Crucio

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-¿Qué tal tu hombro?-me pregunta Dumbledore mientras me entrega un caramelo de limón. Lo acepto y me lo meto en la boca.

-Mejor.-asiento y él me sonríe.

-Verás, Ann. Tú tenías un abuelo llamado Glanmore Peakes, ¿verdad?-asiento sin saber a donde quiere ir a parar. Realmente ni siquiera conocí a mi abuelo. Cuando nací, él ya había muerto.-Bien, él era Glanmore Peakes Dumbledore-frunzo el ceño.-Él era mi primo.

-¿Y qué tiene que ver eso con Voldemort, señor?

-Verás, Ann. Los Dumbledore tiene sangre muy pura y conservan una magia que no cualquier mago posee. Que tu abuelo sea un Dumbledore te convierte a ti en una. Lo que quiere decir que tiene sangre muy valiosa en tu interior, si se te usara para ello, se conseguirían cosas enormes contigo. Por eso, Voldemort quiere hacerte una de sus secuaces ya que contigo sería...bastante poderoso.

-Yo nunca me prestaría a ser una de sus secuaces, señor.

-Lo sé, Ann. Claro que lo sé. Pero no olvides que existen encantamientos como la maldición Imperius. Esta te sometería contra tu voluntad.

-Entonces...la chica a la que decían que quería...era yo.

-Exactamente, Ann. Por eso debes de tener mucho cuidado.-asiento y él me sonríe.-¿Cómo vas con los TIMOS?

-Oh, bien. Sí, bien.-miento y él ríe.

-Ya puede retirarse.-asiento y salgo de su despacho

Voy a mi habitación y cojo mis libros aún dándole vueltas a lo que Dumbledore acaba de decirme.

Voldemort me quiere con él. Pues que se joda porque no va a conseguir nada de mí.

Me siento en una mesa de la biblioteca y comienzo a estudiar.

La semana se pasa así. Entre estudios y tareas y finalmente llega el día de los exámenes.

Suelto un suspiro al saber que ya he terminado todos los exámenes.

-¿Qué tal te han salido?-me pregunta Ron. La verdad es que me han salido todos perfectamente.

-Son bastante fáciles.

-Ann, no puede ser. Has estudiado una maldita semana  y dices que son fáciles. Me he llevado un mes estudiando y casi no me sabía nada.-protesta Harry y río.

-Hay que estudiar más, Harry.-bromeo y él me fulmina con la mirada.

-Chicos, me voy, tengo que ir a un sitio con Dumbledore.-asentimos y Harry se va con él.

-¿Qué tal te han salido a ti los TIMOS, Herms?-pregunto.

-Bastante bien, la verdad.-dice, como era de esperar.

Después de estar horas con Ron, Hermione y los gemelos voy a buscar a Draco pero raramente no lo encuentro por ninguna parte. He buscado en la sala de los menesteres, en los pasillos, en el gran comedor y ya no me falta nada, creo. ¡Ah, sí! La torre de Astronomía.

Entro en esta, pero cuando voy a subir las escaleras me encuentro con Harry. Este me hace una seña de que me calle. Frunzo el ceño pero guardo silencio, luego miro por una trampilla hacia arriba y mis ojos se abren por la sorpresa.

Allí se encuentran Bellatrix y Amicus. En el frente se encuentra Dumbledore y está siendo apuntado por el Amor de mi vida. Realmente Draco no se ve como si quisiera hacer esto. Y es que sé que no quiere.
Esta es su misión.
Su rostro está contraído en una mueca de dolor. Y está a punto de llorar.
-Vamos, Draco, hazlo.-puedo escuchar como la loca de Bellatrix le susurra. Hija de puta.
-No puede, es tan cobarde como su padre.-ríe Amicus y aprieto mis dientes para no subir hacia arriba y demostrarle quién es el cobarde.
-¡Yo no soy un cobarde!-grita Draco.
Oh, Merlín. Que le han hecho. Se ve destrozado.
Escuchamos pasos a nuestras espaldas y nos giramos. Snape se encuentra ante nosotros. Pone su dedo sobre sus labios, pidiendo silencio y nosotros le obedecemos.
Severus sube hacia arriba y todos le ven.
-Oh, Severus. Ya estás aquí.-dice Bellatrix y siento asco.
-Severus, por favor.-ruega Dumbledore.
Pero él no puede estar rogando por su vida, Dumbledore no haría eso. Dumbledore se mantendría firme hasta el final.
-Avada Kedavra.-un rayo de color verde se aproxima hasta Dumbledore y hace que este caiga hacia abajo De la Torre de astronomía.
Llevo mis manos a mi boca reprimiendo un grito. Él nos ha engañado. Snape lo ha matado.
Harry sale corriendo para perseguirlos y yo, tras ver a Bellatrix salgo también tras él.
-Sectumsempra.-grita Harry mientras apunta hacia Snape. Este lo esquiva fácilmente y se acerca hacia Harry.
-¿Te atreves a usar mi propio hechizo en mi contra?-Harry le mira con los ojos abiertos, yo ya sabía que él era el príncipe mestizo.
Corro hacia Bellatrix ya que ahora se encuentra sola, solo acompañada por Draco. Amicus se ha ido hacia no sé dónde.
-Crucio.-susurro y Bellatrix cae al suelo suplicándome por piedad.
-Ann.-escucho a mi lado. Es Draco.-Tú no eres así.
-¡Ella mató a Sirius!-exclamo y ejerzo más fuerza sobre el maleficio.
-¡Ann! ¡No digo que no se lo merezca! ¡Pero no puedes convertirte en una asesina por su culpa!-exclama y dejo de hacer el hechizo mientras caigo derrotada al suelo.
Bellatrix se encuentra en este desmayada. Dramática.
Escondo mi cabeza en mis manos. Minutos después siento los brazos de Draco rodearme.
-Escúchame, tienes que irte o Amicus te llevará ante él. Tengo que irme a la mansión Malfoy, ¿vale?-susurra en mi oído.-No sé cuando podré verte o siquiera escribirte pero quiero que te mantengas a salvo.-asiento mientras sollozo.-no me olvides, ¿sí?-niego rápidamente y él me entrega una bonita sonrisa. Une sus labios con los míos en un beso y luego se separa.
-Te amo. Mantente a salvo.-asiente.
-Y yo a ti, Ann.
Veo a Amicus acercarse así que comienzo a correr. Le doy la mano a Harry y salimos corriendo hacia el castillo.
Una multitud de personas se encuentran rodeando el cuerpo de Dumbledore.
Nos colamos entre la multitud y caemos de rodillas ante el cuerpo de Dumbledore.

DÍAS DESPUÉS
-¿Te encuentras bien?-me pregunta Remus mientras me entrega una taza de chocolate. Asiento.
-Dumbledore dijo por favor, Remus.-Este fija su mirada en mí.-Él no habría rogado a nadie por vivir. No, él se hubiera mantenido sereno hasta él final.
-No sé, Ann. Se vio ante la traición de unos de sus más confiados amigos.
Suspiro.
-¿Sabes que la misión era para Draco?-asiento.
-Hablamos después de lo que ocurrió. Me dijo que ni siquiera sabía si iba a poder escribirme, no quiere ponerme en peligro.
-Es lo mejor que puede hacer, Ann. Te pone en peligro a ti y a él mismo.-asiento.
-Remus.
-¿Sí?
-Utilicé una de las maldiciones imperdonables.-confieso y él me mira sorprendido.-Yo...la vi delante mía y me dio mucha rabia. No sabía que hacer y...-sollozo y tapo mi cara con las manos.-Por Merlín y Morgana, nunca pensé que fuera a hacer una maldición como esas a nadie. Soy un monstruo.-siento los brazos de Remus envolverme.
Pero no son los de Draco. No se asemejan. Solo los de Draco pueden hacerme sentir de esa manera tan especial.
-No eres ningún monstruo, Ann. La muerte de Sirius te supera, lo entiendo. Lo querías mucho.
-¿Sabes lo que me dijo esa misma noche antes de morir?-pregunto y él me mira indicándome que siga.-Que íbamos a vivir miles de aventuras juntos. Él me dijo...que íbamos a ganar esta batalla juntos...me prometió que lo haríamos y ella...ella lo mató.-aprieto mis dientes recordando la escena.

Flashback
-¿Qué hacéis aquí? ¿No os habíais parado a pensar que podía ser una trampa?-susurra Sirius enfadado mientras nos mira a todos. En especial a mí.
-Pero Sirius...tuve una visión.-dice Harry.
-Harry, tienes que saber distinguir entre los sueños y las visiones.
Suspira derrotado.
-¿Podéis dejarme hablar un momento con Ann?-pregunta y Harry y los demás se van para dejarnos a Sirius y a mí a solas.
-Ann creí que te había dicho que no quería que salieras del castillo.
-Quería ayudar, Sirius.
-Escúchame. Vamos a ganar esta batalla juntos y vamos a vivir miles de aventuras pero para ello necesito que estés a salvo, ¿entiendes?-asiento y lo abrazo.
-Te quiero.-susurro.
-Y yo a ti, pequeña.
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-¡Sirius!-le advierto cuando veo a Bellatrix tras él.
-Avada Kedavra.-exclama esta y el rayo de color verde impacta contra Sirius. Veo como Sirius cae sin vida al suelo.
-He matado a Sirius Black.-canta Bellatrix mientras sale de la sala.
Me acerco corriendo a Sirius y lo sacudo, inútilmente.
-No, Sirius, no puedes hacerme esto.-sollozo y apoyo mi cabeza en su pecho. En este no se siente nada. Absolutamente nada. Su corazón ya no late. Este ya no es Sirius, solo es su cuerpo.
-Sirius.-sollozo.
Me levanto corriendo hacia donde se ha ido Bellatrix pero esta ya no está. Ya no hay ningún mortifago en la estancia.
Solo estamos nosotros, la orden del fénix. Con un miembro menos.
Caigo de rodillas abatida al suelo y entierro mi cabeza en mis manos mientras Dumbledore me mira con una mirada triste.
Sirius ha muerto. Sirius se ha ido.
Fin Flashback

-Yo se lo dije tarde. Si yo le hubiera avisado antes, él estaría vivo.-sollozo. Remus niega.
-Lo que tiene que pasar pasa por alguna razón, Ann. Él querría que miraras hacia delante. Deja de llorar, por favor. Apuesto a que Sirius te quería con una sonrisa.

Asiento mientras me seco las lágrimas.

-¿Quieres un poco más de chocolate?-pregunta Remus y asiento con un pequeña sonrisa. Remus se levanta del sofá y se va hacia la cocina.

Golpes se escuchan en la puerta. Miro a Remus y este parece no haberse dado cuenta. Agarro mi varita y me acerco a la puerta. La abro y mis ojos no pueden creerse lo que estoy viendo.

Segundos después todo se vuelve negro. Creo que han sido demasiadas emociones para un mismo día.

🌫Lost in confussion, like an illusion🌫

Un futuro incierto •Draco Malfoy• #Wattys2017Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon