¡Maldito Karma! [✓]

27- "Are you scared?"

¡No cunda el pánico! Wattpad y yo hemos tenido serias diferencias creativas. Bien, me publicó el borrador sin corregir y ahora he tardado media hora en poder manipularle de forma normal y poner todo en orden, ¡dah! Hacía mucho que no me daba problemas, pero cuando me los da, los da.

¡Sin más dilación! 

#MalditoKarma

#ProblemasTécnicos

Capítulo 27. Are you scared?

Darse cuenta que para inventar una mina de oro no se necesita ser más inteligente de lo normal resultaría algo consolador para la gente normal. Solo hay que pensar en la brillante idea de añadirle un palo a un caramelo o a un trapo. De la nada tenías dos inventos que podían arrancarte de la pobreza.

En mi caso había nacido demasiado tarde como para remunerar mi carrera con algo tan insustancial. No obstante el complejo proyecto que me traía entre manos podría resultar algo realmente útil en campos como la neurobiología o la bioquímica.

Hacer una tesis completa sobre el amor aportando datos y directrices en su momento me pareció una idea brillante. Por eso no la podía echar a perder por una serie de accidentes.

Sería tirar mucho trabajo, demasiado y volver a empezar con el proyecto con el que la universidad de martirizaba. Sus expectativas eran una pared contra la que no estaba dispuesta a golpearme.

Todo eso me obligaba a hermetizar todos los aspectos del experimento.

Hasta el último detalle tenía que ser esterilizado y controlado si no quería que se me fuera de las manos.

No podía ser demasiado difícil.

Solo había que variar el paradigma de la relación.

Un cambio que resultaba difícil si me obliga a compartir horas de mi vida en la insulsa tarea de intentar hacer comprender a Hunter la sutiliza de las matemáticas.

Cuanto más tiempo pasaba con él, mi visión iba variando.

No necesitaba conocerle.

De hecho eso sería un garrafal error.

—¿Cómo?

La expresión sorprendida de Hunter bombardeó mi visión. Una mueca que fue variando en muchas aspectos hasta trasmutarse a una ligeramente dolida y sobretodo, molesta.

—Lo que oíste —mascullé aburrida— a partir de ahora te mandaré una serie de ejercicios que luego recogeré y te los corregiré. No sufras las correcciones serán explícitas y muy bien explicadas. Lo entenderás igual.

Atacar con esa nueva información a la entrada de su casa no pareció sentarle especialmente bien. Quizás también porque apenas habían pasado un par de horas después de lo ocurrido en el ascensor.

Hunter profundizó el ceño e inclinó la cabeza hacia un lado, aún como si no pudiera creer lo que acaba de decir.

Una sonrisa retorcida sustituyó a la inactividad de sus labios.

—¿Hablas en serio?

Le sostuve la mirada sin variar un ápice en mi determinación.

—Siempre hablo en serio —repliqué con acidez — ¿tienes algo que decir al respecto?

Los ojos azules de Hunter se desplazaron hacia mi persona.

—¿Acaso cambiaría algo lo que yo tuviera que decir?