Capítulo 17

3.6K 204 30
                                    

Annabeth PoV:

A la mañana siguiente, desperté por una llamada de mi no tan amada amiga Piper.

-Annie, dime por favor que estás en tu casa y no en casa de un extraño.-

-Ni en mi casa, ni en casa de un extraño, un amigo me acogió por la noche, luego iré por mis cosas.-

-No es necesario que vengas, yo te las puedo llevar. Como para pedir perdón.-

-Te hará falta mucho más para que te perdone. Me dejaste abandonada en una fiesta a la que no quería ir.-

-Lo sé, ¿pero no hay nada que pueda hacer para compensarte?-

-Veremos. Déjame pensar con calma, acabo de despertar.-

-De acuerdo y lo siento, nuevamente.-

-Adiós.- Luego de eso, corté la llamada.

Me levanté de la cama, fui al baño a lavarme la cara para terminar de despertar, y bajé a la cocina a comer algo.

-Buenos días Ed, lamento que te haya molestado anoche tan tarde.-

-No se preocupe señorita, fue un placer ayudarla, además, aún no estaba dormido.-

-¿Seguro que no fue un problema?-

-Para nada.- Sonrió. -Aunque se me permite el atrevimiento, ¿Por qué sus amigas la abandonaron en un fiesta?-

-Porque no querían ser castigadas.-

-Es una lástima. Aquí está su desayuno y el del señorito Grace.- Reí ante su comentario, es divertido que le digan señorito a Jason, pero todos sus empleados deben hacerlo.

-Gracias, yo le diré cuando baje.- Dicho eso, se retiró.

Yo comí mi desayuno tranquilamente, cuando estaba terminando, Jason bajó.

-Buenos días, señorito Grace.- Me fulminó con la mirada.

-Buenos días Annie.- Dijo recalcando la última palabra.

-Supongo que me lo merecía.-

-Supones bien.-

-Ten.- Le acerqué su plato. -Ed lo preparó para ti.- Lo aceptó y comenzó a comer.

-Creo, querida Annabeth, que como agradecimiento por haberte salvado la vida, deberías tú prepararme algo.-

-Me habría gustado, pero cuando llegué Ed ya tenía lista la comida.-

-Bueno, ambos terminamos de comer, ¿qué te impide cocinar ahora?- Resignada, me paré y fui a prepararle algunos panqueques al rubio. Cuando terminé se lo serví.

-Para usted, señorito Grace.-

-Gracias, ricitos.-

-Supongo que ahora me tendré que retirar.-

-¿Por qué?-

-Porque tu padre tiene la regla de que el servicio no te puede ver comer.-

-Pero tú no eres del servicio.-

-Así me siento cada vez que me obligas a cocinar.-

-No te obligo, logro convencerte. Además, adoro tu comida.-

-Gracias que amable.- Dije con voz tierna, para luego tomar sus panqueques, que por cierto tenían mucha crema, y arrojarselo a la cara.

-¡Dioses Annabeth, ¿Qué rayos te pasa?!- Gritó.

¿Será...? (Fanfic Percabeth) (En Edición 54/89)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora