Capítulo 19: Operación.

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Por fin todo llegaría a su fin y no quería arrepentirme de absolutamente nada de lo que fuera a suceder de ahora en adelante. Había llegado el momento de cumplir con el último encargo de Jack y finalmente el me abriría las puertas a un futuro lleno de éxitos y triunfos, así de fácil.

Una pregunta había rondado mi cabeza desde hacía tiempo, y es que, si su poder era tan inmenso, ¿qué era lo que necesitaba de mi para llegar hasta esa chica? No parecía tener sentido para mí. Tampoco quise preguntárselo directamente, supuse que no me respondería. Me equivoqué, y fuera de lo esperado, él mismo me detalló un poco más sobre su situación.

—Sé que no te gusta hacer lo que te digo sin entender porqué quiero las cosas de determinada manera.

Examinaba la pistola a medida que hablaba con calma.

—Salir de la caja fue muy complicado, todavía ando recuperando mis poderes. De cualquier forma, mis poderes no son suficientes para atraer a Janette, ya no es una ingenua.

Me interesaba lo que decía y le prestaba mucha atención, aunque pudiera parecer que simplemente observaba la pistola.

—Aunque no lo creas soy muy vulnerable actualmente. Y esa coalición entre Jeff y Rogers me perturba. No le quitan un ojo de encima a la chica.

Lo cierto es que hacía rato que dejé de entender de qué narices me estaba hablando. Lo que sí que entendí es que era más vulnerable que nunca y que no era capaz de engañar a Janette. Un factor que agrava la situación era la posibilidad de enfrentarse a la coalición de esos dos tipos que no dejaban de ver por ella. Estaba satisfecha porque me había dado información que en un principio no debía darme sin embargo no contestó a mi pregunta principal, ¿quién era ella y porqué la quería conseguir a como diese lugar?

Claro, que no iba a responderme a eso. —Solo tienes que pillarla y traerla aquí. —señaló en el mapa. Asentí. —Fue una maldición haber nacido así y seguirá siéndolo por el resto de mis días. Mi restricción.

Por lo que pude entender, se refería a ese circo abandonado lleno de edificios quemados. Ese lugar era su hogar y su maldición.

—Te esperaré aquí, haz las cosas bien.

Volví a asentir, restándole importancia. Si con eso todo terminaba, estaba dispuesta a ello. Estaba harta de esos juegos de las citas o pasar tiempo juntos, me hacían sentir patética cuando caía en la cuenta de que Laughing Jack solo quería una cosa de mí, que fuera útil.

—Pues Janette, allá vamos.

.

.

.

Cargué la pistola en mitad del comercio pero absolutamente nadie de allí vio o escuchó nada. Si los poderes de Laughing Jack estaban debilitados después de todas estas muestras de magia oscura, no quería imaginar hasta que punto podía llegar  en realidad. Es verdaderamente aterrador.

Estaba a tres metros de mí, la seguí desde que abandonó su hogar y ni siquiera fue consciente de ello. Fue fácil.

—Saca la mano del bolsillo, Janette.

No parecía haber escuchado lo que le dije porque en lugar de obedecer, movió la mano en el inferior del bolsillo de su sudadera.

—Tú primero. Pareces llevar algo pesado en ese bolsillo.

No la aguantaba. Esto no tenía caso,  Laughing Jack tenía todo esto previsto desde hace mucho. Todo iba a terminar con total seguridad.

Chasqueé la lengua —Solo quiero terminar con esto, eres un pesado.

Espero que me hayas escuchado Jack, porque estoy harta de verle la cara a esta chica que tanto te interesa. Saqué la mano izquierda del bolsillo, vacía. Acto seguido, hice lo mismo con la otra mano, pero esta cargaba una pistola, esa que Jack me había proporcionado. Y tal como me especificó, la apunté con ella sin reparo alguno. 

—¿Qué haces? Estamos en medio del supermecado.

No pude evitar reírme. Maldito payaso, eres un genio.

—Está cargada.

Miró a su alrededor en busca del pánico extendido en el gentío, de los gritos y de las huidas, pero no existieron jamás. Las personas continuaban comprando como si nada. Janette estaba confusa, muy confusa.

Pero ya estaba cansada de verla así, y la voz de Laughing Jack hacia eco en mi mente. —¡Cállate! Venga vamos.

Hasta que finalmente se rindió, maldita sea. Sabía por parte de Jack que era testaruda como Jeffrey Woods, aunque tampoco conocía a ese sujeto como para saber en qué medida eran comparables. Janette finalmente sacó el cuchillo que traía escondido en el bolsillo de su sudadera y me lo entregó. Fue entonces cuando puse la segunda parte del plan de Jack en marcha; la escolté hasta el lugar indicado.

Si bien Laughing Jack pudo hacer pasar desapercibida la pistola que sostenía, le era imposible cambiar la expresión de Janette. Detestaba que toda la gente del supermercado se dedicara a contemplarla con estupefacción.

—Podrías salir de mi sombra y hacer algo. Me molesta que nos miren.

¿Qué sentido tenía que siguiera oculto? Estaba desarmada, con los morros hinchados del enfado y los ojos inundados en preocupación. Todo ello se debía, claro estaba, al callejón sin salida con el que se había topado en menos de cinco minutos. Ya no quedaban motivos para esconder su presencia. Sin embargo, Laughing Jack prefirió hacer oídos sordos a lo que le decía y no abandonó mi sombra hasta que no terminé de alejarme lo suficiente de la ciudad.

Aún me hablaba desde ese lugar. —Lo has hecho bien.

—¿Puedes salir ya?

Se reía a carcajada limpia.

—Pero que muy bien eh, Carrie.

Si por tan sólo un segundo hubiera considerado el hacerme caso, no me hubiera distraído lo necesario para que Janette me arrebatara ese sucio cuchillo.

Y demonios, si que tuvo fuerzas para enterrarmelo con todas sus fuerzas en el costado.

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Muchas podéis pensar que caracterizo a Laughing Jack super OP pero es que es así como verdaderamente le veo. No es humano, no es un demonio, es algo mucho peor y sacar un gran partido de ello es el fundamento de esta historia <3

El siguiente capítulo es el final u.u

Let me in | Laughing Jack #CreepyAwards2019Where stories live. Discover now