Capítulo 78

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Annabeth PoV:

Percy me abrazó hasta que por fin me calmé, en ese tiempo, sentí que alguien entraba a mi cuarto y volvía a salir. En ese momento no me importó, ya les preguntaría a los demás después.

-¿Estás mejor?- Preguntó Percy.

-No.-

-¿Pero ya no lloras?-

-No, estoy seca.- Él soltó una pequeña risa, lo que me hizo sonreír un poco, pero no mucho.

-Ven conmigo.-

-No.-

-Miren quién no dice oraciones completas ahora. ¿Vas caminando o tendré que llevarte en brazos?- Ya había dejado de abrazarme y me esperaba de pie al lado mío, así que extendí mis brazos para decirle que me cargara, mis piernas no las haría funcionar ni con todo el néctar y la ambrosía del mundo. -Ven aquí, mi niña pequeña.- Me tomó en brazos como si fuera una simple muñeca.

-¿Por qué haces esto? Creía que estabas enfadado conmigo.-

-Y lo estaba, pero se me pasó cuando entendí que es lo que te pasaba a ti. Cuando comenzaste a enviarme mensajes me debatía entre si responderte o no, pero porque estaba dolido, no sabía que pensar sobre lo que sentías, hasta que me di cuenta que si bien a él lo quisiste, es a mí a quien amas, en ese momento me vine corriendo a verte.-

-No era necesario.-

-Si que era necesario, toda tu familia estaba afuera de tu puerta tratando de decidirse qué hacían contigo, cuando llegué les di instrucciones a todos, y comenzaron a calmarse.-

-¿Instrucciones?- Pregunté confundida.

-Sipis, a tu madrastra la envié a mandarle a sus empleados que te preparen algo con abundante azúcar para comer, a Jason y los gemelos los envié a jugar vídeo juegos para que se despejen la mente y te dejen descansar, y a tu padre lo mandé a buscar la llave de tu habitación, y ninguno tiene permiso de entrar hasta que uno de los dos los llamemos.-

-Se supone que todos ellos viven aquí, excepto Jason, pero el punto es que los mandaste a todos estando en su propia casa.-

-Lo sé, pero desde que llegué, la tempestad de esta casa se calmó, y tú también.-

-¿O sea que no soy parte de la tempestad?-

-No, tú eres la causa, y estas sobre cualquier tempestad.- Sonreí un poco. -Eso si me gusta, ya vuelves a sonreír.-

Ya estábamos sentados en mi cama, en donde Percy me dejó muy delicadamente, como si fuese un pétalo de rosa que se va a romper... ya me puse cursi, Percy saca lo peor de mi. Pero me desvié, en mi cama, que no es pequeña, estaba la extensión más grande que haya visto en mi vida para dos personas, y todo era delicioso, habían pasteles, panqueques, pan, dulces, y muchos más, lo mejor, ¡es que todo es azul! Susan tuvo algo que ver ahí, es la única de la casa que sabe que Percy tiene una obsesión por la comida azul, se lo dije una vez cuando recién estaba comenzando a salir con él.

-¿Sabes por qué todo es azul?- Preguntó Percy.

-Nuestra cocinera sabía que te gusta la comida azul, de seguro pensó que podría animarme.-

-¿Y lo hace?-

-Un poco.-

-Entonces si sirvió.-

-Percy.- Le llamé con voz apagada.

-¿Si?- Preguntó con tono preocupado.

-¿Por qué dices que no he olvidado a Luke?-

¿Será...? (Fanfic Percabeth) (En Edición 54/89)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora