¿QUÉ ERES PARA MI?

MINHO

~*~

Ya había pasado más de un mes y estar cuidando a sus bebés todo el día, aún era increíble, se sentía como en el cielo cuando era envuelto por esos hermosos recuerdos y por esos que cada día plasmaba con cariño en un diario electrónico que Jonghyun le había regalado.

Y lo único que deseaba era que aquellos bellos recuerdos de su época feliz volvieran a tener su replica en su presente, aunque no con aquel que amó, y con esos días tan hermosos que vivió ese mes entero, empezaba a desear que la felicidad volviera a tocar sus puertas, aunque no haya sido la mejor persona, pero al menos quería un poco de felicidad en su vida.

—Si no fuera por ti, enloquecería —se tira en el sillón completamente desparramado y con unas ganas terribles de dormirse ahí mismo.

—No seas vago, vamos a hacer la colada —le sonreía ella y Taemin hace un puchero y cierra los ojos.

—No quiero, en verdad estoy muy cansado —se queja fingiendo que ya dormía y ella ríe a carcajadas por esa forma tan graciosa de ser de Taemin.

—Llamare a Key —suficiente con pronunciar ese nombre y Taemin ya estaba de pie, todo menos hacerse regañar.

—Mala —le mira y sube rápidamente los botapies de sus pantalones y las mangas de su suéter para meterse a pisar las tantas sabanas que tenían que lavar.

—No soy mala, tú eres un vago.

—¡Eres mala!

Se queja al ver a Kristal aventarle un centenar de sabanas, para después ser dirigido hacia el patio trasero de la casa donde lavaban las sabanas.

Era ella una de las tantas profesoras que entrevistó con Key, la que trabajaría junto a él en la fundación, cuidando a los bebés.

—Umma —se acerca al oído de Key que se inclinaba un poco para escucharle—. Ella es Kristal, estaba en mi misma escuela —susurra bajito y Key le mira con una ceja levantada.

—¿Del pueblo? —pregunta intentando reconocerla.

—Pfffffff ¡No! Es de aquí, de la escuela de Seúl —Key asiente y se pregunta porque rayos estaban cuchicheando si la entrevistada estaba sentada delante de ellos y ellos, haciendo el ridículo.

—¿¡Y!?

—Nada... ¡Aish! —se defiende Taemin haciendo un puchero. La verdad se sentía genial y todo parecía mejorar con el pasar de los días. Quizás era el hecho de que le había perdonado y haber sido recordado por su adorado niño. Sí. definitivamente era eso que le tenía tan contento, quizás realmente podría volver a rehacer su vida.

—Hola Kristal —saludaba Key todo sonriente—. Taemin dice que se conocían —comenta y Taemin rueda los ojos por esa forma tan fresca de ser de su primo.

—Sí —ella reía por esa actuación que acababa de ver.

—Pero eras secretaria en esa empresa —comenta Taemin sinceramente curioso por saber lo que hizo después de la última vez que hablaron.

—Pues sí, trabajaba para pagar mis estudios y aquí estoy, termine y ya soy profesora —Key asentía y Taemin le miraba curioso.

—¿Algo más que quieras saber que no tenga nada que ver con la entrevista? —le pinchaba.

Taemin simplemente se avergonzaba de todo. Quizás más por el hecho de tener que volver a verla después de que le contó eso. Pero víctima o no de aquellas circunstancias ya era un nuevo Taemin y esperaba que Kristal jamás pregunte lo que pasó después.