Let me in | Laughing Jack #CreepyAwards2019

Capítulo 1: Regreso a casa.

El horrible sonido del teléfono continua molestando. Aún no he averiguado como cambiar el tono, por lo que me pongo de un curioso mal humor cuando me llaman. Es una melodía infernal, cualquiera pensaría lo mismo estando en mi lugar.

Me levanto del sofá algo perezosa y camino hasta el estante de al lado de la televisión. No me fijo si quiera en el número cuando ya le di al botón de aceptar la llamada. Mierda.

—¿Prima Carrie?— oí dudosa a una suave voz que no oía en años.

Años que pasaron como siglos, probablemente. Y es que la distancia implica demasiado en cualquier relación con otra persona.

—¿Prima Evelyn?— respondí, aplicando el mismo tono dudoso que ella usó.

Sería muy vergonzoso que la confundiese con la prima Veennie, o incluso con alguna de mi tías. Si es Ev, su voz ha cambiado mucho en realidad. Al menos desde que la escuché por última vez.

—Creí que no oiría tu voz jamás— bromeó.

Acerté, menos mal. Las cosas han cambiado muchísimo desde que no estoy, supongo. Aunque la verdad es también culpa mía, me centré tanto en mi nueva vida aquí que apenas me acordaba de llamar o mensajear a mi propia familia. Si me ha llamado debe haber ocurrido algún acontecimiento importante, y en todo caso le agradezco que se haya acordado de la prima que tiene al otro lado del charco.

—Verás es el cumpleaños de mi hijo--

La interrumpí de inmediato.

—¿Tienes un hijo?

Estaba alucinando totalmente. Si es así, empezaba a mosquearme un poco. Es verdad que no llamo muy a menudo, bueno de hecho no llamo casi nunca. Pero eso no significa que no añore a mi familia, o que no me preocupe por ella. Además si me llamaron cuando la tía Brenda murió. Es cierto que no pude asistir a su velatorio, pero Ev siempre me ha llamado contándome cualquier cosa que le sucediera. Es mi prima querida. Hasta me llamó cuando se graduó en psicología. Ha sido la única que ha continuado llamándome aunque yo no la llamara a ella. ¿Por qué no me dijo nada? Me llama ahora que es el cumpleaños de su hijo, no puedo creerlo. Ni siquiera cuando nació o algo por el estilo.

—Sé lo que estás pensando, y no Carrie— se oían gritos de fondo— Jason estoy hablando por teléfono.

Pongo el manos libres y me tiro al sofá. No sé que horas serán allí, pero aquí rondan las seis de la mañana y estoy que me caigo de sueño. Por no mencionar que la noche anterior me quedé despierta hasta tarde, así que no es como si hubiese descansado en cantidad. Siento mi cuerpo pesado, como si hubiese engordado diez kilos.

—¿Carrie?

—Sí, sigo aquí— murmuré contra el sofá.

—Va a hacer un año desde que adopté a Jason. Perdón por no habértelo contado, pero era demasiado pronto.

Tampoco puedo enfadarme, ¿no? Sería muy egoísta de mi parte si lo hiciese. No recuerdo haberle devuelto las llamadas en al menos los dos últimos meses. Y no creo que a lo sumo le haya devuelto mas de tres. Me siento una mala prima. Además, después de todo es si decisión el compartir sus elecciones o no. En todo caso lo importante es que me ha llamado para decírmelo, que no he tenido que descubrirlo por mi cuenta y es un detalle que aprecio bastante.

—¿Quieres venir? Haré una comida con la tía Cassy y papá y todo el que quiera venir además. Sé que recién acabas la universidad así que...

—¡Claro que sí, querida prima!

Estaba muy contenta, claro que iría. Era un acontecimiento especial y como ella decía, por fin terminé la universidad. ¡Estaba libre para volver a disfrutar el tiempo con mi familia!

—Te tengo que dejar, Jason se pone pesado a veces— se excusó.

—Vale, cuídate— me despedí.

Colgué el teléfono y lo lancé al otro sofá. Por fin dejaría esta casa tan diminuta y volvería con mamá y la prima Ev. Tal vez fue un error viajar hasta tan lejos para acabar la carrera antes. Pero, ¿qué iba a hacer? Era mi vida o quedarme para siempre en casa con mamá como una amargada. Quería salir de esa vida rudimentaria. Me negaba a ser una fracasada más

Yo tengo otros objetivos en la vida, y muchas, muchas ambiciones. No quiero ser como Evelyn o mi hermano. Sé que la vida tiene reservado para mí algo mucho mejor, y aunque no fuese así yo me encargaría de que ocurriese. No podría resignarme a tener una vida tan patética.

Estiré mis brazos y suspiré. Cogería él vuelo más próximo. Me levanté del sofá y caminé hasta la mesa en donde tenía mi ordenador portátil. Lo encendí, y mientras esperaba a que este estuviera listo, me serví un zumo. No había ni desayunado. Volví a la mesa e introduje la contraseña, hice click sobre el navegador que todos utilizan, San Google, y busqué por los vuelos más económicos a la vez que próximos. Le di un sorbo a mi zumo y continué con la búsqueda.

—Muy caro— peiné un mechón de mi pelo hacia atrás.

Continué navegando por múltiples páginas de vuelos distintos. Distintas compañías. Había muchas variaciones en los precios, lo que me hacía pensar la diferencia de calidad de los mismos.

—No tan caro— chasqueé la lengua.

Hay tantas ofertas que no se cual me vendría mejor. Para el final de la mañana, opté por coger una ligeramente más cara de lo que en un inicio hubiese deseado pero por lo menos podría salir en dos días, lo cual me convenía mucho.

Oh, necesitaré un regalo para Jason. Seguro que se pone muy contento, ¡que ganas de conocer al querido hijito de mi prima! Tal vez debería hablar con Jake. Él conoce todas las tiendas de la ciudad, seguro que me consigue algo fantástico por un módico precio. Siempre llama a mi puerta con miles de gangas, y lo sorprendente es que para él es fácil. Y económico por supuesto. Le enviaré un mensaje.

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Me levanté de la mesa tras cerrar el ordenador portátil y me dirigí a mi habitación. Jake siempre tenía tiempo libre cuando le llamaba, es alucinante. Desgraciadamente para mí, justamente hoy tiene ocupaciones que atender y al parecer son más importantes que ayudar a su mejor amiga a buscarle un regalo a su "sobrino". ¡Qué asco! ¿Por qué justamente cuando le necesito? No puedo hacerlo sola joder.

Y todavía quedan alrededor de dos horas hasta que podamos quedar y zanjar el tema del regalo. Tan sólo si Evelyn no me hubiese llamado tan temprano... Ya estaría soñando con mi preciosa vida futura. Argh, me siento tan exhausta. Jake tendría que haber venido a hacerme el desayuno como lo hacía siempre que tenía universidad.

Me lancé sobre la cama en plancha. Tenía dos horas libres en las que no haría probablemente nada. Estoy tan cansada, quiero dormir. Me acurruqué en la cama y cerré los ojos. El sueño pronto se apoderó de mi ser. Y estaba más que claro que yo lo único que quería era invocarlo.

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— ø a s i s