-Bien, entonces yo aprovecharé para probar esta belleza -dijo Gun admirando la espada del maestro de Shinra.

Desde luego, parecía un niño al que le acababan de dar un juguete nuevo. Reprimí una risita para no ser apalizado por mi compañera y me dirigí a mi cuarto para tumbarme en la cama un rato.

- ¡Es la hora! -gritó Shinra un tiempo más tarde.

Al oír su voz, bajé lo más rápido posible al piso inferior para reunirme con las demás integrantes de mi grupo. Cuando estuve allí, vi que todas se encontraban listas para la batalla.

- Ha llegado el momento: esforzaros lo máximo posible para completar con éxito vuestra misión... Todo está en vuestras manos -dijo Shinra-. Y antes de que os marchéis quiero entregaros algo a vosotros, Aiden y Gun.

Entonces se acercó a nosotros y colocó sus manos sobre los hombros de Gun. Después de unos segundos las colocó también sobre los míos y entonces...

《Habilidad [Conocimiento] sube a lvl 4》

- Con esto podréis ver una pequeña parte de las estadísticas de vuestro oponente -explicó-. Y ahora, comencemos con la misión.

Buenos días a todos, soy Narrador-Sama. Durante la batalla que está por acontecer, ocurrirán muchos sucesos interesantes y sería una pena que sólo vieseis el punto de vista de Aiden, por lo que me han pedido que os muestre los sucesos que le pasan al resto de los personajes. Espero que disfrutéis de esta narración en tercera persona y, sin más dilación, continuaré con la historia》.

El grupo de Aiden comenzó a avanzar hacia la mansión de Brírinvius por la zona comercial, y después de unos minutos llegaron a la puerta.

- ¿Cómo vamos a entrar? -preguntó Aiden.

Gun lo miró y sonrió confiada. Al verla, él supo que tenía un ás bajo la manga... Y nunca mejor dicho, porque sacó unas ganzúas de un bolsillo interno en la manga de su camiseta.

- Dejádmelo a mí -dijo acercándose a la cerradura.

En cuestión de segundos, Gun abrió la puerta principal y pudieron entrar a la mansión. Se encontraron entonces en un enorme recibidor donde todo parecía extremadamente caro: las paredes estaban adornadas con cuadros, había diversas esculturas y bastantes armaduras colocadas a ambos lados de la habitación que daban la sensación de que hubiera un pequeño ejército vigilándolos en todo momento.
Tras unos minutos de silencio, de pronto alguien comenzó a hablarles desde unos diez metros de distancia.

- Así que han enviado a un grupo para intentar eliminarme... Qué patético.

El grupo de Aiden buscó la procedencia de la voz, y fue Rubil quién la encontró y llamó la atención de los demás: en lo alto de unas enormes escaleras, se hallaba un hombre.

Se trataba de Brírinvius Autumnblood: era alto y muy gordo, tenía el pelo largo de color dorado y portaba un atuendo y unas joyas que semejaban tan caras como la decoración de aquel recibidor. El gobernador de Sifán no estaba sólo: además de varias personas detrás suyo, tenía dos hombres junto a él que parecían sus guardaespaldas, ambos callados y quietos, cada uno a un lado.

- No tenéis ninguna posibilidad aquí -rió-.¡Bafka, acaba con ellos!

- Estaré encantado, tío Brírinvius: tengo cuentas pendientes con ese chico -dijo una de las personas que estaba a su espalda sonriendo maliciosamente.

En ese momento, Aiden se dio cuenta de se trataba del hombre que tiempo atrás había molestado a Monari. Se sintió culpable por no haberlo matado aquel día: si lo hubiera hecho, ahora podrían enfrentarse directamente a Brírinvius y acabar con su misión... Pero no era momento para lamentarse.

I'm (Not) A Hero (Pausada Hasta Nuevo Aviso) Where stories live. Discover now