CAPITULO 32 A un paso.

509 28 1
                                    


---Shinobu---

Por fin he terminado mi carrera junto con Kaede, el tener mi diploma entre mis manos significa mucho para mí, poder ejercer mi trabajo como abogado, bueno solo teniendo a mi bebé en brazos porque ahora que tengo 5 meses, Kaede quiere que me la pase descansando hasta que nazca nuestro hijo.

Afortunadamente ni mi padre ni Risako me han vuelto a molestar, espero que no lo hagan más, aunque lo bueno es que en unos cuantos días nos iremos a otro país junto con el señor Nagasi mi nuevo papá, los tres nos iremos a comenzar una nueva vida, lejos de toda la maldad.

-Felicidades. –me abrazo mi suegro.
-Gracias. –sonreí.
-Por fin han acabado una eta maravillosa de su vida, -nos miró- me alegro mucho por ustedes, en verdad les deseo todo lo mejor.
-Gracias padre, -comento Kaede- te prometo a ti y a mi Shinobu que daré lo mejor de mí para que a mi familia no le falte nada.
-Eso espero hijo.

Varios amigos que teníamos en común se nos acercaron a preguntarnos acercar de ir a festejar, pero sutilmente los rechazábamos porque teníamos otra cita.

-Vamos, no quiero llegar tarde para la ecografía de mi niño. –sonrió Kaede.
-No te apresures tanto, recuerda el estado de Shinobu.
-Lo siento amor, -me tomo de la mano y la beso- es que estoy tan ansioso.
-Yo igual lo estoy Kaede.

Él me tomo del mentón y me dio un tierno beso.

Soy tan feliz de tenerlo a mi lado, es una persona increíble, un hombre que ha ganado mi corazón por completo.

Los tres nos subimos en el auto del papá de mi amado, y él nos llevó al hospital hasta donde teníamos la cita. Al igual que Kaede me siento tan ansioso, de solo saber que será nuestro bebé me hace sentir feliz, por fin sabré quien es el que crece en mi vientre.

Al acariciar mi vientre siento el calor que emana, ya está tan visible, supongo que aún falta que crezca un poco más, Kaede ha comprado algunos juguetes, pero dice que cuando estemos en Italia comprará más.

Llegamos al hospital y mi suegro nos dejó en la entrada diciendo que este momento debemos estar solo los dos, por más que insistimos solo dijo que estaría esperándonos en la sala.

El doctor nos recibió y nos guio hasta la sala de estudios, me hizo recostarme en una camilla y desabrochar mi camisa para colocarme el gel en el vientre.

-E-Esta frío. –murmure.
-Lo siento, -se disculpó el doctor- tendrás que aguantarlo un momento.
-Sí. –suspire.
-Gracias por este gran regalo Shinobu, te amo tanto. –me miro con ternura Kaede.
-Y-Yo también te amo. –susurre.

El doctor comenzó a colocarme ese raro aparato en mi vientre mientras nos mostraba una pantalla donde se veía la forma que tiene nuestro bebé.

-Tal parece que es muy energético. –sonrió.

Mire con tanta alegría la pantalla tratando de visualizar mejor las imágenes, me siento nervioso y no sé porque mis lágrimas comienzan a salir.

-Felicidades señores Nagasi, están esperando un hermoso niño.

Kaede me miro y sonrió.

-Un niño Shinobu, estamos esperando un lindo niño.
-Sí, -susurre- me siento tan feliz.

El doctor nos mostraba las imágenes indicando como estaba nuestro hijo, después me dio un trapo para limpiarme el gel y nos dio indicaciones para que mi embarazo fuera tranquilo, dietas y actividades que debía tomar.

Ambos salimos del consultorio tomados de la mano y caminamos hasta donde se encontraba su papá y le dimos la noticia.

-Tendré un nieto, que felicidad, aunque igual no me importaría si hubiera sido niña.
-En tres meses más lo tendremos en brazos. –comente.
-Solo un poco más, -sonrió- Ya saben qué nombre le pondrán.
-Itsuki. –suspire.
-Es un nombre hermoso, me gusta.
-Buscamos tantos nombres de niño y niña hasta que encontramos ese nombre de niño y de niña aun no lo teníamos. –comento Kaede.
-¿Destino? –rio.
-Tal vez, -sonreí- esto es vergonzoso pero, t-tenemos hambre.
-Vaya, mis amores son tan tiernos, -me beso- vamos.

De nuevo nos subimos al auto y Kaede nos llevó a un restaurante elegante, tan grande y lujoso.

-N-No es necesario todo esto, -lo mire- en verdad yo...
-Debemos celebrar, -besó mi mano- quiero darte lo mejor.
-B-Baka.
-Solo un poco. –sonrió.

Pedimos algo para comer y estuvimos platicando acerca de la casa en la cual viviríamos, me explicaban como era, lo hermosa que era, las vistas hermosas que ofrecía y la habitación que sería de mi niño, incluso me mostraron fotos de la casa.

-Es perfecta. –susurre.
-Me alegra que te gustara mi amor. –tomo mi mano.
-Kaede, me alegro tanto, gracias por todo tu amor, por estar siempre a mi lado, en verdad tengo tanto que agradecerte.
-No tienes nada que agradecer, -tomo mi mano y me coloco un anillo- porque estarás conmigo toda la vida.
-S-Sí. –susurre.
-Te amo. –tomo mi mentón.

Su papá nos miraba con felicidad y yo me deje llevar por ese beso.

-Qué asco. –escuche a nuestro lado.

Me separé de Kaede y mire la mesa siguiente, en ella se encontraban mis padres y mi hermana.

-Debí imaginarlo, -dijo mi padre- solo alguien como él haría esas escenas tan asquerosas.

Me estremecí y mordí mi labio para no gritar de rabia.

-Por favor, dejen de molestarlo, él puede hacer su vida con quien quiera. –comento mi madre.
-No te metas madre, -gruñó Risako- no sé cómo lo sigues considerando tu hijo.
-K-Kaede, -lo mire con suplica- vámonos.
-Sí. –se levantó y me tomo de la cintura.
-Ese niño no debe nacer, -me miro mi padre- es una abominación.
-No le permito que hable así de mi hijo, -gruñó Kaede- no sabe la pena que me da que personas como usted no les importa lo que sucede con su familia.
-Él no es nada mío.
-Quería quedarme callado pero no permitiré ni que insulte a mi hijo y mucho menos a Shinobu, -comento mi suegro- usted es la peor persona que he conocido, no sabe el odio que le tengo, ojala y se arrepienta de todo este daño que le ha hecho a Shinobu, porque el karma es se las cobra y muy caro, ya que todo lo que hace se regresa.
-Como si me importará. –comento mi padre.
-Pues debería, pero de una vez le digo, ni se le ocurra acercarse de nuevo a Shinobu porque no respondo, él ahora es como mi hijo y me va a dar lo más sagrado, me dará un nieto, al cual voy a querer y adorar.
-SON HOMBRES, ESO ES REPUGNANTE. –grito mi padre.
-LO repúgnate sería estar al lado de una persona que no amas, solo para cubrir apariencias, -le dedico una mirada fría- no tengo porque seguir hablando con usted, solo pierdo mi tiempo.

Kaede me llevo hasta la salida mientras su papá cancelaba los pedidos.

-Lo siento, -murmuro Kaede- yo...
-No tienes la culpa, -lo mire- no lo sabías.
-Mi amor. –beso mi frente.
-Solo llévame lejos.
-Te lo prometo, el viernes nos iremos y olvidaremos todo esto, viviremos felices con nuestro hijo.
-Gracias.



---Hiroki---

No puedo entender como ese tonto de Tsumori vaya al mismo lugar que nosotros, esto no es una maldita coincidencia, parece ser que nos siguió.

ME MOLESTA.

Se supone que este viaje solo es para Nowaki y para mí, disfrutar un poco de calma y paz en nuestras vidas, pero NO...

Ese baka está con nosotros y para variar a lado de nosotros...

Debe ser mentira...

Nowaki solo me miraba y trata de disculparse, diciendo que él no sabía nada acerca de que Tsumori estuviera con nosotros.

-Me alegra poder convivir con ustedes, así no me sentiré tan solito. –abrazo a Nowaki.

Fruncí el ceño y cruce los brazo.

-¿Ocurre algo Kamijou? –me miro.
-N-Nada que te interese. –rechine los dientes.
-Tsumori-senpai, no haga eso por favor. –lo aparto.
-¿Qué tiene de malo? Sí yo te apreció mucho.
-Hagan lo que quieran. –murmure y me voltee.
-Hiro-san, él solo bromea, no te enojes.
-¿Me vez enojado? –gruñí.
-N-No. –trago saliva.
-Eso creí.

Mire por la ventana y Nowaki tomo mi mano.

-Lo siento, no quise hacerte enojar.
-NO ESTOY...

Tomo mi mentón y me beso tiernamente haciendo que toda protesta se quedará en mi garganta, al principio me resistí pero después no pude negarme, deje que ese beso se profundizara hasta que nos separamos por falta de aire.

-Te amo Hiro-san.
-B-Baka, y-yo también.
-Y claro que también amo a nuestro bebé. –acaricio mi vientre.
-E-Es extraño.
-¿Qué cosa?
-Q-Que acaricies mi vientre, es algo raro, pero me gusta.
-Tú me gustas. –sonrió Nowaki.
-A mí también. –rio Tsumori.
-Nowaki yo lo mato. –gruñí.
-Hiro-san, espera...
-No, ahora si...

En todo el camino estuvimos discutiendo acerca de sus estúpidas bromas hasta que llegamos al aeropuerto de Arabia. Nos subimos a un auto para que nos llevará al reino de las rosas.

No sé cómo me deje convencer por Tsumori para que los tres nos fuéramos en el mismo auto, pero solo lo ignore ya que no quería escucharlo.

Llegamos al reino y nos bajamos del auto, Nowaki me ayudo y bajo las maletas. Me sorprendí de lo hermoso que luce el lugar, en verdad esto parece como un cuento de hadas, tan sorprendente e inimaginable, lo que leí acerca de este reino se queda corto con la realidad.

-Vaya. –suspire.
-¿Hiroki?

Al escuchar mi nombre me fije de una pareja, un pelinegro y un peliblanco que estaban tomados de la mano.

-¿Príncipe Ald? –lo mire.
-Vaya, -sonrió- me alegra verte, bienvenido a mi reino.
-¿Ah? –se sorprendió Nowaki.
-Les presento a mi pareja, -lo abrazo de la cintura- él es Shiro.
-E-Encantado de conocerlo. –se sonrojo el chico.
-Mucho gusto, -comente- soy Kamijou Hiroki y el de allá es Kusama Nowaki.
-SU PROMETIDO. –dijo celosamente.
-Felicidades entonces. –comento el príncipe.
-No sabía que este era su reino, -comento Nowaki- espero, eso quiere decir que... ¿W-William vive aquí?
-Sí, ya que él será el rey de este lugar.

"Supongo que se iba a enterar tarde o temprano"

-No es verdad, -susurro- y pensar que estaríamos tranquilos.
-Ni que decir. –reí.
-¿Lo sabías Hiro-san?
-No.
-Mientes. –hizo un puchero.
-Es verdad, -comento el príncipe- aprovechando que están aquí, lo invito a la fiesta que se realizará mañana por mi cumpleaños, es una fiesta de antifaces.
-Que bien. –sonrió Tsumori.
-Claro, nos encantará acompañarlos. –comento Nowaki.
-¿Ah? –lo mire.
-¿Verdad Hiro-san?
-Supongo. –cruce los brazos.
-Me alegra tanto, -comento el príncipe- nos tendrán que disculpar pero tenemos que ir por unas cosas.
-Está bien.

El príncipe se fue con su pareja, y Nowaki me llevo a la casa que había rentado para estos días, afortunadamente Tsumori tenía otro lugar donde quedarse y le agradecí que así fuera.

-Que cansancio. –me desplome en el sofá.
-Hiro-san. –se acercó.
-¿Nani?
-Te amo.

Me beso apasionadamente y me acorralo en el sofá.

-Te deseo.
-¿Eh?
-Quiero hacerte mío.
-B-Baka pervertido.
-Lo sé, pero realmente te amo.
-N-No digas eso.
-Es la verdad, -sonrió- te amo.

Coloque mis brazos en su cuello y lo besé siendo correspondido con pasión.

Supongo que no está mal hacerlo de vez en cuando, ¿no?



---En el reino---

Un príncipe se acercaba a una casa y entraba como si nada encontrándose con un pediatra.

-Pensé que tardarías. –cruzo los brazos.
-Lo siento, -comento el pediatra- nunca pensé que Nowaki quisiera viajar tan pronto.
-Espera, -lo miro sorprendido el príncipe- ¿Ellos están aquí?
-Sí.
-Pero, ¿Cómo?
-Casualidad tal vez.
-Supongo que debo pensar como acercarme a Hiroki.
-No creo que sea tan fácil, y más ahora que ambos esperan un hijo.
-MALDITA SEA, NO SE SUPONÍA QUE TÚ...
-Se lo dije, pero no sé qué ocurrió, ellos no se separaron y para colmo tendrán un hijo.
-Cambiaremos la táctica.
-¿Qué quieres decir?
-No solo Ald morirá mañana junto con Iason, sino también ese estúpido de Nowaki.
-E-Eso...
-Más te vale no echarte para atrás Tsumori, sino quieres morir ni se te ocurra.
-Lo sé.
-MALDITOS, ARRUINANDO MIS PLANES COMO SIEMPRE.

Por Siempre a Tu Lado... (Nowaki x Hiroki)Where stories live. Discover now