Capítulo 91: Visitas conyugales

492 65 14
                                    





Liam estaba esperando en la cola de familiares. Se sentía extraño ser tratado como una persona más, sin favoritimos por su popularidad, pero esa era una de las bases de esa clínica.

Había dos personas frente a él. Sólo unos metros le separaban de un encuentro de dos horas con Louis. Luego tendrían una terapia familiar. Liam tenía también que acudir al psicólogo, a partir del día siguiente, como parte de esa terapia.

Al fin era su turno. Firmó y tomó su tarjeta de visitante.



Louis estaba en su cuarto. Liam le vio de espaldas sobre la cama, más delgado de lo que recordaba.

-Hola, amor...

Louis se dio la vuelta y corrió hacia él. Liam le estrechó muy fuerte, hundiendo la nariz en su cuello.

-Lou...

-Liam... ¿Cómo está Savvy?

-Bien... no me han dejado traer teléfon. Estás muy delgado.

-Me dieron muchas náuseas los primeros días. Vomitaba mucho y no tenía nada de hambre.

-Amor... pero ahora tienes que empezar a comer más...

-La comida de aquí es una mierda.

-Te he traído tabaco.

-Gracias, ya dejaré de fumar en otro momento...

Liam le acarició la mejilla y le besó.

-Ya he hablado con el médico. Dice que estás respondiendo muy bien pero que te resistes a la medicación.

-¿Y qué respondiste a eso?

-Dije "ese es mi chico".

Louis se rió y le abrazó muy fuerte. Liam le mantuvo abrazado un rato. Al fin Louis apartó la cara.

-Sé que estoy feo.

-Lou, mi amor, no...

-Tranquilo... es sólo que... bueno.

-¿Bueno?

-Esperaba que me estuvieses haciendo el amor ahora mismo. Estamos en mi cuarto, tenemos dos horas... no nos vimos en una semana...

-Sólo estaba siendo respetuoso.

-¿Conmigo?

Liam le seguía abrazando pero no podía dejar de mirar sus ojos, a apenas centímetros de los suyos.

-Tienes razón, soy idiota.

-Un poco pero así me enamoré de ti.

-Voy a cerrar la puerta.

-Oh, no hay cerrojo. Estamos en una clínica de rehabilitación.

-Mierda...

-Nadie entrará... todos mis compañeros están en lo mismo con sus parejas.

-Louis...

-Si no quieres, no.

-Mierda, métete en esa cama.

Louis sonrió, se quitó los pantalones y la ropa interior, y se metió en la cama. Ya iba descalzo. Liam se metió en la cama vestido. Sólo se quitó los zapatos.

-Liam... ¿con ropa?

-Cállate, Tommo. Ahora mismo me siento cómo si fuésemos Niall y Harry.

-Vamos, fóllame ya. Son muchos días sin ti.

Liam se bajó la cremallera y se sacó el pene. Louis arrojó la colcha sobre ellos y levantó la cadera y el culo.

Liam empujó de una vez y cuando estuvo dentro dejó escapar un gemido de puro alivio. Al fin estaba dentro de Louis, abrazado a Louis. Que suspiró.

Entonces Liam se descontroló. Eran tantos días... Louis trataba de respirar pero se lo estaba poniendo difícil porque se estaba golpeando la cabeza contra la madera de la cama mientras Liam prácticamente le estaba taladrando el agujero.

Y entonces Liam se corrió. Estaba dentro de él pero a media salida y Louis sintió los chorros de semen dentro y resbalando por su culo. Liam jadeó y miró a Louis.

-Dios...

-Me has roto el culo.

-Ay, Dios, Louis...

Louis rompió a reír.

-Cabronazo... estoy más lejos del orgasmo que de salir de aquí.

Liam rió con él, apoyando la cara contra su hombro.

-Dios mío, lo siento...

-No importa, es halagador ver que me has echado tanto de menos.

-Estás durísimo... Dios... ya lo resuelvo...

-Bueno, sólo has tardado cuatro minutos, hay tiempo.

-Siento que me vas a recordar ésto para siempre.

-Sientes bien.

Liam empezó a masturbarle. Louis dejó de reír e hizo un ruido de placer.

-Esto me gusta...

-Déjame que te ayude con esto... vamos a resolver mi error...

-Así vas muy bien...

Liam aumentó la velocidad del ritmo, masajeando la polla de arriba abajo. Louis se retorció bajo su mano y Liam le buscó los labios, besándole.

-Te he echado tanto de menos...

-Rápido... más rapido...

Liam apretó el glande con un dedo mientras con el resto de la mano continuó masajeando. La presión de ese dedo en la punta de su pene fue una sensación demasiado exquisita y Louis se corrió en su mano.

-Listo.

Louis le miró a los ojos y entonces rompió a llorar.

-Te añoré, grandullón.

-Ssssh no, no llores. Sólo dos semanas más.

-Me siento una mierda. Lo que hice...

-Estás enfermo. Te vas a curar.

-Tengo un poco de sueño ahora... Esta semana sólo he podido dormir como tres horas.

-Entonces duerme un poco mientras yo hablo con el doctor. Te despertaré para la terapia.

Louis cerró los ojos con una sonrisa y se quedó dormido.

Padres Primerizos ||Narry|| Mpreg||Lilo||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora