Capítulo 11- Una verdad oculta.

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Dos semanas después.

Ana

El despertador sonó y las pocas horas de sueño se sintieron como plomo en cada una de las partes de mi cuerpo. ¿Por qué debía volver Harry? Me aterraba la idea de que viviremos en la misma casa hasta que Jace, mi novio, decidiera que es prudente volver.

- ¿Mamá? – Levantando mi cabeza, sonreí al ver una cabellera dorada asomarse por la puerta de mi habitación. - ¿Puedo entrar?

- Claro, cariño. ¿Qué sucede? – Tomando mi bata, la traspasé a través de mi suave camisón de seda. - ¿Ya es hora de ir a la escuela?

- Sí, pero ni papá ni el tío Luke pueden llevarme porque están durmiendo.– Haciendo un puchero adorable, subió a la cama y me abrazó. - ¿Podrías llevarme tú?

- Me encantaría pero antes necesitaré arreglarme y vestir a Ed. – Besando su frente, tomé una camisola suelta y unos pantalones pitillos para cambiarme en el baño. Al salir, Lux jugaba con Ed que sonreía un poco adormilado. – Ya se ha despertado, que milagro. – Riendo, lo tomé y besé sus cachetes regordetes. Luego, buscando mi bolsa que era especialmente para llevar cualquier cosa que necesitara Ed, coloqué mis gafas de sol y algo de dinero en mi billetera. – Lux, te haré algo de desayunar y prepararé la leche para Ed antes de irnos.

- Tú, ¿no vas a desayunar? Papá se enojará si se entera.

- Lux, compraré algo en el camino. Que este secreto quede entre nosotras. – Guiñándole el ojo, tomé su mano para bajar al primer piso que se encontraba literalmente muerto y abandonado. Al llegar a la cocina, preparé algo de cereales con leche para ella y, además tomando su lonchera coloqué un sándwich y una manzana para que pudiera comer algo más si le apeteciere. Luego, busqué algo de jugo de naranja natural para tomar y pellizqué una tostada con mermelada de cerezas antes de que la pava eléctrica me indicara que el agua estaba en su punto para preparar el biberón de mi hijo. – Bien, todo listo. ¿Has terminando, cariño? – Ella asintiendo, limpió su boca con una servilleta y corriendo hacia el baño, cepilló sus dientes antes de volver hacia mí y tomar mi mano. Junto a Ed, fuimos hacia el garaje para subirnos a la camioneta de Jace la cual prendí para salir de allí. Realmente, me había acostumbrado a ser siempre llevada de aquí para allá pero todavía sigo siendo una buena conductora y precavida, ahora que tengo a dos criaturas que proteger.

- ¿A dónde vas? – Frenando lentamente, esperé que Marco subiera la valla de seguridad.

- A llevar a Lux a la escuela. Los hombres de esta casa todavía siguen durmiendo así que no quise molestarlos. – Encogiéndome de hombros, traté de que entendiera la buena acción que quería hacer con mi novio y su hermano.

- No puedes salir sola así que iré contigo, si no hay otro remedio. – Suspirando, cerró con llave su casilla y subió del lado del acompañante. – Espero que Jace no me mate por esto.

- Ya te salvé anteriormente así que puedo hacerlo otra vez.

- Dios te oiga...

Harry

El sonido estridente de mi celular hizo que rodara precipitadamente en mi cama para terminar en el suelo con un golpe seco y doloroso. Levantándome, me quejé de los pinchazos que comenzaba a sentir en la zona izquierda de mis costillas.

- Espero que sea algo importante... - Tomando a mi phone, desbloqué la pantalla y un mensaje de Gemma apareció.

<< Necesito verte, ha pasado algo muy grave. Si llama mamá, dile que no sabes nada sobre mí. >>

Matchpoint. (Harry Styles)Où les histoires vivent. Découvrez maintenant