PARTE XXIII: EMPECEMOS DE NUEVO

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BABY, I'M YOURS: https://www.youtube.com/watch?v=yqvi9VPTZJc

- Cuántas cosas han pasado - Le dije mientras ponía la última caja de la mudanza sobre el piso.

- Ya, muchas diría yo - Me contestó.

- A veces me parece que un día cuando lo digamos, o todo va a explotar o de hecho ya nadie se va a sorprender.

- ¿Tú crees? - Preguntó mientras disfrutaba las vistas de su nuevo piso. - A mí me parece que igual les va a sorprender algo.

- Pues claro,  se van a sorprender, sí, se van a sorprender pero no sé de qué forma.

- Calla ya, hombre ¿Por qué andas pensando en eso ahora? - Volvió a preguntar mirándome desde la ventana mientras  se recogía el pelo. - ¿Estás nerviosa?

- No, estoy feliz, me hace muy feliz que te hayas mudado tan cerquita a mí.

Todos estos meses los rumores se multiplicaron, las fotos, los viajes, todo creció desmesuradamente y eso asustaba un poquito pero al mismo tiempo nos daba tranquilidad ¿Sabes? Ya se había hecho todo una bonita costumbre y el hecho de haberse mudado al edificio en el que vivo era un gran paso. No queríamos vivir juntas aún pero al mismo tiempo queríamos estar cerca todo el día, así que la mudanza fue una jugada muy inteligente. 

- ¿Sabes que me apetece? - Le escribí a María por whatsapp. - Que subas a visitar a tu vecina.

- Joder... - Me respondió - Melo, que acabamos de vernos hace media hora.

- Ya, pero quería darte la bienvenida... 

- ¿Por qué no bajas y me ayudas? 

Al final siempre tengo el don para convencerla y conseguir que hiciera, al menos un ratito, lo que le pedía. Había pedido pizza, porque me moría por comer algo y ver una peli a su lado. Así que comimos y luego nos tumbamos en el sofá a ver cualquier peli chachi que se le ocurrió.

- ¿Y si te quedas a dormir hoy? - Le pregunté sin apartar la mirada de la película. - Puedes quedarte si quieres.

- Pues parece que es mi única opción, no he tenido tiempo de ordenar la habitación. - Me contestó. Ella, pequeñita, consiguió enredarse entre mis brazos y acurrucarse ahí. - Con este calor no me da ganas de hacer nada.

- Ya... - Intenté darle un beso y ella se apartó de mí. - ¿Qué pasa?

- Nada.

- ¿Vaaale...?

- Nada, que estoy muy feliz. - Dijo mientras jugaba con mi camiseta, sentada en el piso frente a mí. - No puedo creer que esté pasando esto.

- ¿María? - Le pregunté, tomé sus mejillas con ambas manos para dirigir mi mirada a la suya pero ella la esquivó. Estaba llorando. - ¿Por qué lloras? ¿Qué pasa? ¿Estás bien?

- No lloro... - Me contestó y de inmediato se puso de pie, para mirar por la ventana como siempre le gusta a ella. 

- Que sí, tía, que te he visto... - Le dije sonriendo, mientras le abrazaba por la espalda, tomando su cintura y pegando mi cara a la suya. - Y no pasa nada, yo estoy igual de feliz que tú... es más, no hace falta que bajes nunca más, puedes quedarte a vivir aquí conmigo por el resto de nuestros días.

- Pero qué dices, tonta. - Me contestó también riendo. - No quiero que esto acabe.

- Y no va a acabarse, no dejaría que eso suceda. - Respondí, luego le dí un beso en la mejilla y le abracé más fuerte. - Eres más importante que cualquier cosa que haga.

Yo quisiera haberme quedado así con ella por siempre, abrazadas, mirando el cielo caerse, oyendo su respiración y sintiendo sus latidos al ritmo de los míos. No había ningún pensamiento en mi cabeza, lo único que podía era sentir... sentirme feliz, pero el hecho es que no nos convertimos en estatuas de piedra así que nuestras vidas continuaron después del abrazo. Ella se quedó a dormir aquella noche y yo la mañana siguiente le ayudé con la mudanza. 

- Ostias, cuántas cosas... - Le dije. - ¿Por qué tienes tanta ropa?

- Shh, calla. - Me dijo. - ¿Te imaginas que un día yo desaparezca?

- ¿Eh?

- Y tengas que borrar todos los vídeos en los que aparezco...

- Pues solo diría lo que siempre decimos: Que eres una amiga solo que ahora ya no sales en los vídeos. 

- Ja, ja, me parece que ya he secuestrado gran parte de tu canal - Dijo otra vez, sin dejar de ordenar las cosas que estaba ordenando. Y a mí me hacía gracia porque sentía que estaba intentando hablar sobre lo que ella no quería hablar en realidad. -  Vas a tener que cuidar mucho de mí.

- Pues sí, pero si te tienes que ir no te detendré ¿Sabes?- Le dije solo para ver cuál sería su reacción. Ella me miró un tanto seria y siguió ordenando, lo cual no me decía nada de lo que yo quería entender. - De hecho no tardaría en reemplazarte. 

- ¿Melo?

- Porque no voy a tener tiempo pa' detenerme - Ella ya no podía ocultar su enfado al oírme hablar así. Yo me acercaba a ella riendo porque noté desde la noche anterior el miedo de dar algún salto al vacío, de pensar que lo que hace puede que no dure mucho porque a lo mejor yo un día no quería seguir con ella o cosas así. Pequeña María...  Y yo estaba intentando decirle todo eso que ella no quería oír solo para hacerle enfadar un poquito. - ¡Que es broma! Ya te he dicho que no voy a dejar que esto se acabe jamás... nunca, nunca.

- Eres tonta, en serio. - Me dijo, alejándose de mí. Se metió a la habitación, a sentarse sobre la cama. Yo me acerqué, la vi recogerse el pelo y verse tan bonita y cabreada al mismo tiempo. - A mí no me hacen gracias tus bromas.

- Jooooder María... 

- Siempre tienes que ser tan fría... 

- ¡Es que hace calor! - Le dije riendo, ella se puso de pie, me miró, me reí, se enfadó más y volvió hacia las cajas. - Me hace gracia, perdona... 

- Tonta, eso eres.

- Pues tú más - Contesté y caminé, otra vez, hacia donde estaba para abrazarle y darle un beso en la mejilla. - Te amo, te amo, te amo, te amo

- Vale 

- Y no me gusta que sigas con esas ideas en la cabeza... lo que menos quiero es imaginarme el futuro sin ti porque de hecho no puedo imaginarlo. Y solo me queda gastarte bromas y hacerte enfadar... porque soy tonta.

Ella pudo reír, tomó mis manos y las besó, se giró y acercó su cara lo más que pudo a la mía. Yo le sonreí, ella sonrió, y tratamos de asustar a los fantasmas de su cabeza que rondaban el edificio por esos días... y miramos por la ventana, como a ella siempre le gusta hacer.



Lo que no se puede negar | MELEPE = Yellow Mellow & Cadepe | FANFICOù les histoires vivent. Découvrez maintenant