Padres Primerizos ||Narry|| Mpreg||Lilo||

Capítulo 17: El test

Harry abrió los ojos y miró el iPhone. Trece de mayo. Lo dejó caer. Eileen se había vuelto a dormir hacía poco y sólo eran las seis y media.

Hacía tres días de la salida con Louis y Liam y las cosas no estaban fáciles. Eileen había pillado un virus en el pediatra. Era la primera vez que se enfermaba y tanto él como Niall estaban agobiados y muy preocupados. Tenía un poco de fiebre y algo de tos. Así que estuvieron volcados en la pequeña y no volvieron a pensar en su vida íntima.

Harry apretó la cara contra la almohada. Tenía el estómago revuelto.

Y tres días eran mucho para una intoxicación.

Y no tenía diarrea.

Ni fiebre.

Abrió bruscamente los ojos.

Volvió a sacar el teléfono. Según los cálculos del doctor, su primer periodo tras el parto debería bajar el próximo...

Hacía tres días.

Dejó el teléfono en la mesita. No era un retraso tan grande, sólo tres días. Y quizás hasta estaba equivocado y le venía normal, en junio...

Las náuseas se hicieron más intensas y recordó algo. Siempre vomitaba a las siete cuando estaba embarazado de Eileen.

Se levantó despacio y salió del cuarto. Corrió al cuarto de baño principal. Allí Niall no le oiría.

La cabeza no paraba de darle vueltas.

El estudio. El polvo del estudio.

Al fin las náuseas se convirtieron en arcadas. Acabó de vomitar y rompió en llanto.

Cuando se sintió mejor volvió a la cama. Niall aún dormía.  Él ya no podía.

Bajó al salón y puso el televisor. No podía con los nervios.

Louis frunció el ceño. Un teléfono. Insistente. A las siete y cuarenta.

-Qué.

-Soy Harry, yo...

-¿Se ha muerto Niall?

-No, él está bien.

-¿Se ha quemado la casa?

-No...

-Entonces puede esperar.

Harry miró el teléfono. Le había colgado. Marcó el número de nuevo.

-Harry...

-Tengo que hablar con alguien, se supone que eres mi mejor amigo. Estaré en vuestra casa en media hora.

Louis miró el teléfono y despertó a Liam.

-Hay crisis. Algo le pasa a Harry.

-Ay, voy... Voy.

Louis había logrado medio despertar cuando menos de veinte minutos después Harry llamó a la puerta. Con una caja grande de muffins de sabores varios.

-Pasa... ¿Muffins?

-Pasé por delante de una pastelería y... –Harry abrió la caja y mordió uno –Dios, que rico..

Liam estaba en el sofá mirando el infinito medio dormido. Harry se sentó a su lado.

-No sé qué hacer.