Alas y sangre (Editando)

17: Iba a morir.

Frote mis manos contra mi abrazándome para darme calor. Me estaba muriendo de frío, empezaba a anochecer y no quería estar aquí cuando eso pro fin ocurriera. No le temía a la oscuridad...bueno, si, ¿quien no?

Pero sentía que me miraban y siempre que volteaba esperando ver a Allen, no había nadie. Aún no sabía si era mejor estar sola, por que definitivamente yo estaba perdida y me vinieron a la mente las palabras de papá sobre lo peligroso que era el bosque. La última vez no sabía cómo había sobrevivido a un lobo, vagamente lo recordaba pero de ahí en fuera, estaba en blanco.

Siempre que me desmayaba, de alguna forma misteriosa siempre aparecía en un lugar, segura. ¿Sería lo mismo hoy? Mire a mi alrededor en busca de una roca lo suficientemente fuerte para golpearme pero no me creía capaz de golpearme a mí misma, de todas formas.

Me detuve en seco cuando escuche un crujido de hojas secas. Mire disimuladamente hacia atrás pero estaba desierto. Palmee mis bolsillos en busca de mis pastillas por si tenía otro ataque pero estaban vacíos. Las había olvidado en la mochila.

Sentí un frío aliento contra mi cuello y sin pensarlo, eche a correr de nuevo. Sabía que si era Allen me atraparía en cuestión de segundos pero no me detuve. De seguro ya se habí decidió a acabar conmigo de una vez por todas y eso solo me dio más fuerza para correr más rápido. El frío me asustaba las mejillas y en si, toda la cara.

Escuche una risa lo suficientemente cerca como para estirar el brazo y alcanzarme y el corazón me latió tan deprisa que temí que se me saliera del pecho.

Detuve mis pasos tan repentinamente que casi pierdo el equilibrio. Delante de mi estaba una cuesta tan inclinada que podía romperme todos los huesos si caía.

Me giré respirando con dificultad esperando ver sus ojos grises pero no había ni un alma. Ni siquiera escuchaba los insectos y eso fue tan espeluznante que sentí todos mis huesos tensarse a la vez y me dolió.

-Se que estás ahí.- Murmuré dirigiendo mi vista de polo a polo tratando de verlo pero era imposible hacerlo, a menos de que se haya echo invisible pero eso era imposible. No había viento pero las hojas secas bajos mis pies se movieron como si lo hubiera. Tuve la sensación de unos ojos taladrándome la nuca y me giré mirando hacia abajo pero también estaba desolado.
Era un pensamiento infantil, pero quería que de alguna forma mi papá viniera a rescatarme, porque yo sola no podía, jamás podría. Necesitaba siempre de alguien y me aterraba saber que la única loca que venía al bosque casi de noche era yo, donde nadie escucharía mis gritos. Aunque no era mi culpa, era de Allen, como ahora. Podía sentía que estaba aquí y eso me hizo llorar.

Regresé mi vista al frente encontrándome con un pecho duro, no alce la vista, no podía. Era como si me presionarán por todas partes, estaba paralizada. Vi su mano alzarse y tocar mi pecho, solo necesito de una ligera presión para hacerme caer.

Cuando al fin pude reaccionar fue demasiado tarde porque mis pies ya no tocaban el piso. Grite desde el fondo de mi garganta cuando mi cara impactó contra el suelo manchándome de lodo, estire mis brazos clavando las uñas sobre el lodo pero eso no impidió que siguiera siendo arrastrada hacia abajo por la gravedad. Traer de moverme para cubrir las partes importantes pero mi brazo impactó contra algo realmente duro y escuche algo romperse. Grite de dolor deseando que de una vez me golpeara la cabeza y no saber nada, pero eso no pasó.

Parecía que me quería torturar con ello porque mis ojos se mantuvieron abiertos viendo todo dar vueltas, sentí que me rompía varias cosas y hasta costillas. Mi cuerpo fue violentamente detenido por un tronco partido a la mitad que me saco el aire.

Tosí y jadee al mismo tiempo sintiendo mi garganta arder. Un líquido espeso me manchaba los pantalones y no podía moverme para verme las heridas. Mi brazo izquierdo estaba doblado de una forma antinatural y supe que estaba roto. Ahora sí que iba a morir, estaba sola, lastimada y con frío.

¿Que había echo para merecer esto?

Unos pasos me alertaron XD que mi pensamiento de estar sola no era erróneo y las lágrimas me ardieron cuando salieron de mis ojos. Era como estar llorando ácido.

Vi unas botas negras manchadas de barro delante de mi, no pude alzar la vista, solo vi su mano agarrando una rama tan gruesa como mi brazo y antes de perder el conocimiento vi como esa rama se dirigía a una gran velocidad director a mi cabeza.

N/A:

¡Lloren! ¡Asústense! ¡Asómbrese!

Aquí les dejo un pequeño capítulo, dejándolos con ganas de más. Creo.

Discuten mientras puedan.😈💀👻🔥