ENGAÑOS, DECEPCIÓN Y PÉRDIDAS

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Tan diferente a cuando estaba con Taemin y estaba preparado para matar a quien fuera a tocarle un pelo o mirarle de forma despectiva. Ya no le miraban raro, ya no le miraban con pena o con cara de 'que desperdicio'.

Pero aun así...

—Esto está mal —saca un cigarro y ella se lo quita votándolo a la basura, privándole de uno de sus más grandes placeres en la vida.

—¿Qué está mal? —pregunta ella como si nada, sin importarle en lo mínimo la familia que Minho tenía.

—Tengo un hijo y a alguien que me espera en casa todos los días —suspira al mirar una pequeña estrella en el cielo que parecía querer brillar un poco más que las demás, recordándole un poco a Taemin.

—Estaría mal si yo te estuviera obligando, pero te recuerdo que tu deseas estar conmigo —se toman de la mano y Minho entrelaza sus dedos.

—Lo sé —suspira una vez más, recordando por primera vez que Taemin existía aun—. Pero se lo prometí —se queda con la mirada perdida—. Le prometí que me quedaría a su lado —pero Yuri solo ríe como si le estuvieran contando un chiste, como si las promesas no significaran nada.

—Supongo que eso fue cuando eran unos chiquillos, pero ya no debes preocuparte, ya es mayor de edad —se encoge de hombros y habla fríamente sin ser consciente de lo que decía, de lo que sus palabras podrían provocar en esa mente algo frágil que la escuchaba confundido—. Tampoco puedes quedarte a su lado si no lo amas de verdad —Minho mira el cielo estrellado y se siente pésimo por tener que pensar tanto en lo mismo—. Lo lastimarás más.

Un día más de tener que pensar demasiado en lo que le estaba pasando, en esa promesa que no se sentía más capaz de cumplir, en ese amor que en realidad parecía agotarse y ya no sentía nada cuando lo veía, apenas se conmovía por ese destino cruel que lo trajo a sus puertas.

—Ya se aprovechó de ti, le diste demasiadas cosas Minho —palabras que parecen la llave para deshacerse de esa culpabilidad que lo azotaba—. Ya lo mantuviste y si el no quiso estudiar pues allá él si no buscó lo mejor para él cuando tuvo la oportunidad.

Salía rápidamente de casa y volvía lo más tarde posible para tener que evitar decirle lo que tenía que decirle, quería que se diera cuenta por si solo y que se fuera y lo abandonara, odiándole si fuera posible. Es más hasta decide no darle dinero para apresurar eso que tarde o temprano llegaría. Pero eso sí, no dejaría que se fuera con si hijo por nada.

—Jong —saluda sonriente al ver a su amigo entrar por su puerta, a su amigo que últimamente parecía demasiado preocupado y serio, como nunca antes.

—Te estas comportando peor que un hijo de puta —le escupe completamente dolido por lo que tuvo que hacer el día anterior. Algo que deja a Minho realmente sorprendido—. ¿Crees que no me doy cuenta de lo que está pasando? Me crees tan estúpido ¿en serio? —le mira furioso al recordar al Taemin rogando por dinero, que sólo creía que todo se debía a problemas con el trabajo.

—Puedo explicarte.

—¿Así? ¿¡Y que mierda me dirás!? —patea la silla que estaba delante de él, tenía que destruir algo antes de realmente darle la oportunidad de responder, antes de destruirlo a golpes de ser necesario para que entre en razón.

—¡Ya no siento nada por él, mierda! ¡Alguien más apareció en mi vida y no puedo seguir con él! ¡Me pasa lo mismo que a ti! ¡Deja de hacerte a las victimas! —le grita molesto, pero eso no es suficiente, no para Jonghyun que tenía todas las ganas del mundo de destruir esa estúpida cara a golpes.

—¿Acaso Saekyung vive conmigo? ¡¿Acaso hice que su hogar se fuera a la mierda y luego le conté mierda al oído para luego olvidarme de ella y meterme con la primera puta que se me cruce en el camino?! ¿eh? ¿¡Hice eso!? ¡Responde hijo de puta! —al fin sujeta esa maraña de documentos en su escritorio y se los avienta en la cara.

¿QUÉ ERES PARA MI?Where stories live. Discover now