CERCA DEL FIN DE ESA HISTORIA Y EL COMIENZO

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El sabor de esa felicidad era tan diferente, no parecía luchar contra nada a tal punto que juraba que desaparecería con el soplido del viento. Pero eso sólo lo pensaba él.

—Tengo miedo —decía Taemin después de librarse de hacer las cajitas de golosinas para los niños y poder quedarse un momento a solas con Jonghyun.

—Tranquilo, es sólo decir lo que sientes —le guiña el ojo—. Ella te ama y seguro te dirá que sí.

—Eso espero —hace un puchero y Jonghyun le aprieta un cachete.

—No creo que te ame y te diga que no, es tonto e ilógico —Taemin ríe avergonzado.

—¡Aish! Me siento inseguro... es todo —se defiende.

—Pues no tienes razones para sentirte así.

—A veces pienso que Umma te paga para que me vean casado mañana mismo —dramatiza y Jonghyun ríe escandalosamente al ser descubiertos.

—Sí, bueno, la paga es excelente —una cara y una expresión que Taemin sabe lo que significan.

—Ajj serán unos desvergonzados —se lamenta imaginando las cosas sucias que seguro eran la paga que Jonghyun recibía de su primo.

Una hermosa fiesta colorida que empieza cuando Key llega con el pastel principal y una enorme sonrisa pintada en sus labios.

La diversión con los payasos que dejan a los cuatro descansar un momento y deleitarse al verlos sonriendo tanto y esas risitas que eran tan agudas y melodiosas, se sentían tan contentos de estar ahí, compartiendo ese precioso momento en silencio, sin decir nada pero admirando la misma belleza.

La pequeña fiesta terminaba y después de tomarse todos juntos una foto, Key y Jonghyun se encargan de que Taemin y Kristal salgan a tiempo a esa cena de la que Taemin habló tanto tiempo.

Un restáurate lujoso que los esperaba y ellos entraban todo nerviosos, sobre todo Taemin que tenía demasiado miedo, casi al borde de enloquecer.

La deliciosa cena y una hermosa velada acompañada con música de un pianista que parecía saber el tipo de música que necesitaban para embellecer un poco mas ese momento tan especial. Un camarero que lleva el postre y Kristal que rompe en llanto cuando ve un anillo sobre la cereza del helado.

—¿Kristal, quieres casarte conmigo? —pregunta Taemin temeroso de ser rechazado, aun así lo hace y siente un gran peso abandonando su corazón cuando la ve asentir mientras se limpiaba delicadamente sus lágrimas.

Existo sólo por ti y sólo para ti.

Aquella frase que lo significó todo para él, una promesa que aunque fue quebrantada, aun así seguía en su interior, tan ardiente e intensa como la primera vez que la escuchó de los labios de aquel que le juraba el universo entero y en esos días que vivieron juntos se lo había entregado. Jamás había quebrantado ni una sola promesa, sólo esa, porque se encargó de hacerle sentir tan feliz, tanto que ahora esa felicidad parecía una ilusión que a veces creía que fue sólo cosa de su imaginación y sus fantasías. Aunque ese para siempre era también parte de ese paquete de promesas incumplidas.

Para siempre.

—Te amo Taemin —palabras que le hacen volver a la realidad—. Te amo desde que te conocí, en la escuela —la mira y recuerda sin muchas ganas aquellos días, pero eso no hace que nuble la hermosa confesión que escuchaba de ella—. Desde esos días mi amor nunca cambió, nunca pensé siquiera un minuto en olvidarte y no me importaba amarte desde las sombras, nunca creí que este día llegaría, tanto que aún no lo puedo creer.

¿QUÉ ERES PARA MI?Where stories live. Discover now