Pésimo Negociante.

5K 294 19
                                    

★Dedicado a anetteacosta52

—Señor ahh~ juro... que si se detiene, me comportaré como usted me ordene.... sólo detengase ahora ~—

Imploré mientras mis palabras se veían ahogadas, el hombre detrás mío sólo restregaba más y más aquel gel mientras de vez en cuando trataba de meter uno de sus dedos, pero sólo metía un poco y luego lo sacaba.

—¿Mi perra está lista ya para sus juguetes nuevos?—

Habló grave, mientras atraía mis muñecas hacia el, causando un ligero dolor en mis hombros, que se hizo presente en un alarido que más bien parecía un gemido de una chica.

—¿Te gusta? Así son todas las putas como tú...—

Respondió mientras alzaba mis muñecas, y pasaba su áspera y gruesa lengua por toda mi espalda, y yo solo me limitaba a moverme para evitarlo, mientras de vez en cuando soltaba una que otra ofenza, que para mi fortuna el mayor no lograba escuchar.

—Nhg~... detengase señor... Duele~—

Sollocé para luego sentir como se me era colocado una especie de pelota en mi boca, con el fin de evitar que siguiera hablando, sabía para qué era, pues en varias películas para adultos que había visto se usaban estas cosas para sodomizar a las mujeres.

—¿Listo? ¡Aquí voy!—

Gritó, y sin previo aviso adentró en mi uno de esos aparatos, dolía como si algo en mi interior se hubiera desgarrado, rogaba por que así fuera, pues si tenía suerte el hombre me dejaría en paz.

—¡Ah!~ Joder, hijo de las remil putas, me duele coño~ ¡carajo!—

Maldije como pude, no era un hábito en mi el hecho de decir malas palabras.

—¿Con que a mi putita le gusta hablar sucio? Bueno, así es como me gustan las perras, sucias y que les guste ser tratadas como lo que son; solo una apertura por la cual puede pasar mi verga.—

Habló, yo lloraba, me sentía devastado, ¿Cómo es que sus palabras dolían tanto? ¿Ese es el hombre al que alguna vez ayudé?.

—Bueno, como la puta que eres, supongo que estás impaciente por que te la meta ¿No es así?.—

Preguntó, y de un solo tirón sacó el dildo y así como lo sacó, fué como metió su pene dentro de mi, y si tan solo el dildo dolía, el miembro del otro eran un completo infierno.

Recién llegado, recién secuestrado y próximamente torturado.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora