Padres Primerizos ||Narry|| Mpreg||Lilo||

Capítulo 19: Celos

Niall comenzaba a preocuparse. Harry llevaba durmiendo cuatro horas. Al fin su marido abrió los ojos y le miró. Niall vió que aún había miedo en su mirada.

-Buenas tardes.

-Niall...

-Estás guapísimo. Has dormido mucho.

-Estaba cansado.

-Tienes que dormir bastante.

-¿Eileen?

-He estado con ella hasta ahora mismo. Se acaba de dormir.

-No veo su cuna –dijo Harry preocupado.

-Porque he llevado su cuna a su cuarto. Tienes que dormir de seguido, ocho o diez horas. Yo me encargaré de ella. He comprado ésto mientras dormías –Niall puso un intercomunicador sobre la mesita –si llora, la escucharé.

-No estoy seguro...

-Harry, ahora déjame a mí, por favor. Necesitas calma, cuidarte y descansar. Y yo me encargaré de que lo hagas. He salido unos minutos y he comprado este intercomunicador y lo que me ha dicho el médico... Vitaminas y eso... Y chicles de nicotina para mí, voy a dejar de fumar... Y viy a hablar con Kyle respecto a los horarios y vamos a meter una niñera de apoyo.

-Pero...

-Harry, sabes que vas a sentirte mal y me necesitas. Voy a encargarme de que estés bien. Un embarazo de gemelos es algo complicado.

-Sí, cariño, tienes razón.

-Todo va a ir bien. –Niall se acostó junto a Harry – hay que decirlo a nuestras madres...

-Hoy no. Hoy no quiero levantarme de la cama. Quiero estar contigo y con Eileen.

-Me parece genial.

-Nos van a matar –se rió Harry. –en serio. Trae a Eileen... Por favor.

Niall asintió y volvió con la pequeña. Harry se incorporó y la sujetó.

-Está bien, pequeña... Papá Niall y yo tenemos algo que anunciarte. Vas a tener dos hermanitos. Sé que no esperabas dejar de ser hija única tan pronto... Pero vas a adorar a tus hermanitos o hermanitas.

Eileen le miró. Harry le besó la nariz.

-Voy a por su biberón y veremos juntos la televisión.

Pasaron el resto de la tarde juntos los tres, hasta que Eileen ya llevaba un rato dormida.

-Se ha quedado muy tranquila...

-Los tres lo estamos –Niall le besó los labios –Ahora es hora de que la princesita vaya a su cuarto.

-Está bien, tienes razón –Harry la besó en la frente –tengo hambre.

-De acuerdo, mi amor –Niall se la llevó. Kyle la controlaría unas horas y luego encendería el intercomunicador.

Cenaron en la cama. Harry se atrevió al fin a hablar.

-Aún estoy un poco impresionado, pero...

-Lo sé. Estoy feliz y asustado a partes iguales.

Harry se rió.

-Gemelos... ¡Niall, gemelos!

-Amor, no... No quiero que viajemos mucho esta vez... Un embarazo de gemelos siempre es arriesgado, y más en tu caso...

-Lo sé. Y quiero quedarme aquí. En Londres. En esta casa.

-Me parece bien. Estamos muy bien aquí.

-No quiero volver a la casa de Mullingar, nunca. Ahí todo me recuerda a los problemas y las peleas. Quiero venderla.

-Bien, mi amor... Le voy a decir a mi madre que se quede definitivamente con la perrita. Ahora mismo estará mejor con ella.

-Dios, nuestras madres...

-¿No vas a comer más?

-Ya no tengo hambre.

Niall frunció el ceño pero retiró los platos.

Estaba en la cocina cuando entró Kyle. Con una camiseta sin mangas.

-En horas de trabajo deberías vestirte más apropiado.

-Niall, no tienes que preocuparte. Ya Harry me ha dejado las cosas muy claras. De verdad, siento lo que pasó.

Niall le miró en silencio.

-Ahora Harry necesita que olvidemos todo eso –dijo Kyle. – gemelos, que fuerte...

-Sí, lo sé.

-Niall, hay un chico que he conocido el otro día en la Universidad. Está en cuarto de medicina, y tiene mucha experiencia cuidando niños.

-¿Otro chico joven y guapo?

-Es estudiante de Medicina. Si acuerdas el sueldo con él, tendrás un gran apoyo con un médico en casa.

-Eso es verdad. Dame su teléfono.

-Te lo paso por whatsapp.

Niall miró su móvil. Contacto recibido. Calum Hood.

Liam cerró la ducha y se sacudió el pelo. Salió al cuarto y se encontró a Louis dejándose caer en la cama.

-Shelley estaba muy estresada. Le he dado un masaje en los tobillos.

-A mi casi no me habla.

Louis le miró, completamente desnudo, los músculos marcados. Se le hizo la boca agua.

-Le causas impresión.

-Como tú eres una dulzura... –Liam se secó despacio. Louis sonrió.

-Ven a la cama.

Liam se acercó y se acostó junto a Louis.

-Estás muy tranquilo... Buen momento para decirte que mi madre va a venir a Londres unos días.

-Puede quedarse aquí. Ella me cae bien.

-Eres el mejor –Liam colocó a Louis sobre él y le frotó contra su erección.

-¿De verdad?

-No, pero es lo que tengo.

Louis se bajó de Liam.

-Amor, era broma.

-No me gustan esas bromas –Louis se fue de la habitación y se tiró en el sofá. Odiaba cuando Liam hacía esa clase de comentarios. Odiaba estar celoso.

Pero él también sabía jugar a los celos.