanto. –beso mi pierna.

Una sensación realmente extraña, quería apartarlo pero a la vez no, un dolor que me agradaba, algo tan placentero.

-¿Shinobu? ¿Estás bien? –me miro.
-...verte. –susurre.
-¿Cómo?
-P-Puedes moverte. –gemí.
-Te amo Shinobu.

Tomo mi cintura y comenzó a moverse lentamente, sentí como entraba y salía en mi interior, espasmo tras espasmo, algo tan bueno e inexplicable.

-Ahhh, K-Kaede. –gemí.
-Aquí estoy mi amor, -siguió embistiéndome- te haré sentir bien.

Sentí como sus manos tomaban mi miembro y comenzaban a masturbarme.

La sensación de tenerlo dentro de mí es algo inimaginable, lo quiero, lo necesito.

Después de un rato eterno, me termine corriendo en sus manos y sentí como un líquido en mi entrada que me llenaba por completo.

-Lo siento, me corrí dentro de ti. –se recostó a lado de mí.
-N-No importa. –me tape la cara con las cobijas.
-Te amo mi niño. –beso mi cabeza.
-Y-Yo igual. –lo abrace.