My Alfa. Book #1. Terminada.

Capítulo 3: Inminente atracción.

— No me matará delante de los niños— solo respondió antes de atravesar el umbral de aquella habitación encontrándose con la familia reunida lo cual le sorprendió un poco, y no pudo evitar recordar aquellas comidas del pasado, las cuales eran casi siempre de esa manera.

Pero esta vez había una pequeña excepción, más grande que el odio que era casi tangible en el lugar, y era los dos gemelos que estaban sentados mirando su comida con desanimo antes de notar la presencia de la castaña y salir corriendo a abrazarla, haciendo conmover a Aaliyah al ver a sus hijos pequeños de nuevo.

— ¡Mami! —gritó la pequeña castaña antes de abrazar a su madre para poco después su gemelo unírsele—. Mami— sollozó.

— No llores Scar, estoy bien...—mintió sin soltarlos, y agradeciendo en silencio que los moretones de sus brazos aún no se formaban, porque llamaría demasiado la atención de los niños, y por lo tanto sus palabras no valdrían de nada.

— ¿Dónde estabas? —reclamó el pequeño Nayden intentando no llorar, lo cual era demasiado pedir para un niño de cuatro años—. Ese hombre nos llevó y trajo a este lugar, creí que...

— Es tu padre Nayd...—intentó comenzar a explicar llamando la atención de los niños, ya que le habían mencionado ese hecho, pero se negaban a creerlo—. Y los chicos que están en la mesa son sus hermanos mayores...

— Lo sé— respondió Scarlett secando sus lágrimas—. Matt y Amy— dijo sonriendo—. Son justo como nos decías que eran...

— La comida se enfría— soltó Miroslav rompiendo la escena de golpe, con ganas de decir algo más, pero no era prudente decirlo delante de sus hijos menores si pretendía ganárselos.

— ¿Nos quedaremos? —preguntó Nayden obviando el comentario de su padre.

— Este es su hogar ahora, así que sí— respondió Mir por ella haciéndola enojar por tal imprudencia y poco tacto de su parte, pero no reflejó en su rostro, sino que se lo guardó para sí misma, antes de sonreírle a los pequeños.

— Ven Scar, siéntate de nuevo conmigo— mencionó la castaña que era casi una viva imagen de su madre, salvando la situación, no por ella sino por sus hermanos pequeños.

— Ve, hablaremos después de cenar— soltó Aaly antes de la pequeña asentir, pero en vez de obedecer a su hermana mayor, tomó la mano de su madre, y la guio junto con su gemelo a la mesa, en donde Matthew arregló todo para que quedaran tres asientos vacíos continuos.

— Hola— comentó Matt en voz baja en cuanto su madre se sentó a su izquierda—. De nada...—añadió sonriendo haciéndole entender de quien era la idea de dejarla ir hacia allá a ver a los gemelos.

Las siguientes casi media hora en aquella habitación no se escuchaba más que el sonido de los cubiertos, ya que ninguno se atrevía a decir algo. Lo cual agradeció Aaliyah ya que solo tenía insultos de su parte para su "querido" esposo. Sin embargo, aquel silencio se volvió incomodo en cuanto terminaron de comer. Haciendo que la castaña se diera cuenta de algunas cosas.

Lo primero y lo más obvio, las ganas de matarla con que la veía Miroslav, y lo segundo que al parecer su hija mayor ahora la despreciaba, o por lo menos eso percibió por las miradas de reojo que le daba. Haciéndola sentir con ganas de intentar de hablar con ella, para pedirle perdón, aunque tal vez eso no sea suficiente.

— ¿Dónde están durmiendo los niños? —preguntó de golpe a Matthew haciéndolo salir de sus pensamientos—. Quiero sacarlos de esta guerra que está a punto de armarse...—explicó haciéndolo asentir.

— Yo te llevo—le respondió antes de ella negar—. Duermen en la antigua habitación en donde se alojaban los hermanos Dewt...—respondió haciéndola casi maldecir por mencionarlos. Aquel era otro punto sensible para su familia.