Te ves muy sexi, nena

9.1K 519 100
                                    

Mi hermano se encuentra en la puerta hablando con el profesor Snape. Me paro en medio del camino y Draco me mira confundido.
-Mi hermano.-murmuro.
Dirige su mirada hacia dónde va la mía, sorprendido.

-Tú eres más guapa.-bromea y le doy una pequeña sonrisa.-¿quieres hablar con él?

Asiento y avanzamos hacia dónde se encuentran los dos adultos hablando. Estos no se han percatado de nuestra presencia.

-Oh, bueno, aquí está su hermana.-dice Snape.

Mi hermano se gira hacia mí y en cuanto me ve se precipita a estrecharme entre sus brazos. Por un momento me mantengo estática, luego le devuelvo el abrazo.

-Necesitamos hablar.-me dice una vez que nos hemos separado.
Asiento y suspiro. Miro a Draco.

-Nos vemos luego, ¿vale?-asiente me da un beso en la frente, cosa que me sorprende demasiado y se va no si antes decirme que si lo necesito estará en la biblioteca.

Entramos en mi sala común, donde no hay nadie ya que están todos en Hosgmeade.

-No debí de decir lo que dije.-me dice.
-¿Por qué no? Si es lo que piensas.-me encojo de hombros como si no me importara en lo más mínimo lo que dijo.
Pero realmente duele mucho.

-No, no es lo que pienso y no es la verdad.-suspira.- Mira, Ann, eres igual a mamá. Me recuerdas muchísimo a ella y no puedo evitar al verte pensar en ella.
-Eso no es excusa para ni siquiera querer verme.-exclamo.
-Lo siento, en serio, sé que no lo es. Pero te prometo que a partir de ahora, pasaré más tiempo contigo.
-¿Pasaremos navidades juntos?-le pregunto con un brillo en los ojos.
-Lo siento Ann, ya tengo planes con mis amigos. Pero puedes irte a la madriguera.
-Cuando dejes de poner por delante de mí a todo el mundo, avísame por favor.-exclamo enfadada y comienzo a andar hacia la puerta.
-Ann, no te enfades por favor. No hagas una montaña de un grano de arena.

Oh, Merlín, esto es la gota que colma el vaso.

-¡¿Que no haga una montaña de un grano de arena?! !¿no crees que ya he callado suficiente, joder?! Te has pasado desde la muerte de nuestros padres poniendo excusas para no verme cuando lo único que necesitaba era tenerte a mi lado para apoyarme. Me has metido en la mente que yo soy la culpable de la muerte de ellos. ¡¿Crees que no te escuché cuando le dijiste a tus amigos que yo era la única que debería de haber muerto en ese accidente?! ¡¿Cómo mierda crees que me sentí?!-sollozo.

Las lágrimas corren por mis mejilla como si de un río se tratasen.

-No sabía lo que decía Ann, estaba borracho. Te lo pido por favor, empecemos de nuevo.-susurra.
Sus ojos muestran culpabilidad.

-¿Quieres que empecemos de nuevo cuando te vas a ir a pasar tus navidades con tus amigos dejándome sola en casa?-murmuro perpleja.
-Puedes...puedes irte con tus amigos a la madriguera.-susurra.
-Vete a la mierda, Tom. Desde este momento no tengo hermano.

Salgo corriendo de mi sala y voy a la biblioteca, en la puerta de esta está Draco recargado sobre el marco, parece concentrado en sus pensamientos. En cuanto me ve con todo mi rostro lleno de lágrimas abre sus brazos y yo me lanzo a ellos. Draco me aprieta contra sí.

-¿Qué ha hecho ese imbécil?-murmura y aprieta sus dientes.
-Él ni siquiera va a pasar navidades conmigo.
-Nena, puedes venirte conmigo, te lo he dicho.-dice y acaricia mi mejilla suavemente.
-No sé, Draco.-no quiero molestar y realmente me da miedo que no me acepten allí.
Por dios son los Malfoy y yo soy una Light. Recuerdo lo mal que se llevaban nuestros padres.
-Piénsalo, ¿vale?-me dice y asiento

-Hey.-saludo al sentarme en la mesa de Gryffindor.
Todos me saludan alegremente menos Harry y Ron.
-¿Por qué no te vas mejor a la mesa de Slytherin? Encajas mejor allí. Está tu novio.-suelta Ron y Hermione suelta una exclamación de asombro.
-Hey, hermano. Tranquilo.-dice Fred.
-Ann no ha hecho nada.-termina George.
-Nos ha cambiado por unas serpientes.-exclama Harry.
Lo ha dicho tan fuerte que todo el comedor no está mirando.
-Yo no os he cambiado por nadie. Draco es mi amigo y me puedo juntar con quien me de la gana, tú eres el que me has dicho que me olvide de ser tu amigo.-digo enfadada.
-Y lo has preferido a él.
-Porque él, por mucho que te odie no me ha obligado a elegir entre vosotros dos.
-Hipócrita.-me insulta Harry.

Le miro, incapaz de entender dónde quedó mi amigo Harry. Me levanto rápidamente de la mesa y salgo hacia afuera del comedor. Esas palabras han dolido.

-Son unos imbéciles.-oigo a Fred a mis espaldas.
-No les hagas caso, Ann, solo están celoso.-dice George.
-Les quiero, chicos.-digo y los abrazo.
-Y nosotros a ti, pequeña.-dicen los dos a la vez.

Escucho unos pasos apresurados pasar nuestro lado, cuando me separo y miro hacia dónde proviene el ruido me encuentro con Draco andando muy apresuradamente hacia alguna parte.

-Está celoso.-ríe George y Fred lo corrobora.
-Sois tontos.-exclamo divertida.-me voy a mí habitación. Adiós chicos.-me despido de ellos y comienzo a andar hacia mi habitación.
-No os beséis mucho.-oigo a Fred decir a mis espaldas. Río.
-Lo intentaré.-exclamo divertida.

Cuando llego a mi habitación. Draco no está. ¿Dónde puede haberse metido este hombre?

Horas después son las 3 de la madrugada y el todavía no ha llegado. Pienso donde puede estar y mis pensamientos llevan hacia la sala de los menesteres. Me coloco una bata sobre mi pijama de verano y salgo de la sala común sin que nadie escuche. Cuando estoy llegando al baño de Myrtle la llorona escucho pasos tras de mí. Como buena cobarde que soy desde siempre, realmente no sé cómo puedo pertenecer a Gryffindor, comienzo a correr con todas mis fuerzas. Corriendo no me doy cuenta de lo que hay por delante de mí y me choco contra algo duro. Cuando levanto la cabeza, aterrada, Draco está ante mí.

-Auch, mi cabeza.-me quejo.
Sonríe y me ayuda a levantarme.
-¿A dónde ibas?-me pregunta.
No le voy a decir claramente que venía a buscarlo a él.
-Oh, solo daba un paseo.-le digo mientras nos dirigimos a nuestra sala común.
-¿Corriendo?-alza una ceja.
-Escuché pasos atrás mía y me dio miedo.-murmuro avergonzada y el ríe en voz baja.
-¿Y tú eres una Gryffindor?-vuelve a reír.
-Cállate, tonto.-digo y le doy un golpe en su pecho.
-¿Dónde te has metido?-pregunto y el se tensa por lo que deduzco que es un tema del que no quiere hablar.
-Solo...estuve dando vueltas por el castillo toda la noche. Necesitaba despejarme.-sé que está mintiendo.
Pero ya me dirá más adelante a donde va en sus viajes nocturnos.

-Sangre pura.-susurro cuando llegamos a la puerta de la sala común.

Subimos las escaleras y cuando llegamos a la habitación me acuesto en mi cama, él se acuesta a mi lado y le miro con una ceja alzada.

-Oh, venga, sé que te gusta dormir conmigo.-niego con la cabeza con una sonrisa en mi rostro. Este chico es increíble.

Me deshago de mi bata, ya que es incómoda y asfixiante para dormir, quedando con los shorts y el top del pijama.

-Mmm...te ves muy sexi nena.-susurra muy cerca de mi rostro.
-Draco no...-pero no puedo terminar cuando sus labios ya han atacado a los míos.

🌸Cuando se reía, yo sabía que quería escuchar esa risa para el resto de mi vida🌸

Un futuro incierto •Draco Malfoy• #Wattys2017Where stories live. Discover now