PARTE XXII: NUEVA ZELANDA 1

5.9K 192 51
                                    


Después de mucho tiempo, estábamos inundadas de tanto amor, de tanto cariño y tantas cosas buenas que parecíamos flotar. Horas de horas las dos juntas sin decir nada y diciéndonos tanto, o cantando o riendo. Todas las mañanas eran para ella...

Así que un día decidimos que debíamos disfrutar de todo esto lejos, como un pacto para sellar eso que sentíamos. No teníamos idea de cómo conseguir escaparnos de todo sin que afectara nuestro trabajo. Yo solamente tenía muy confirmado el viajar a Australia y tenías muchísimas ganas de que María viniera conmigo pero era imposible, sobretodo porque al final yo tenía asuntos que cumplir allá y no podríamos disfrutar de un viaje juntas solas... como queríamos. 

- ¿Entonces. - Me preguntó.

- No sé, van a ser las dos semanas más largas de mi vida. - Le respondí.

- Pues no queda de otra... al final valdrá la pena. - Me dijo mientras jugaba con mis manos. 

Habíamos decidido que a Australia nos viajaríamos juntas y mas bien ella iría a Nueva Zelanda (que era el país que siempre quiso conocer) y yo iría tras a ella después de las dos semanas en Australia. Era el costo que teníamos que pagar con tal de perdernos de los demás. 

Entonces así sucedió, yo viajé a Australia, estuve unos días por allá. Otra vez el calor, la playita y tal, pero qué rara me sentía de no poder disfrutarlo con ella. Obviamente intentaba llenar ese vacío con mensajitos por whatsapp y tal pero no era lo mismo, le echaba mucho de menos. 

- ¿Me quieres? - Me preguntó por whatsapp.

- Ño.

- Vale :(

- Ya falta poquito para vernos. 

- Chi.

- ¿Tienes todo listo?

- Que sí...

- Vale, te quiero mi peque.

- Y yo a ti <3

Obviamente. Obviamente no era lo mismo pero era lo que había y ya está. Me parecían eternos los días, y aunque ya no me sentía insegura y de hecho confiaba mucho en ella, lo que más quería era poder tomar su mano o solo oír su voz. Cosas de mi cabeza...

Y cuando por fin llegó el día de encontrarnos yo llegué muy contenta al aeropuerto de Nueva Zelanda, aunque un poco desorientada. Pedí un taxi y llegué lo más pronto hasta el hospedaje donde estaba ella. Corrí a su encuentro y cuando por fin nos vimos las dos atinamos a abrazarnos y reír como unas tontas, paradas en la puerta muertas de felicidad. 

- Te eché tanto de menos. - Me dice ella. - Me sentía tan triste estando sola aquí. 

- Ya, lo sé, lo sé. - Le respondí entre risas, pero era una risa sincera de felicidad . - Pero ya estoy aquí. 

Esa mañana ¿o tarde? ¿o noche? no sé, ya no tenía idea ni qué día ni hora estaba, solamente sabia que estaba ahí, por fin. Nos quedamos viendo series o alguna que otra película, aunque en realidad solo estábamos hablando de todo lo que había sucedido mientras no nos vimos. Y con un largo beso volvimos a encontrarnos en el anochecer... 

Lo que no se puede negar | MELEPE = Yellow Mellow & Cadepe | FANFICUnde poveștirile trăiesc. Descoperă acum