Capítulo 7

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Desde el día del funeral, Fera se quedo en la posada conmigo. Pensé que a lo mejor podría saber algo más que me resultase útil, así que era mucho mejor mantenerla cerca. No obstante, apenas salia de su habitación: se quedaba llorando en la cama casi todo el día sin hacer nada y sólo salía cuando era estrictamente necesario, como para comer e ir al baño.

Durante varias semanas, iba a hablar con ella a diario a su habitación cuando anochecía y me contaba sobre su niñez en una lejana ciudad de la cual no había oído hablar nunca o sobre el tiempo que había pasado con sus compañeros y los planes que tenían para el futuro. También hablaba sobre encontrar la forma de llegar a Old World, un legendario lugar del que sólo se hablaba en leyendas: se decía que aquel era el hogar de los humanos antes de la gran guerra... Pero esa era otra historia que no tenía importancia.

Pasaron los días y no ocurría absolutamente nada. Poco a poco se acercaba la fecha del encuentro que el antiguo grupo de Fera tenía planeado en Garanfill con Astaroth para compartir experiencias y eso me preocupaba: debía llegar allí para conseguir información, pero no podía irme sin más y dejar a Fera sola durante tanto tiempo, ya que entonces podría sospechar algo... Así que llegué a una conclusión: necesitaba deshacerme de ella.

Para evitar más retrasos en mi plan, tomé una decisión: la mataría ese mismo día, de forma rápida e indolora. Durante toda la tarde estuve pensando en cómo acabar con su vida, y al final opté por levarla al bosque y hacerle tomar una pequeña dosis de veneno alucinógeno, lo suficiente para hacerla quedar inconsciente, y entonces apuñalarla hasta la muerte. Luego escondería el cadáver.

Además, matándola de esa forma ganaría un poco de experiencia, y yo necesitaba urgentemente subir de nivel, puesto que el resto de héroes seguro que ya me habían sacado mucha ventaja.

Ya estaba anocheciendo, así que decidí que ya era hora de comenzar mi el plan: fui hasta su habitación y llamé a su puerta, pero no hubo ningún tipo de respuesta. Volví a llamar, pero el resultado fue exactamente el mismo que el anterior; así que decidí abrir la puerta.

Al instante, un fuerte olor a sangre inundó mis fosas nasales, y me encontré a Fera tirada en la cama con un tajo en el cuello. Rápidamente entré en la habitación y observé mi alrededor: había un cuchillo al lado de su cuerpo y una nota sobre la mesa. Sólo con ojearla rápidamente vi que era una nota de suicidio en la que decía que no era capaz de vivir sin sus compañeros y me daba las gracias por todo lo que había hecho en los últimos días.

Me acerqué a Fera y puse suavemente mis dedos en su cuello... Pero no había pulso y su cuerpo estaba frío: no había nada que hacer.

Bajé rápidamente por las escaleras y avisé a Shinra de lo sucedido.

— ¿Es que no podías llevarla a otro sitio para matarla? —me riñó.

— ¡Yo no he sido! —respondí indignado—. La verdad es que lo iba a hacer hoy... ¡Pero tenia pensado llevarla al bosque para que nadie lo viera!

Shinra se masajeó el puente de la nariz para relajarse.

—Está bien: de todos modos, deberíamos ir a avisar a los guardias lo antes posible.

Yo asentí y me quedé allí esperando a que los guardias llamados por Shinra llegaran. En cuanto hicieron acto de presencia, se dedicaron a interrogar a todos los presentes lo que quedba de noche. La verdad es que los guardias no me prestaron demasiada atención... quizás vieron que no estaba de muy buen humor y por eso en cuanto me hicieron un pequeño interrogatorio me dejaron en paz, y al fin y al cabo, esa era la verdad: me molestaba mucho no haber podido conseguir experiencia, si seguía así sería el héroe más débil de todos y eso no podía permitírmelo. Y bueno, quizás me sentía un poco triste porque Fera se hubiera suicidado: había estado sufriendo durante semanas para después acabar con su vida de esa manera... ¡Pero qué digo! ¡Ella era sólo una forma de obtener información sobre Astaroth y los demás y no debía sentir pena por ella!

I'm (Not) A Hero (Pausada Hasta Nuevo Aviso) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora