Un futuro incierto •Draco Malfoy• #Wattys2017

Solo confía en ti, Ann.

-Ann, por favor...-suplica Harry.
-No entiendo por qué insistes tanto, Harry ¡No tengo ganas de jugar Quidditch!
-Ann, por favor... Angelina no puede jugar y si no tenemos otro jugador perderemos contra Slytherin.-suspiro. Qué chico más terco.
-Harry, búscate a otra. No tengo ganas de que otra Bludger impacte con mi cabeza de nuevo.- digo. Aunque realmente sé que me da más miedo ver a Draco que volver a jugar al Quidditch.
-No, admite que no quieres ver a Draco, supéralo ya Ann. Te has convertido en otra persona desde entonces.-levanto mi vista del libro y le miro con una ceja alzada.
-No he cambiado, soy la misma. A lo mejor es que no me conoces tan bien como crees. Y sobre lo de Draco, está totalmente superado.-digo mientras me levanto del sillón, alejándome del calor que me proporcionaba la chimenea. Comienzo a subir las escaleras hacia mi habitación.
-Deja de perder el tiempo y busca a otra cazadora.-puedo escuchar un resoplido a mis espaldas de su parte.
-Si sigues comportándote así vas a perder a todos los que te quieren-dice haciendo que me detenga en las escaleras.- Sé que te rompan el corazón es algo que duele demasiado, pero tienes que superarlo de una vez.

-No, Harry, no tienes ni idea de qué es que te rompan el corazón.-digo tranquilamente sin ni siquiera girar mi cuerpo.- No tienes ni idea de lo que duele que lo hagan. Pero de todas maneras me da igual ya, lo he superado y si estas insinuando que no quieres seguir siendo mi amigo has lo que quieras, me da igual.

Después de esas palabras me dirijo hacia mi habitación, la que ahora no comparto con Hermione porque le pedí a Dumbledore que me pusiera sola, y me acuesto en mi cama para seguir leyendo mi libro. Evitando que mi mente si dirija hacia otra parte.

Al siguiente día despierto bastante temprano. Aunque realmente no he dormido nada por estar dándole vueltas al hecho de si ir al partido o no.

Harry tiene razón, me estoy comportando demasiado mal con todos, pero no es por Draco. Eso lo tengo completamente superado. Supongo que tengo miedo a que me vuelvan a traicionar pero no puedo evitar ser así.

Me levanto de mi cama y me acerco a mi baúl. De esta saco mi equipación de Gryffindor y mi escoba. Debajo de esta me encuentro con la camiseta que me regaló Draco cuando ganaron el partido contra Ravenclaw y una foto de nosotros juntos de ese mismo día.

Llevo la camiseta a mi pecho en un acto involuntario e inhalo el perfume de Draco. ¿Realmente lo he superado? Suspiro.

De alguna manera él era mío. Cuando cada una de sus miradas giraba en mi dirección , cuando su atención se dirigía a mí y el resto desaparecía, cuando demostraba que me quería cuidándome, con sus celos contenidos. En sus sonrisas al verme, en la manera que siempre lograba y quería hacerme reír. Yo nunca hablé de propiedad, porque cada uno es libre pero por instantes. Por momentos él era mío, una parte de su tiempo era para mí, por un tiempo yo ocupé un lugar en su corazón o en su mente, o eso me hizo creer... Y claro, de alguna manera yo era suya, porque cada pensamiento era por, para y sobre él. Porque amaba verlo sonreír, porque me complementaba y ocupaba casi todo el corazón, mis sonrisas eran suyas, mis sentimientos, risas, mis días, de alguna manera nos pertenecíamos, y lo mejor, y peor de todo es que eso nos acercaba y separaba a partes iguales.

Ahora solo me queda de él los recuerdo de los momentos vividos, fotos y una camiseta que todavía contiene su olor. Y mi duda es, ¿realmente lo he olvidado? A veces, solo nos engañamos a nosotros mismos diciendo que hemos olvidado a alguien especial cuando realmente lo necesitamos más que a nadie. Porque él nos ayudaba a ser nosotros mismos, a sonreír y a ver la vida a colores, con una sonrisa, y no en blanco y negro, como ahora mismo, que es la única manera de la que puedo verla.

En este instante siento esa sensación de poder volar cuando realmente estoy cayendo, paulatinamente, sin poder remediarlo. ¿Cómo volar cuando él era mis alas?