Matchpoint. (Harry Styles)

Capítulo 48 - Un paso adelante y otro atrás

Lizzy

- ¿Puedo hacerle una consulta más?-. Entregándole el dinero al mecánico que había solucionado el problema de mi auto en cuestión desegundos, rogué contar con su ayuda.

- Sí, señora. Estoy para servirle-. Esperando que dijera algo, solo atinéa tomar mi celular y mostrarle la foto del velocímetro que correspondía al auto de Alex.- ¿Qué quiere saber?-.

- ¿Cómo puedo saber qué distancia se recorrió con este auto antes de que quedara estático definitivamente en este número?-. Mostrándole otras fotografías del auto, ansié tener una respuesta positiva.

- Con este auto puedes recorrer 100 km sin abastecimiento de nafta así que la clave radica ahí, si usted quiere saber cuántos kilómetros recorrió-. Regalándome una tenue sonrisa, me pasó el ticket de la cuenta.

- ¿Cuánto le debo?-. Volviendo a sacar mi billetera, aguardé que dijera algo.

- Nada, señora-.

- Pero...-.

- Ya es suficiente con que acepte mi ayuda. No todos los días uno tiene el privilegio de hablar con una mujer tan bonita como usted-. Sin saber qué decir, traté de no sonrojarme pero fue en vano.- Su marido tiene mucha suerte-.

- Sí, de eso no tengo dudas-. Si antes estaba roja como un tomate, ahora me encontraba mucho peor.- ¿Ya está todo solucionado, cariño?-.Posando su mano sobre mi cintura, pasó la mano al mecánico que antes de sentirse intimidado solo sonrió abiertamente.

- Sí, el auto anda perfectamente-. Pasándole la llave del auto, volví a agradecerle y alejándome de allí, subí a mi auto para tratar de calmarme. Por unos segundos me había salvado de que Nick supiera lo que estaba haciendo.

- Parece que tienes un seguidor nuevo, cariño-. Haciendo una mueca, encendió mi automóvil y poniéndolo marcha atrás, poco después se adentró a la carretera para ir a casa.- Por cierto, ¿Qué tanto hablabas con él? -.

- ¿Celoso?-.Riendo nerviosamente, pensé en qué decirle. No quería mentirle pero tampoco podía arriesgarme a que desbaratara lo poco que había logrado por mi cuenta.

- No, solo curiosidad-.

- Estaba hablando sobre el auto, cariño. ¿Qué más podría hablar con él?-. Rodando los ojos, mantuve mis ojos en la calle en la cual había doblado para adentrarnos a nuestro vecindario.

- No lo sé. Por eso pregunté-. Encogiéndose de hombros, restó importancia a la situación pero sabía que aquello le importaba y mucho.

- Te amo, Nick. Eso es lo que importa-. Apretando levemente su mano,esperé que entrara al garaje para desabrochar mi cinturón deseguridad y así poder pasarme de mi asiento al suyo.- Tú y mis hijos son lo único que me hacen inmensamente feliz y no los cambiaría por nada del mundo-. Besando sus labios, dejé que la pasión nos envolviera lentamente como si fuera la única morfina disponible para adormecer nuestros sentidos.

Diana

- ¡Has quedado radiante, Ana!-. Exclamó Isa ni bien vio mi cabello natural y con ninguna gota de tintura sobre este.- Gracias, Mich por hacernos el favor-. Acercándose, besó la mejilla del peluquero antes de que este se marchara.

- No sabía que eran tan cercanos-. Acomodándome en la cama, busqué una de las tabletas de chocolate para comer unos trozos. Últimamente había estado muy tentada con cualquier cosa dulce y los chocolates no eran la excepción.

- Lo conozco desde hacer años, aunque nunca he cruzado más de diez palabras con él. Es muy reservado-.

- Una característica que Erick espera de todos sus súbditos, ¿no?-.