44. Es un combate

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Narra LIA

Me levanto de la cama de un salto, preparada para la semana. La tensión es palpable entre Chris y Dawn pero por lo menos creo que podría decirse oficialmente que el grupo vuelve a unirse.

-¿Soy el único que se ha dado cuenta de que las tostadas están malísimas?- se queja Homer engullendo un buen trozo de un mordisco.

-Yo más bien diría que eres el único que come tantas como para robarnos la oportunidad de probarlas- responde Chris aburrido pues él ya ha terminado de comer.

Al otro lado de la mesa Jared y Dawn no comen, solo se dedican a juntar sus manos y a hablar de esa forma tan extraña en la que se comunican.

-Por dios, parecen dos enfermos- comenta de nuevo el chico.

-Es bonito- añado sin quitarles la vista de encima.

-No más bonito que el llamativo sujetador que te has puesto hoy, si sabes que la camisa es blanca ¿por qué narices te pones uno negro?- salta Chris con su habitual tono burlón, sin embargo, creo que poco a poco voy detectando ese destello de jugueteo en sus ojos.

-Pues para que lo mires tú no, claro está- sus pies buscan los míos por debajo de la mesa y yo tengo que hacer esfuerzos sobrenaturales por no sonreír instantáneamente.

-No, no, descuida, todo el internado lo habrá visto ya.

-Igual deberías dejar de mirarme las tetas y ocuparte más de tu plato- digo soltando una carcajada al percatarme de que su tenedor esta intentando pinchar algo fuera del plato.

Homer sonríe de medio lado algo dudoso dirigiendo la vista primero a uno y luego al otro.

Al poco rato Hunter, que ya se había pasado por otras mesas antes, llega a la nuestra.

-Venga chicos, ya va siendo hora de que vayáis a clase- hoy traía el tono de preceptor puesto así que, yo por lo menos decidí obedecer y no llevar la contraria. Además había algo en la forma en la que miraba a Dawn que no me gustaba nada, olía a problemas.

Los demás me imitaron y fueron recogiendo sus cosas.

-Tú, Stewart, ¿Te importaría quedarte un momento?- las miradas de todos nosotros navegan desde el rostro de la chica hasta el de Jared. Ella también le echa un vistazo antes de contestar simulando estar distraída subiéndose las medias hasta las rodillas. Conozco tan bien a Dawn y sin embargo es casi imposible que evitar que se me pasen desapercibidas ese tipo de cosas, de hecho, si algo sabía hacer bien la chica, eso era mentir. Jared y Cole solían contarnos aquella historia miles de veces, cuando un día le preguntaron cual era su mejor característica y respondió con aquello.

Años después, aún sigo descifrando su lenguaje corporal antes de soltar una trola.

-Tengo clase en cinco minutos- juzga ella cortante.

-Y nosotros tenemos que hablar- suspira Hunter claramente conteniéndose, la frase provoca una tensión notoria en la espalda de Jared.

-No nos permiten hablar en clase- prueba Dawn al tiempo que se adelanta para salir del comedor, no obstante, Hunter le cierra el paso rápidamente.

-Tengo la impresión de que me evitas y no me hace ninguna gracia- todos nos damos cuenta de como trata de controlarse Jared para dejar espacio a Dawn. No sé si solo yo encuentro el tono de Hunter muy familiar, me recuerda a cuando nos juzgaba por venir de un reformatorio.

-Bien, no te preocupes, justo en el momento en el que me importe lo más mínimo el hecho de que algo no te haga gracia, te buscaré- está claro que a nuestra amiga tampoco le gusta el matiz de la voz del preceptor.

DescontroladaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora