CAPITULO 10 Baile de las máscaras. Parte II.

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---Miyagi---

No puedo dejar que ese chico me quite a la persona que yo más amo en la vida, no puedo permitirle que lo aleje de mi lado, Shinobu es lo más importante para mí, sin él no puedo seguir...

Soy un estúpido por no darme cuenta de lo que tenía en mis brazos y solo me deje llevar pensando que era un capricho o una molestia, que sus sentimientos no eran serios, no le creí, lo aleje, no le mostré ni un poco de interés, por mi maldita inseguridad, por estar en mi zona de confort...

Soy de lo peor...

Decidí ir a la casa del director para platicar con él acerca de su hijo y revelarle mis sentimientos por él, no lo perderé, quiero que vea el interés que tengo, y que quiero haré hasta lo imposible para recuperarlo.

Tome mis cosas y me dirigí hasta la casa del señor Takatsuki, al llegar toque el timbre y Risako me recibió.

-Miyagi, -sonrió- me alegra verte de nuevo, te extrañe mucho.
-Risako yo quiero hablar con tus padres.
-¿H-Hablar con ellos? –se sorprendió- No me digas que...
-Por favor reúnelos en la sala, es muy importante lo que les quiero decir.
-Claro Miyagi, eso haré. –sonrió y me dejo pasar a la sala.

Me quede revisando toda la sala, sonreí de ver las fotos de mi niño donde estaba muy joven, un chico tierno y lindo, con un hermoso sonrojo, tome una de las fotos y lo observé con determinación.

Realmente Shinobu ha madurado, ya no tiene ese semblante infantil, sino de un chico responsable, serio en cuanto a lo que quiere y se propone, no es ese "mocoso" del cual me quejaba tanto, al que no pude darle mis sentimientos por completo, lo acepte solo por inercia y no por el amor que le tenía, más bien le tengo.

-Miyagi, que milagro verte. –comento el director.
-Buenas tardes señores Takatsuki, disculpen por venir sin avisar. –dije.
-No se preocupe, usted es siempre bienvenido. –suspiro- Por favor siéntese.

Los cuatro nos sentamos, Risako a mi lado y sus padres enfrente.

-¿A que debemos su visita? –pregunto la señora.
-Yo tengo algo importante que decirles.
-¿De qué trata? –pregunto el director.
-No me digas que... -dijo Risako con una enorme sonrisa.
-Risako eres una grandiosa mujer pero no puedo verte como algo más, solo como una amiga. –suspire.
-Pero, yo pensé que...
-Risako, tranquila. –murmuro la señora.
-Entonces si no es para pedir permiso para andar con Risako, ¿a qué has venido? –comento algo molesto el director.
-Yo, -respire profundo- sé que lo que les diré no será de su agrado, incluso puedo perder la confianza que me han tenido, pero es lo que siento.
-Miyagi, por favor díganos. –comento la señora.
-Estoy enamorado de su hijo Shinobu. –dije sin titubear.
-¿Qué? –me miro Risako.
-¿ES UNA BROMA? –grito el director.
-No lo es, yo amo a Shinobu y tenía que decírselo.
-PERO USTED QUE SE A CREÍDO, SHINOBU ES UN HOMBRE Y USTED TAMBIÉN.
-Eso no tiene nada que ver. –trate de tranquilizarme.
-LARGO DE MI CASA, NO QUIERO VERLO Y DESPÍDASE DE SU TRABAJO, USTED HA TRAICIONADO MI CONFIANZA AL IGUAL QUE ESE HOMOSEXUAL DE...
-Fíjese como hablara de Shinobu porque no le permitiré insultarlo. –gruñí.
-Seguro Shinobu te sedujo, él es de lo peor. –comento Risako.
-BASTA, -grito la señora- no permitiré que se expresen así de mi niño, señor Miyagi agradezco que nos dijera lo que sentía pero ahora debe dejarnos solos por favor.
-Lamento las molestias que cause. –hice una reverencia.
-NI SE TE OCURRA PRESENTARTE ANTE MÍ.
-No se preocupe señor, yo iré por mis cosas y no sabrá de mí.

Salí de la casa y me dirigí de nuevo a la Universidad para tomar mis cosas.

No me importa volver a empezar, buscando trabajo de nuevo, lo único que quiero en este momento es recuperar a mi niño, y no me daré por vencido tan fácilmente, lo enamoraré de nuevo y juntos seremos felices...



---Shiro---

Me miro al espejo y no me reconozco, el traje color plata con negro que me regalo Ald es tan hermoso, y siento como si no luciera bien. Me recogí un poco mi cabello y me coloque el antifaz.

Siento algo de vergüenza, no soy un chico tan atractivo, además solo soy un simple desempleado que no vale mucho y él es un príncipe que tiene demasiados negocios, no sé si estoy a su altura, me gustaría hacer algo para no ser menos persona para él.

Empezaron a golpear mi puerta y me acerca a abrir.

-Wow, estas increíble.
-¡P-Príncipe William!
-Shiro, te ves tan encantador, tan tierno. –entro a mi habitación y me miro. Tenía puesto un traje color dorado con toques negros, que hacían resaltar su rubio cabello.
-Etto, g-gracias. –me sonroje.
-¿Y mi hermano?
-Aún no ha llegado. –comente.
-Que mal, -suspiro- si yo fuera tu pareja no te dejaría ni un momento.
-Jeje que cosas dice. –dije nervioso.
-¿Sabes bailar?
-No. –baje la mirada.
-No te preocupes, -con una de sus manos sujeto mi cintura y con la otra tomo mi mano- te enseñare.
-Etto, no es necesario.
-Lo es, -me pego más a él y comenzamos a balsear- porque en estos momentos está comenzando el baile y muchas personas seguramente se interesaran en ti.
-No lo creo.
-Es enserio, eres tan lindo, -sonrió- al menos déjame bailar contigo una o dos piezas en el lugar.
-N-No sé... yo...
-Ald no tiene por qué enojarse, -susurro- a menos que sea muy posesivo.
-Príncipe.
-Solo dime William. –nos detuvimos y beso mi mejilla.

Se escucharon unos golpecitos a la puerta y William la abrió. Ald se sorprendió de ver a su hermano en mi habitación, traía puesto un traje verde.

-Vaya, ya te habías tardado. –rio.
-¿Qué haces aquí William? –gruño Ald.
-Tranquilo, yo solo visitaba a mi adorable cuñadito.
-¿Podrías dejarnos solos por favor?
-Claro, -sonrió- nos vemos en un rato.

Salió de mi habitación y Ald cerró la puerta mirándome fijamente.

-A-Ald yo...
-LO siento, -me abrazo- sentí muchos celos al verlos juntos que otro poco y no me controlaba.
-Ald.
-Sólo quiero que me veas a mí, que me ames solo a mí, perdón mi egoísmo.
-Yo solo te amo a ti. –sonreí- Tu hermano solo me enseño a bailar lo juro, se portó bien conmigo.
-Me alegro, Shiro, mi amado Shiro, soy tan feliz contigo.
-Y yo contigo en verdad. –lo mire.
-Entonces, ¿estás listo? –estiro su mano.
-Sí, ya es hora...



---Hiroki---

Nowaki me beso apasionadamente, me robaba el aliento cuando me besaba de esa forma, sus manos comenzaron a acariciarme todo mi cuerpo y cuando estaba a punto de acariciar mi entrepierna lo detuve.

-Nowaki, -jadee- tenemos que ir al baile.
-Hiro-san, -me beso el cuello- podemos quedarnos aquí y...
-Debemos cumplir, -lo mire- recuerda que fueron ellos quienes nos invitaron.
-Ah, -suspiro- Hiro-san.
-Tal vez después... -murmure.
-¿Nani?
-Nada, me iré a cambiar. –tome mi trabe y me encerré en el baño.
-Solo quiero decirte que si te escuche. –comento a través de la puerta.
-Mocoso impertinente.
-Hai.

Me coloque el traje azul, afortunadamente era de mi talla, me sentí un poco incómodo al verme al espejo. Estos atuendos no me van, son algo raros, al menos para mí.

Al salir vi a Nowaki con un traje parecido al mío pero en color morado, sonrió al verme y me beso.

-Hiro-san estás tan lindo.
-No digas. –me sonroje.
-De lo mejor.
-Ya basta, -gruñí- vamos arriba que nos han de estar esperando.

Nowaki me tomo de la mano y subimos al gran salón del barco donde todo estaba decorado muy hermoso y muchas personas ya se encontraban en ese lugar, muchas mujeres con vestidos ampones y hombres vestidos como nosotros.

Nos quedamos charlando acerca de este crucero y me pude percatar que un grupo de mujeres miraban en nuestra dirección y me hicieron enojar.

Después de unos minutos apareció el príncipe William y dio inicio al baile donde muchas parejas se acercaban al centro a bailar. Mire como una mujer caminaba hacia nosotros. Al llegar se colocó delante de mí dándome la espalda y mirando a Nowaki.

-¿Me concedería está pieza? –sonrió coquetamente.
-Lo siento yo... -comento Nowaki.
-Por favor, me encantaría bailar con usted.
-Pero qué diablos le pasa, -comente- por lo menos pida permiso antes de interrumpir.
-A ti nadie te está hablando, -rio- plebeyo.
-No le permito que le falte al respeto a mi amante. –comento Nowaki y me jalo a su pecho.
-¿Qué? –se sorprendió la mujer.
-Por favor quiero que se aleje de mí y de mi prometido.
-¿P-Prometido? –lo mire.
-Ah, -suspiro- se me salió.
-¿Qué?
-Hiro-san yo tengo algo que decirte....  

Por Siempre a Tu Lado... (Nowaki x Hiroki)Onde histórias criam vida. Descubra agora