Capítulo XX || Bufones.

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Esto es una mala idea.

La perversión humana no conoce de límites. La libertad de contenido que es distribuido e inyectado directamente en sus cerebros es netamente asqueroso en cualquier sentido: en cantidad y calidad.

Una cosa es intentar salvar vidas, y otra es ser un sádico que juega a ser Dios. Es diferente darle una nueva tonalidad de esperanza a un ser, a crear una existencia nueva, completamente mórbida y en variantes oscuros, que consumen hasta el más mínimo ápice de luz.

—¿Está listo? —el adolescente granuliento preguntó.

—Debería —respondió el otro—... Lo dejamos todo el tiempo que decía el blog.

Ambos tenían la mirada puesta en un huevo de gallina dentro de un recipiente transparente, dispuesto bajo una lámpara de escritorio. El calor de Astaroth me hizo erguir aún más.

—No —susurró al pararse a mi lado.

Ambos chicos discutían en voz baja sobre el tiempo y las etapas lunares, y en si habían, o no, usado todos los ingredientes que necesitaban. Equivocándose absolutamente en todo.

Asentí con mi cabeza.

—Estos son los más imbéciles del planeta entero. Todos saben que no deben hacer esto, y van ellos y lo hacen —se rió en seco—. Internet hace mi trabajo mucho más fácil.

—Al menos los alquimistas* no eran tan asquerosos —respondí—, y tenían mejores motivos. No como estos bufones*.

—Claro, olvidaba lo condescendiente que eres —negó, bajando la mirada.

—Los estoy juzgando —me reí, levantando mis manos en señal de inocencia.

—¡Que severa eres! —se burló.

La conversación del par de pubertos continúa, sólo que ahora discuten sobre si deberían o no grabar el momento.

—Si funciona, todos tendrán pruebas de que es real —defendió uno.

—Y si no, habremos grabado por nada —contraatacó el otro.

—¿Quién crees que sea el que muera? —preguntó Astaroth.

—Depende de a quién esté conectado.

—Yo creo que será el señor granitos —solté una carcajada.

Los chicos decidieron grabar aquello.

Explican lo que hicieron, o al menos lo intentan.

》El huevo debe estar fresco, para que pueda funcionar. Con la inyectadora, metemos el semén dentro del cascarón y cuando lo sacamos, ponemos la curita*.

—En este caso el semén es el mío —dijo el más bajo.

—Granitos es el que muere, lo sabía —Astaroth susurró, en victoria.

—Ya pasaron los treinta días y vamos a abrirlo para ver si funcionó.

Sacan el huevo de su cajita transparente y con cuidado, retiran la banda adhesiva, y por el pequeño orificio, empiezan a agrietar el cascarón. Un olor putrefacto invade el ambiente, lo suficientemente desagradable como para que Astaroth deje escapar un quejido de asco.

Un pequeño ser viscoso y de color negruzco se arrastra fuera de la membrana interna del cascarón roto.

—¡Mierda!

—¡La puta!

Ambos chicos se exaltan, emocionados. El homúnculo* va en dirección al que es su "padre" y uno de los chicos sonríe de forma perversa. El de granos, para ser exactos.

—Te reto a que te lo comas —dice y abro mi boca en sorpresa.

—Me cae bien este putito —Astaroth se cruza de brazos.

—No me lo voy a comer, eso es asqueroso —respondió el chico ante el reto de su "amigo".

—Marica —dijeron Astaroth y el niño de granos al mismo tiempo.

Como cualquier niño siendo provocado, tomó el pequeño ser entre sus dedos y con expresión de asco, lo introdujo en su boca para tragarlo sin masticar.

Levanté las cejas, esperando.

Cuatro...

Tres...

Dos...

Uno...

Vómito empezó a salir de la boca del chico, bañando todo con sus fluidos intestinales. Desesperado, él intentaba tapar su boca con sus manos para detenerlo, pero salía completamente ajeno a cualquier coacción del chico. Más temprano que tarde, se ahogaría en él y moriría, y su alma se iría directo al infierno por asesinato y por jugar a crear vida, por creerse Dios.

El otro niño solo miraba todo con los ojos muy abiertos, en shock.

—Eso fue divertido, hacia siglos no veía un homúnculo tan repulsivo —se rió Astaroth.

—Yo nunca había visto uno —confesé.

—Se ven mejor que eso, lo juro.

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*Alquimistas: Persona que se dedicaba a la alquimia*-. (no way?!, Ambar, ¿en serio?)

   *-Alquimia: Ciencia empírica que buscaba la panacea universal e intentaba la transmutación de los metales. Se originó en Alejandría y fue transmitida a Europa por los árabes, dónde prosperó en los ss. XII a XVII con Alberto Magno, Roger Bacon, Nicolás Flamel...

*Bufones: Persona que dice o hace tonterías para hacer reír a los demás y resulta ridículo.

*Curita: Banda adhesiva.

*Homúnculo: Humanoide creado a partir de arcilla, piel, sangre, mercurio, y raíz de mandragora. Era usado por los alquimistas como ayudante de laboratorio. Eran una copia fiel de su creador y se alimentaban de la sangre del mismo, por lo que fallecía cuando su amo lo hacía. Recientemente, en Rusia, se dice que fue creado un homúnculo a partir de un huevo de gallina, dando como resultado a una criatura grotesca y tóxica, que falleció a los pocos minutos. No existe evidencia física de la existencia de un homúnculo. Son leyendas basadas en documentos y ornamentos sin mayor pruebas.

Creo que la nota de autor es más extensa que el capítulo, pero es que descubrí eso de los homúnculos y no pude dejarlo ir sin hacer un capítulo sobre ello. En fin, sé que es martes, pero feliz semana.

La Apuesta.Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt