Capítulo 12.

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Por las mañana se cometía la misma rutina una y otra vez. No es que le molestara a JongDae, de hecho, se sentía bastante a gusto con ello, que no hubiera algo que le alterara sus tranquilos días pero. . .algo si había notado es el cambio que se notaba hacia si mismo con Kim JongIn. Es viernes por la mañana y estaba en el tren sentado junto BaekHyun pensando sus cosas.

En el poco tiempo que había transcurrido había pasado muchas pero muchas cosas y eso le hacía sentir un poco incómodo. No estaba acostumbrado a que el mundo le presentara cosa tan de repente y en un corto tiempo. Por las tardes después de la universidad iba a bailar mientras que SeHun y BaekHyun le esperaban en las mismas escaleras y él daba lo mejor de sí al baile. Mejoraba constantemente, ahora ya no era tan patoso como antes.

Kim JongIn tenía otra imagen de la que JongDae había descubierto en los días, es decir, seguía siendo un arrogante con una sonrisa idiota que dejaba a veces hipnotizado a la gente. Vale, ese tipo de pensamiento en JongDae no eran propios en él pero veía algo mas de lo que era, algo mas que un seductor, egoísta, creído, sexy, guapo y demás cosas del menor.

En las clases, JongIn, se comportaba de una forma un tanto rara. Era mas tímido, dulce y sobretodo prestaba atención a las cosas que hacía JongDae. Ambos se divertían mucho estando juntos, aunque no hablaran y solo bailaran, se sentía agradable. BaekHyun estaba mirando hacia el suelo con una mirada perdida.

Desde lo que pasó con KyungSoo estaba un poco distraído, estaba mas callado y era normal por que no dejaba de pensar en ello. JongDae siempre le intentaba animar para que sonriera y dejara de calentarse la cabeza con pensamiento que le acabarían dejando mal. SeHun también ayudaba a BaekHyun, al menos lo que podía con lo poco que hablaba.

— Ya, dejate la depresión para otro día—. Murmuró el menor golpeando su brazo.

— ¿Eh? ¿Que?—. BaekHyun se sobresaltó.

— Baekkie, reacciona, deja de estar distraído. Se te caerá el pelo de pensar—.

— Ay, mi pelo no—. Se acarició su propio pelo con un puchero.— Me cuesta cuidarlo—.

— Si no te lo pintaras tanto quizá así no se te caiga—.

— ¡A mi no se me cae el pelo!—.

— Oh dios mio, tienes una calva allí—. Se hizo el sorprendido JongDae señalando su pelo.

— ¡Ay! ¡Para! ~—. Se quejó BaekHyun como un niño pequeño y se lanzó hacia JongDae para pellizcar con fuerza sus mejillas.

JongDae se rió intentando apartar al mayor mientras mas se burlaba de él. Se pasaron el viaje entero burlandose entre sí y dandose golpes a la vez que se comportaban como infantiles pero al menos consiguió distraer a BaekHyun, eso le alegraba bastante.

Al llegar la universidad todos se veían bastante animados, aunque el tiempo estuviera nublado, hacía calor. Odiaba los días de bochorno, sudaba pero hacía tiempo nublado. Algo que no pudo creer es que las horas pasaban con rapidez, las tres primeras horas pasaron volando como si solo hubiera entrado y pasaran cinco minutos. En su clase con HeeChul vio a una chica muy apegada a JongIn.

No le había hecho mucha gracia.

JongDae se sacudió mentalmente mirando como JongIn le cogía a aquella chica de la cintura y esta le susurraba cosas en el oído provocando que el menor gruñera. JongDae rodó sus ojos poniendo cara de asco ante la escena, seguro ya iban a hacer cosas. A la hora del almuerzo estaban bajo las gradas del campo de fútbol, todos reunidos en un circulo.

JunMyeon le daba de comer a Tao que aceptaba la comida satisfecho. Parecían madre e hijo.— Yo creo que tienes manos para comer, pandita—.

— Shh, me gusta cuando mi Junnie me da de comer—. Tao puso un rostro de orgullo, masticando otro trozo de pan que le dio.

¡Aventura real!Where stories live. Discover now