CAPITULO 21 Decisiones.

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---Raven---

Desde que Damon se enteró que estoy esperando un hijo suyo, está más que feliz, tiene una gran sonrisa que nadie se la quita, me mima y me protege, me demuestra todo su amor, sus palabras, sus acciones, sus caricias.

En verdad lo amo como nunca creí amar a nadie.

Cuando se lo dijimos a nuestros amos fue algo, sorprendente su reacción, Ald nos apoyó y estaba muy feliz, me dijo que estuviera a lado de la persona que amo, que olvidará el juramento de ser su sirviente y me enfocará en mi alegría.

Aunque la reacción de William, en verdad fue más sorprendente aún.


***Flash-back***

Damon me tomo de la mano y entramos a la sala donde se encontraba William tomando una copa de vino mientras miraba unos documentos.

-Ahí estás Damon, te he estado buscando. –comento.
-Lo siento amo, -hizo una reverencia- tenemos que hablar con usted.
-Eso lo involucra a él. –me señalo.
-Sí.
-Díganme entonces.
-Lo que pasa es que, -suspiro- Raven espera un hijo y me gustaría que...
-Claro.
-¿Cómo? –lo miro.
-¿Quieres tu libertad no es así?
-Sí.
-Entonces adelante, puedo buscar otro sirviente.
-Muchas gracias.
-Sólo ten cuidado con lo que hagas.

Esas palabras me dejaron pensativo pero decidí no decir nada.

***Fin del flash-back***


Desde ese día Damon compro una casa en el pueblo siguiente para estar lejos del reino y no preocuparnos por los príncipes.

A pesar de que se disolvió ese contrato, mi lealtad con Ald siempre seguirá viva, porque él me ha ayudado siempre, ha sido mi apoyo.

Damon está todo cariñoso y lo amo.

Desperté temprano ya que escuche voces en la sala y baje las escaleras. Encontré al príncipe William platicando con Damon, sin saber que esa plática me destruiría por completo mis ilusiones.

-Sólo espero que no hables nada de nuestro compromiso.
-No diré nada.
-¿Y cómo vas con Raven?
-Bien.
-Me alegro mucho, sigue con tu misión y enamóralo, que no vuelva a proteger a Ald.
-Lo que ordene. –contesto Damon.

Tape mi boca para que ningún sollozo saliera, mis lágrimas empezaban a caer por mis mejillas.

¿Todo esto solo fue para alejarme de Ald?

¿No sintió nada por mí?

¿Sólo soy un simple obstáculo?

-Perfecto, me alegra que seas tan servicial, y en cuanto quieras puedes dejarlo botado, ya no servirá de mucho cuando tenga a ese bebé.
-Es mi hijo.
-Se lo puedes quitar, al fin y al cabo, esta rendido a tus pies...

Solo una simple misión...

Me siento tan estúpido por creer en sus mentiras...


---Shinobu---

-Kaede, ¿Qué quieres que sea nuestro bebé?
-Me gustaría gemelos.
-No Kaede, solo es uno.
-Se vale soñar.
-Pides mucho.
-Bueno a mí me gustaría una niña idéntica a ti.
-A mí me gustaría un niño. –suspire.
-Entonces cuando lo tengamos hagamos la parejita.
-¿No descansas?
-No...

Me despedí de él y se fue caminando hacia su edificio.

-¿Bebé? –escuche la voz de mi hermana.
-R-Risako. –murmure.
-Así que la putita de Shinobu tendrá un bebé.
-No me digas así.
-YO TE DIGO COMO QUIERO.

Estaba a punto de irme pero me detuvo de mi muñeca.

-¿De quién es, de ese pelirrojo o de Miyagi? O ¿Le abriste las piernas a otro?
-Suéltame.
-Como quieras. –sonrió.

Me aventó al piso y antes de caer coloque mis manos en mi vientre protegiendo a mi bebé, aunque me pegue fuertemente en la cabeza.

-Personas como tú merecen estar en el piso...

¿Por qué tanto odio?

¿Qué hice para merecer esto?


---Shiro---

En todo el día me fui a pasear por el palacio y los alrededores, me encanta el lugar, quisiera traer a mi hermano aquí, seguramente se enamoraría del reino, en verdad soy tan feliz, no importa donde esté, siempre y cuando Ald este a mi lado.

Pensé que después de Claude no podría enamorarme, pensé que jamás se fijarían en mí, no soy un chico tan social, soy sensible y en algunas ocasiones muy ingenuo, pero me gusta ayudar a los demás sin esperar nada a cambio, me gusta divertirme aunque no lo parezca.

Ald es el amor de mi vida, mi felicidad y lo que más deseo es estar por siempre a su lado, es amarlo y ser amado, cuidarnos mutuamente y demostrarnos todos nuestros sentimientos, ser felices todos los días de nuestra vida.

-Tú debes ser el chico que trajo Ald. – comento una chica rubia.
-¿Quién eres tú? –la mire.
-Mi nombre es Sara y soy la novia de Ald.

Me levante de mi asiento sorprendido, trata de calmarme ya que todo esto tenía una explicación, Ald me ama a mí y no creo que me haya engañado.

-Eso no es verdad. –comente.
-Además estoy esperando un hijo suyo.
-No lo creo...
--Quiero que te alejes de él.
-Es mi novio.
-¿Acaso estás loco? Eres un hombre. –me miro.
-Eso no importa.
-Claro que lo es, ¿Acaso no piensas en su posición?
-¿Eh?
-¿Qué dirán todos cuando se enteren que alguien como tú lo acosa?
-Soy aceptado.
-Es un suponer.
-Lo amo.
-Que te alejes. –me tomo del brazo- Es mi prometido.
-Eso es...

-DEJA DE MENTIR SARA. –gruño.
-Raven... -mascullo.
-Shiro no le creas a está tipa, solo mete cizaña.
-Y-Yo no le creí, -suspire- yo creo en el amor de Ald.
-Maldito. –gruño la chica y se fue.
-NO entiendo cómo es capaz de mentir así, -suspiro- al menos ya me lo esperaba.
-Gracias.
-No agradezcas, -me miro- Ald te ama demasiado y no quiero que arruinen su felicidad.
-Eres muy bueno.

Al mirar sus ojos estaban llorosos y algo hinchados.

-No lo creo. -rio.
-Lamento la indiscreción pero, ¿ocurre algo?
-¿Cómo?
-Es que parece como si hubiera llorado.
-No pasa nada, -sonrió a medias- disculpa pero tengo que terminar algunas cosas.
-Está bien. –comente- Y muchas gracias por todo.
-Solo haz muy feliz a Ald, se lo merece.
-Así lo haré.

Nos despedimos y él camino a una de las casa cerca de la calle principal, yo regrese al palacio, un sirviente de William me ofreció un vaso de jugo, me lo tome y me encerré en la biblioteca mientras leía un libro.

No me percaté que me había quedado dormido hasta que sentí como alguien me cargaba y medio abrí los ojos porque me pesaban mis parpados.

El aroma que desprendía aquella persona era igual al de Ald, me acurruque en su pecho.

-Te amo. –murmuro.
-Ald, volviste... -susurre.

Mi cuerpo se sentí tan raro, una sensación que nunca tuve, solo cuando me entregaba a Ald...

Me coloco en la cama y sentí una presión en mis labios, abrí mi boca, metió su lengua a mi boca, pero el sabor era extraño, muy desconocido para mí, sus labios todo sabía diferente.

-Ahhh. –gemí al sentir su mano en mi entrepierna.
-Hermoso... -susurro en mi oído.

Trate de aclarar mi mente pero no entendía nada, mi cuerpo estaba caliente pero mi mente me confundía mucho, veía a Ald frente a mí pero no se escuchaba como él.

Su lengua se apodero de mi cuello mordiéndolo y su mano se metió en mi pantalón y comenzó a acariciar, saco mi miembro y me masturbaba.

-Ahhh, e-espera. –gemí.
-Mío, solo mío...

Su lengua bajo hasta mi miembro y comenzó a chuparlo, trate de empujar su cabeza pero el cansancio me vencía.

-Ahhh, n-no más...
-Shiro, te haré mío...
-Ahhh.

Sentí que no podía más y me deje vencer por el cansancio.

-A-Ald...




Aquella persona estaba dispuesta a continuar hasta que escucho caballos aproximarse y solo arreglo las ropas que aquel chico y salió de la habitación sin dejar algún rastro...

-Maldito Ald...


---Hiroki---

Me quede acurrucado en el pecho de Nowaki, él estaba dormido recargando su cabeza en la mía, su respiración era lenta y tranquila, tenía una bella sonrisa en sus labios.

Sentí tanto miedo de solo perderlo, pensé que no era su felicidad, que yo no me merecía su amor...

En verdad quería darle una familia, lo deseaba con todo corazón...

-Lo lamento Nowaki. –murmure.
-Hiro-san, soy feliz contigo, no importa lo que pase, quiero que estemos juntos hasta el final. –me beso mi cabello.
-Te amo Nowaki.
-Yo también Hiro-san, muchísimo, -me tomo del mentón- así que no dudes de mi amor por ti, no importa lo que pasemos, lo enfrentaremos juntos.
-En verdad yo...
-Hiro-san, encontraremos soluciones, tal vez podríamos adoptar una docena de hijos.
-B-Baka. –me sonroje.
-Para todo hay solución, no hay que cerrarnos por completo.
-A veces me impresionas tanto Nowaki.
-Quiero ser lo mejor para ti, Hiroki de Kusama.

Sentí mis mejillas arder cuando dijo esas palabras, en verdad no recordaba que soy su prometido, miro mi mano y el anillo luce reluciente y hermoso.

-Me gusta como suena. –admití.
-A mi igual, -sonrió- eres solo mío Hiro-san.
-Así será siempre.
-Deberíamos festejar de nuevo, -beso mi cuello- digo por si las dudas.
-No más Nowaki, debo ir a la Universidad en unas horas.
-Mmmm.
-¿Qué ocurre?
-Quiero que te alejes de ese profesor.
-¿Hablas de Ukyo?
-Me molesta como te mira.
-Pero...
-No te le acerques, no me agrada.
-¿Estás celoso?
-Demasiado. –me abrazo.
-BAKA, -reí- él no me interesa, confía en mí.
-Confió mucho en ti pero no en él, por favor, -beso mi frente- trata de no estar a solas con él.
-Lo haré, -lo bese- lo prometo.
-Gracias. –junto nuestras frentes.

No sé qué haría sin Nowaki, es lo mejor que tengo...

Después de unas horas nos bañamos juntos y cada uno se fue a su trabajo, al llegar a la oficina Ukyo se levantó de su asiento y se acercó a mí.

-¿Cómo te encuentras?
-Buenos días profesor, estoy mejor gracias.
-Me alegro mucho, -me tomo del mentón- al menos ya no tienes las ojeras y tus ojos muestran un brillo único e inigualable.
-Profesor...
-Eres muy bello, aunque si dejaras de fruncir el ceño todo mundo se te declararía.
-S-Supongo... -trate de contener mi enojo.
-Espero salir contigo sin interrupciones.
-¿Ah?
-¿No crees que me debes una cita?
-Pero...
-Vamos el viernes al bar después de las clases...
-Pero...
-Como salgo temprano yo te espero, iré a mis clases. –salió.
-¿Y a esté qué le pasa?


---Shinobu---

Mire a mi hermana retirarse mientras yo sostenía mi vientre, afortunadamente no me lastime, pero mi cabeza dolía demasiado, intente pararme pero todo daba vueltas.

-SHINOBU.
-M-Misaki... -murmure.
-¿Qué ocurrió?

Se acercó a mí y me ayudo a levantarme.

-Agg. –me queje.
-Maldición, estás sangrando. –me coloco un pañuelo en la cabeza.
-D-Duele.
-¿Cómo paso esto?
-Fue Risako...
-SHINOBU-CHIN...

Sentí unos brazos rodeándome por completo.

-Esto no se quedará así, Risako no se saldrá con la suya.
-Miyagi. –susurre.
-Lo vi, trate de llegar a tiempo pero no pude, lo lamento.
-No es tú culpa...
-Juro que no dejare que esto se quede impune.
-Tengo miedo. –susurre.
-Tranquilo Shinobu-chin. –beso mi cabeza.
-No quiero perder a mi bebé, no lo quiero.
-¿Bebé? –me miro.
-Estoy esperando un hijo de Kaede...


---Raven---

Salí de la casa sin ser visto, no quería seguir en ese lugar.

Al dar un paseo encontré a Sara molestando a Shiro y afortunadamente el chico ama mucho a Ald y no cree en las mentiras de cualquier persona.

Me siento feliz de que Ald haya encontrado a alguien a quien amar, y que es correspondido...

Aunque yo no lo sea...

Mis lágrimas comenzaban a caer sin poder controlarlas...

-Raven. -escuche detrás de mí.
-Eres tú...  

Por Siempre a Tu Lado... (Nowaki x Hiroki)حيث تعيش القصص. اكتشف الآن