XVII. The Less I Know The Better.

1.3K 215 80
                                    

Eventualmente, Nico tuvo que comer. Debía salir de su cama, encontrarse en otro ambiente que no fuera su habitación y dejar de lamentarse por lo que había ocurrido.

Percy le había recomendado que no perdiera muchas clases ya que luego lo lamentaría, pero, vamos, lo único que podía pensar en aquel momento era que no valía la pena, nada de lo que estaba haciendo, su vida no valía la pena si no la compartía con Will.

Incluso había escrito lo que le diría si llegaba a verlo en la máquina expendedora, era una larga carta que expresaba todo lo que Nico no podía decir en voz alta. Le había enviado mensajes a Will para que lo encontrará allí, le había pedido a sus amigos que se lo comunicaran de parte de él, pero nada sirvió.

El día viernes fue cuando Nico se dio cuenta que estaba perdiendo su tiempo. Ya había pasado una semana, y el vacío que sentía dentro no se podría reemplazar con nada, con nadie más que no fuera Will. Quería buscarlo, abrazarlo, y lo habría hecho si Leo y Percy, sus únicos amigos presentes allí, no lo hubieran evitado.

—¿Qué están haciendo? —Les dijo a ambos cuando se pusieron frente a su puerta, bloqueando la salida. De alguna manera, habían logrado salir ambos antes de clase para poder lidiar con Nico.

—No puedes. —le dijo el latino.

—No ahora. —completó el de los ojos claros.

—Vístete, y no, no te llevaremos a donde Will, pero si a tus clases. La próxima comienza en media hora, así que apúrate. —Leo le dejó en claro lo que debía hacer como si fuera su madre, o algo así. Cerraron su puerta y Nico notó que permanecieron afuera de su dormitorio hasta que él estuviera listo.

"Debo seguir adelante" se repitió a si mismo. "Debo seguir adelante".

Tragó su orgullo y comenzó a vestirse para regresar a una clase a la que, por supuesto, no tenía ganas de atender.

———

El día que Nico volvió a sus clases causó un gran impacto en sus compañeros. Durante aquellos días, Percy, Leo, Annabeth y cualquier conocido habían prometido no mencionar ni una palabra de lo que había sucedido entre Will y Nico.

Todos comenzaron a cuestionar el porqué de la desaparición de ambos, pero días después pudieron descifrar por si mismos lo que había ocurrido.

Ya era oficial.

Will había seguido adelante. No era feliz, por supuesto que no lo era, pero sus clases realmente lo distraían, y no había notado cuánto extrañaba la sensación de estudiar algo que realmente le interesaba.

Después de que el día escolar finalizara, en general el rubio se dirigía derecho a su habitación y se encerraba a estudiar.

De hecho, estaba tan concentrado que no escuchó los golpes en su puerta.

Will se asustó ante el ruido, y se acercó a la puerta para saber quién lo visitaba.

—¿Jason? —preguntó al verlo. —¿Qué haces aquí?

El chico lo miró confundido. —Si quieres puedo irme, de hecho...—

Allí fue cuando Will entendió que su comentario había sido un poco rudo de su parte.

—No quise decir eso, puedes pasar, por supuesto.

Will abrió la puerta para que el chico pudiera pasar, mientras sonreía.

—Pues, pasé por aquí para ver cómo te sientes. Sé que ya han sido varios los que te visitaron, pero yo no quiero ser como los demás y preguntar si necesitas llorar sobre mi hombro, lo siento. —Jason puso sus manos en los bolsillos traseros de sus jeans. —Además, basándome en tu rostro y por el sonido que acaba de hacer tu estómago, debes tener hambre.

Forgotten Boy #PremiosPJOyHOOWhere stories live. Discover now