Adrian Chase: Tú me quieres aquí.

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N/A: Este OS esta ubicado en el universo de Arrow y contiene spoilers de la quinta y la sexta temporada.

Tan pronto como Nadia se enteró que el vértigo estaba en su sistema, supo que él aparecería. 

Se encerró en su habitación, sabía que la droga no tardaría mucho en hacer efecto y no quería vivir sus alucinaciones enfrente de alguien mas. La chica se sentó en su cama, mientras maldecía a Diaz y al concejal, y a sí misma por haber estrechado la mano del maldito hombre. Nadia trató de calmarse, entre mas rápido fuera su corazón, mas rápido funcionaria el vértigo, intentó pensar en que tal vez podría intentar sacar ventaja de aquello. Cerró los ojos y comenzó a contar.

Un misisipi.

Dos misisipi.

Tres misisipi.

Y entonces...

—Hola, cariño, ha pasado mucho tiempo.

Esa voz. No la había escuchado en meses, aunque a veces la perseguía en sus sueños. Cuando en sus pesadillas se encontraba en aquella isla desierta, encadenada a la roca, a veces lo veía. Pero esta vez fue diferente, y cuando abrió los ojos lo encontró sentado en el sillón junto a su cama. Estaba vestido como la ultima vez que lo había visto, antes de que se volara el cerebro a modo de un ultimo y retorcido intento de ganar. Incluso tenia una cicatriz en la sien, justo donde la bala había penetrado.

Por lo demás su aspecto estaba intacto, tan real. 

Pero no lo era. 

Es solo una alucinación, no es real. Intentó recordarse la chica a sí misma y luego se obligó a hablarle.

—Adrian.

Él sonrió, mostrando los perfectos dientes blancos.

—Me alegra verte. Aunque estés un poco nerviosa.

—No lo estoy, esto no es real, estoy alucinando por el vértigo —Nadia se encogió de hombros tratando de restarle importancia, había estado antes bajo los efectos de la misma droga y aunque las visiones habían sido diferentes, sabía como funcionaban las cosas.

Adrian se recargó en el sofá: —Dime ¿cómo esta nuestro querido Oliver?

—Eres un producto de mi imaginación, todo lo que te diga tú ya deberías saberlo —respondió ella.

—Dame el gusto.

Nadia suspiró, tal vez aquella visión solo estuviera en su mente, pero no se dejaría manipular por ella y si quería recibir respuestas debía seguirle el juego. 

—Mi hermano esta bien, en realidad todo lo que hiciste fue por nada, aquí es como si tú no hubieras existido.

—Y sin embargo aquí estoy —el castaño volvió a sonreír y extendió los brazos—. Y supongo que aún te pones tu traje y sales con Oliver a atrapar a los malos por las noches ¿verdad?

La chica estiró las piernas, intentando mostrase relajada, solo una platica casual con la visión de un muerto causada por una droga de mierda. No era lo mas raro que había hecho, ni tampoco lo mas difícil. 

—¿Quieres oír sobre el ultimo malo al que estamos enfrentando? Se llama Ricardo Diaz, de hecho es aun más escurridizo que tú. —Adrian enarco una ceja como si estuviera aburrido, pero Nadia continuo—. Dime, si tú fueras él  ¿donde te esconderías?

—Soy un producto de tu imaginación, todo lo que te diga tú ya deberías saberlo —respondió el castaño ahora con un tono mas divertido.

—Dame el gusto —ella imito sus palabras anteriores. Tal vez aquello no fuera real, pero estaba construido en base a la idea que ella tenia de él, y si podía pensar como lo habría hecho, tal vez pudiera ayudarle a entender a Diaz.

One Shots and ImaginesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora