CAPITULO 7 Dudas.

993 57 6
                                    


---Miyagi---

Después de ese día preferí alejarme, no quería verme involucrado en algo que no me corresponde aunque mi corazón me dice que vaya con Shinobu-chin, tal vez necesite a alguien que lo escuche y le de todo el cariño que se merece...

Pero que rayos estoy pensando...

Él no debería importarme, solo es... solo es...

Camine hasta mi oficina ya que las clases habían acabado y decidí sentarme a lado de la ventana observando, hasta que mis ojos encontraron aquella pequeña figura que está clavada en mis pensamientos.

Sin pensarlo dos veces baje a toda prisa a la entrada.

-Shinobu. –lo mire.
-¿Miyagi? –se sorprendió.
-Q-Que gusto verte. –dije un poco nervioso.

"¿Por qué rayos me siento así con él? Parezco una adolescente enamorada..."

-Mmmm, ¿se le ofrece algo? –cambio su semblante a uno más serio y cruzo los brazos.
-Je je, no, solo venía a saludarte.
-Ok. –se recargo en un árbol.

"¿Es todo lo que dirá? En verdad este mocoso me está haciendo enojar..."

-¿Cómo te sientes?
-¿Cómo debería sentirme? –me miro.
-Bueno, por lo que paso y...
-¿Qué soy gay? Lo soy y no tengo pena de decirlo.
-Yo...
-No me digas, -rio irónicamente- ¿Mi padre te mando a hablar conmigo para que me rectificaras por el buen camino?
-Eso...
-Era de suponerse, -suspiro- soy la persona más asquerosa, ¿no lo cree?
-Yo no...
-Debió haber sentido asco como lo acosaba, tiene razón mi hermana, usted fue el más afectado al haber convivido con un gay repulsivo como yo.
-Shinobu no sigas por favor...
-En fin, afortunadamente aún tengo dignidad.
-Quiero ayudarte y...
-¿Ayudarme? ¿Cómo? ¿Diciéndome que me fije en chicas? ¿Qué es una etapa que atravieso por mi adolescencia? ¿Qué soy un mocoso que no sé lo que quiero?
-Yo creo que...
-Ya no importa, solo espero a mi novio para irme de este lugar.
-¿Novio? –se sorprendió.

Un chico pelirrojo de ojos azules se acercó a Shinobu.

-¿Tienes mucho esperándome mi niño?
-Para nada Kaede, -sonrió Shinobu- ¿Dónde están Misaki y Toudou?
-Se quedarán a terminar un trabajo, ¿ya llevaste tus cosas a mi casa?
-Sí.
-Bueno, con permiso Miyagi-sensei. –comento el chico.
-Por favor dígale a mi padre que ya no tiene hijo. –dijo mi niño.

Sin poder detener mis movimientos lo tome del brazo y lo obligue a mirarme.

-Shinobu-chin por favor escúchame yo...
-Cierto, -sonrió y se zafo de mi agarre- felicidades por su noviazgo, me alegro que estén juntos de nuevo, bienvenido a la familia "c-u-ñ-a-d-o".

El pelirrojo tomo a mi terrorista de su cintura y caminaron hasta un auto plateado que estaba estacionado cerca y se subieron.

Me duele el pecho, sus palabras fueron muy duras, no puedo soportarlo...

¿Por qué me siento así?

¿Por qué siento que estoy perdiendo algo muy valioso?

Es que acaso, ¿siento algo por Shinobu?

No lo sé, tengo que comprobarlo...



---Hiroki---

En verdad ese mocoso fastidia mucho, aunque he de aceptar que en cierta forma me agradan sus celos, pero es algo que jamás le diré.

-Hiro-san, -se sentó a lado de mí- ¿Por qué no me esperaste?
-Por pervertido. –me acomode en mi asiento.
-Pero tú también me pedias más. –murmuro.

Rechine mis dientes y le di un gran golpe en la cabeza.

-¿Ahora que hice? –se sobo.
-Deja de decir esas cosas. –me sonroje.
-Pero Hiro-san...
-Te dejaré en abstinencia eternamente. –dije con un aura oscura.
-No diré más. –me miro como cachorro.

El mesero me trajo mi comida. En todo el rato Nowaki me hablaba de los lugares que quería visitar el día de mañana ya que no quería perderse nada, al igual que solo se la pasaba hablándome de lo mucho que me ama, cosa que hizo que me sonrojará al extremo.

-Hiro-san es tan lindo. –sonrió.
-Opino lo mismo que tú. –comento William.

El príncipe se sentó con nosotros y nos miró.

-Buenas tardes William. –salude.
-Me alegro encontrarte, -sonrió- quería invitarlos a un crucero el fin de semana.
-¿Crucero? –dijimos al mismo tiempo.
-Así es, por favor acéptenlo como muestra de que quiero hacer las paces con ustedes y como disculpa de mi comportamiento.
-Suena interesante. –comente.
-NO GRACIAS. –gruñó Nowaki.
-Compórtate Nowaki.
-Pero...

Lo mire seriamente y él solo suspiro.

-Además, -sonrió- hay cuartos privados y...
-¿Privados? –comento Nowaki.

"¿Por qué presiento que esto acabará mal?"

-Je je, eso no es...
-Entonces acepto sus disculpas príncipe William. –dijo Nowaki con un brillo en los ojos.

"Lo sabía ese mocoso está pensando en algo pervertido... Mi trasero corre peligro"

-Etto yo...
-¿Hermano? –escuche una voz conocida y voltee atrás.
-Pensé que estabas en tu habitación. –comento William.
-Así era pero, -me miro y sonrió- me alegra verte Hiroki, ¿Cómo sigues?
-M-Mejor, gracias. –respondí.

Nowaki arrimo su silla más a mi lado y me tomo de la mano.

-¿Se conocen? –enarco las cejas William.
-Sí, -sonrió Ald- hace unas horas tuvimos el placer de conocernos.
-¿Ustedes son hermanos? –pregunto Nowaki.
-Bueno, medios hermanos. –suspiro pesadamente William.
-Creo que era más que obvio Nowaki. –susurre en su oído.
-Hiro-san, no me gusta cómo te ven, es como si te desearán.
-Pero que dices, -solté su mano y cruce los brazos- baka, tú eres el único con mal gusto.
-Claro que no, tú eres muy sexy y cualquiera se fija en ti. –dijo firmemente.
-Idiota. –desvié la mirada.
-Sabes Ald, invitaba a esta bella pareja al crucero que iremos, ¿no te parece una gran idea? –dijo el rubio.
-Claro, -comento Ald- esperemos sea de su agrado, habrá un baile de máscaras.
-¿Baile de máscaras?
-Sí, -dijo Ald- este baile se hace cada 5 años, según la tradición dicen que todas las personas deben usar una máscara o antifaz, y que cada persona se enamora de su media naranja solo con una mirada.
-Interesante. –murmure.
-Yo no necesito buscar mi media naranja porque ya tengo a la persona que amo y amare toda mi vida. –me abrazo Nowaki.
-B-baka, suéltame ya...
-No. –se aferró a mí.
-Maldito mocoso. –susurre.
-Será entretenido, -sonrió William- además ya les daré la llave de su habitación en el barco, a ese baile se llega por invitación y ustedes serán invitados de honor.
-Gracias. –lo mire confuso.
-No tienes nada que agradecer, realmente ustedes me agradan. –sonrió el rubio.
-Hacen una gran pareja, seguro serán el centro de atención ya que ustedes están enamorados. –comento Ald.
-Así es Hiro-san es MIO, así como yo soy SUYO. –sonrió triunfante Nowaki.
-Y esto apenas es el comienzo...

Los príncipes se despidieron y se retiraron por las escaleras, Nowaki y yo nos quedamos en la sala de descanso un rato mientras leíamos un libro para conocer lugares turísticos del país. Tengo un mal presentimiento de este baile...



---Con los príncipes---

-¿Y cómo vez a mi conquista? –pregunto el rubio.
-Deberías de dejarlo en paz, él ya tiene a alguien y se ve que se aman. –suspiro Ald.
-No me interesa, -lo miro- Hiroki es una joya que no se encuentra en ningún lado.
-Pero...
-Seguramente es de los tipos que no le importaría tener una noche con otro, ni que fuera a quedar embarazado. –se carcajeo.
-Sabes que hay hombres que pueden hacerlo.
-¿Lo dices por tu sirviente?
-¿Cómo lo sabes? –se sorprendió el pelinegro.
-Damon me lo dijo, no quita esa sonrisa de su rostro. –suspiro.
-Bueno volviendo al otro tema, por favor William deja a Hiroki en paz, te lo advierto.
-¿Qué pasa con esa amenaza? –sonrió- No me digas, ¿a ti también te gusto Hiroki?
-Es muy lindo, pero ya te dije, al contrario de ti yo sé lo que hago y hasta donde darme por vencido.
-Eres un aburrido, -bufo- por eso no has encontrado pareja.
-No la estoy buscando. –suspiro.
-Deberías.
-Déjame en paz William, solo te digo no toques a Hiroki que no responderé.
-Bah, me vale un comino.
-Tampoco su amante se quedará con los brazos cruzados.
-Como si me importará.
-Y se supone que eres el mayor.

Ald dejo a William en la habitación y se dirigió a la suya con un pensamiento bien en claro, cuidar a Hiroki y de paso prevenir a su pareja.

No se dio cuenta que al caminar choco con un chico peliblanco de ojos cafés, lo ayudo a reincorporarse y lo miro, el chico se limpió las lágrimas que se resbalaban por sus mejillas.

-¿Estás bien? –pregunto Ald.
-H-Hai. –respondió.
-¿Puedo ayudarte en algo?
-Y-Yo, no sé, es que, -sus lágrimas caían- lo siento.

Ald sintió algo en su pecho y tomo a ese chico entre sus brazos estrechándolo dulcemente.

-Todo estará bien....
-Soy Shiro, Higurashi Shiro. –susurro.
-No llores Shiro, tranquilo. –acaricio el cabello de aquel chico.  

Por Siempre a Tu Lado... (Nowaki x Hiroki)Where stories live. Discover now