PARTE XXIV: HISTORIA DE LA VEZ QUE CASI ME DEJA -2

2.3K 102 39
                                    

María no decía nada, me miraba, se enfadaba más, miraba por la ventana porque me imagino esperaba que yo dijera algo, y no pasaba nada más en esa casa. Me moría de miedo porque pocas veces tengo que lidiar con situaciones así ¿sabes? 

- Bueno vale, si quieres... vale, si quieres tómate tu tiempo - Le dije resignada. Ella me miró, no enfadada, si no con esa mirada que me hacía sentir peor. - Por favor, te lo pido...

- ¿Por qué tuviste que llamarle? - Me preguntó con un tono de decepción total. - Por qué lo hiciste, joder...

- No sé. No sé porqué... pero solo hablamos, eso sí. - Le contesté, acercándome a su lado. Ella estaba sentada en el sofá, ahora con la mirada abajo. - No sé cuántas veces debo decirte que no ha pasado nada más...

- ¿Por qué le llamaste? - Insistía. 

- Que no lo sé...

- Melo, deja eso para luego... le llamaste por alguna razón. - Me decía alzando la voz - ¡Tú le has llamado! ¡TÚ!

- ¡Porque estaba aburrida! ¿Vale? Porque no estabas, porque se me ocurrió... porque quería saber como estaba. - Le contesté y otra vez el silencio nos invadía. - Ya no quiero hablar de eso...

- ¿Os vistéis? - Preguntó 

- ¡No! ¡Claro que no! No le veo desde... aquella vez con Juanma. - Le respondí, pero ella seguía incrédula. - En serio, no.

- Estabas aburrida... ja. - Me dijo mientras caminaba hacia la habitación. - Te juro que es la cosa más hijodeputa que has hecho, Melo. 

- Ya...  - Le contesté yo siguiéndola por la habitación. Yo pensaba que en ese momento me diría algo como ''Bueno, vale,  olvidemos todo'' pero la actitud que tomaba a partir de ese momento me sorprendió mucho.

- No sé, cómo puedes decir todo eso y esperar que todo vuelva a estar como antes.

- Pe-pero te he dicho que no ha pasado nada... - Continuaba implorándole - María por favor, ha sido algo muy estúpido, vale,  pero que solo hemos hablado...

Ella pasaba de mí. Me ignoraba mientras se arreglaba frente al espejo y a esas alturas yo estaba empezando a creer que sí, que no había vuelta atrás. Mi cara lo decía todo, estaba completamente descuadrada y ella, al contrario, se veía tan indiferente al momento. Como si le diera igual verme ahí, implorándole perdón, joder... Me estaba empezando a sentir realmente mal, como si unas ganas de llorar me hubieran empezado a invadir repentinamente. 

- Si quieres puedo llamarle y aclarar todo de una vez - Le decía. - Pero por favor, no pienses mal de mí. 

- Melo, no tengo ganas de esto, en serio... - Me dijo al acercarse a mí. Yo para ese momento tenía todo el llanto en la garganta queriendo salir, pero me calmaba porque lo último que quería era que me viera así. - Vete.

- Estás siendo injusta. - Le contesté enfadada, porque era la única forma de contrastar todo el llanto que tenía por dentro. - Me parece que en realidad esto es lo que quieres... una excusa perfecta para acabar con todo. 

¡Uhh! Y ahí estaba yo haciendo lo que ella hace en momentos de crisis: Dar un giro de 360 grados y cambiar absolutamente de personaje. Del papel de culpable al de víctima en menos de tres segundos. 

- ¿Qué? - Me contestó indignada. - ¿Qué dices? 

- Vale, como quieras... - Le decía mientras caminaba hacia la puerta, fingiendo mi partida. - Si quieres que esto se termine, pues ya está. 

- ¿Crees que no me doy cuenta ? - Me preguntó. - Que ahora te pones en plan de víctima... Joder, macho...

Yo regresé sobre mis pasos y le abracé fuertemente. Podía sentir sus latidos invadir ese pequeño silencio. Ella ya no se apartaba de mí y contra todo pronóstico pude oírle reír. 

- Perdóname, por favor. - Le dije casi llorando. - No quiero dejarlo... no quiero que esto acabe. Te juro que no he querido a nadie como te quiero a ti, no hay otra persona en el mundo que sepa quererme como lo haces tú.  Perdón.

- Joder... es que no sé porqué tienes que hacer las cosas difíciles. 

- ¡Porque soy tonta! - Le decía. Yo le miraba a los ojos, pegaba nuestras narices como se hace en un beso esquimal, cogía su rostro con mis manos esperando que me diera alguna señal para hacer eso que quería volver a hacer. - Voy a destruir el móvil cuando me lo pidas.

- Te he echado de menos. - Me contestó y ¡zas! después de unos días podía darle un beso de nuevo. - Pero voy a tardar en poder olvidar esa gilipollez.

- Empieza ahora... - Le respondí. - O tómate tu tiempo, pero olvidemos eso porfa...


Lo que no se puede negar | MELEPE = Yellow Mellow & Cadepe | FANFICWhere stories live. Discover now