Eric Coulter: No te pertenezco

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Este OS esta situado en el universo de la película Divergente y inspirado en la canción You don't own me.



—¿Puedes por favor asegurarte de que la habitación para los iniciado este lista? —le pregunté a Zeke, el chico me dio un asentimiento rápido sin mirarme a los ojos y luego dio media vuelta y se fue casi corriendo.

Eso había sucedido toda la mañana con cualquier chico al que le dirigía la palabra. Arrugué la frente mientras me sentaba en el comedor frente a Cuatro que tenia una hamburguesa en su plato y le robe una papa.

—¿Es idea mía o todos los hombres de Osadía me están evitando? —miré a mi amigo.

—Oh no, te están evitando —respondió él simplemente.

—¿Por qué? No soy tan desagradable ¿o si?

—Eric les dijo a todos los chicos que si alguno se atrevía siquiera a mirarte lo iba a arrojar por el acantilado —explicó Cuatro con una sonrisa.

—¡¿Cómo?! —exclamé.

—Tú mejor que nadie deberías saber que tu novio es muy celoso —dijo recalcando la palabra "muy"

—¿Y esa advertencia no te incluye a ti? —pregunté, dándome cuenta que Cuatro era el único hombre que me había hablado directamente en todo el día.

—Eric sabe que eres como mi hermana y aunque no lo fueras, a mi no me asustan sus amenazas porque puedo patearle el trasero cuando quiera —sonrió el castaño.

—Bueno pues él no puede prohibirme hablar con las personas —dije sintiéndome repentinamente enojada y poniéndome en pie—. ¿Quién me cree? ¿Una iniciada? 

—Uy, no me gustaría ser él en este momento. —Cuatro arrugó la nariz con diversión y si yo no hubiera estado tan molesta, me habría reído.

Apreté los puños durante todo el camino hasta su departamento, pensando en el sermón que iba a darle, el hecho de que saliéramos no le daba el derecho de ser tan controlador. Toqué la puerta y él abrió, me dedicó una sonrisa y se acercó para besarme pero yo me aparté y entré sacándolo del camino.

—¿Ahora que te pasa? —preguntó cerrando la puerta.

—Oh nada, solo que no sabia porque cada vez que le hablaba a un chico este se daba media vuelta y casi salia corriendo aterrorizado hasta que Cuatro me dijo que tu amenazaste con lanzarlos por el acantilado si se acercaban a mí.

—Tal vez dije algo como eso —sonrió Eric.

—No es divertido.

—No me gusta que los otro chicos te vean, tu eres mía —trató de tomarme de la cintura pero yo volví a apartarlo.

 —Sabes estoy harta de eso —espeté—. Estoy harta de que me trates como si yo fuera algo que compraste, estoy harta de quieras controlar todo lo que hago. No puedes decirme con quien hablar, ni que debo hacer y que no, detesto que me presumas como si fuera un trofeo. Y odio que creas que soy de tu propiedad, yo no te pertenezco.

—Bueno, yo te pertenezco a ti —musito.

—Decir algo lindo no va a librarte de mi furia.

—Lo sé —sonrió de lado—. Y eso es lo que enserio amo de ti, eres la chica mas fuerte que he conocido y no temes decir lo que piensas. No dejas que nadie pase por encima de ti. Sé que no me perteneces y por eso se que puedo perderte así que intento evitar que eso pase, por eso soy tan celoso. Y lo que dije es verdad, tu no eres mía pero yo soy tuyo

—Bien, pero te falta una disculpa —dije.

—Lamento haber amenazado a los chicos y lamento hacerte sentir de esa manera.

—¿Y...? —Yo enarqué las cejas, esperando a que continuara.

Eric apretó los labios y suspiró, pero al final dijo:

—Retiraré lo que les dije y no volverá a pasar. Lo prometo.

Esta vez lo dejé rodearme la cintura con los brazos.

—Acepto tu disculpa, pero es la ultima vez —advertí—. Sabes que habló enserio.

Él asintió. —Yo también.

Y luego me dio una de sus sonrisas deslumbrantes y me acercó mas a él, y yo ya no hice intento de apartarme.

—Dios, te odio —murmuré divertida.

—Y yo a ti —dijo Eric y me besó.






Ya saben, celosos y posesivos solo aceptamos en la ficción y eso a veces.


One Shots and ImaginesWhere stories live. Discover now