XVI

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Capítulo 16.

No sé lo que sea el amor, aún recuerdo cuando iba a la iglesia de niño con mis padres y nunca fui de aquellos que se aprendió la biblia del pie a la letra, pero me recuerdo de unas citas exactamente.

"El amor es paciente, es bondadoso. El amor no es envidioso ni jactancioso ni orgulloso. No se comporta con rudeza, no es egoísta, no se enoja fácilmente, no guarda rencor. El amor no se deleita en la maldad sino que se regocija con la verdad. Todo lo disculpa, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta". Y desde niño me lo prometí, encontrar un amor así. Y no lo encontré, encontré algo mucho mejor; a Blake.

¿Sentiré amor con Kisha? Nunca fui bueno expresando amor...

Mi lenguaje era con acciones.

Entonces el amor era una acción, era cuidar, velar por esa persona. Se necesitaba paciencia para construir algo hermoso y que probablemente pueda destruirse, pero con bondad podía reconstruirse nuevamente porque el amor era base. El amor no se jacta, las palabras no bastan. Actos de servicio, compartir la vida, desde las alegrías hasta las tristezas. El amor era una flor, las flores no son débiles, pero crecen con agua y sol.

El amor no puede guardar rencor, te hace perdonar fácil y hablar con la verdad y prudencia.

El amor era fe, en creer en las acciones y palabras de la otra persona.

Y cuando dice que el amor todo lo soporta, es la acción más difícil de todas. Era soportar la adversidad, los obstáculos que se pueden presentar.

Alguien alguna vez me dijo que este pasaje podría interpretarse para aguantar maltrato pero si lastimas con palabras o golpes a quien amas, realmente no la amas, es obsesión y control. Los errores que soporta el amor verdadero, son aquellos que cometemos como humanos pero estamos dispuestos a redimir y cambiar. Por amor cambiamos, por amor reconocemos nuestros errores.

El amor... debía ser sin condición.

Ibiza, España. 31 de diciembre 2016

—Sh, pequeña. Ya pasará. ¿Sí? —desde el marco de la puerta, miraba como Kisha le mecía a Emma de un lado a otro mientras trataba de calmar su llanto, mi madre estaba a mi lado sonriendo.

—¿Sabes cuándo fue la primera vez que vi esa mirada en ti? —miré a mi madre de brazos cruzados y ella sonrió.

—Cuando me hablaste de Blake por primera vez, la segunda cuando me dijiste que querías pedirle matrimonio, la tercera vez fue cuando salimos de la primera ecografía del bebé, y la cuarta... pues velo tú mismo —me dio un espejo pequeño y ya sabía a lo que se refería.

—¿Tú crees...— no me dejó terminar la frase y me guiñó un ojo.

Muchas veces ser madre soltera resulta más fácil, la mujer ya trae el instinto, ya lo conoce nueve meses más que el padre. El padre a veces se desmaya en el parto o no puede ver, y allí está la mujer dando todo de sí hasta su último aliento. Pero yo, yo no tenía ese instinto pero si la conexión con Emma.

Me gustaba verle con Kisha, es una de mis imágenes favoritas.

—Tash — susurró mi hija y Lakeisha la elevó en los aires para hacerle caras y Emma dejó de llorar.

—Ves pequeña, no es nada grave. Solo fue un pequeño cólico— besó su nariz y le abrazó con ternura. Yo me acerqué a ella e hice un salto de fe, abracé a Kisha por detrás mientras apoyaba mi mentón en su cuello.

—Solo era un malestar en el estómago, ya sabes, cosas de chicas —susurró ella y yo dejé un beso en su cuello.

—Gracias —susurré—. Odio verla llorar, ella es mi todo.

Hermoso Caos (Beautiful Mess)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora