Beso.

424 53 2
                                    

El desfile terminó con los aplausos de todos los presentes, MinhYuk y HyungWon agradecieron con una reverencia y después de otras pequeñas entrevistas llegaron con nosotros. Abracé a HyungWon –el único de nosotros que no había cambiado físicamente– ya que no lo había visto en por lo menos un mes, él y WonHo estaban en Japón.
—¡Estaba tan nervioso! —dijo el más alto—, quizá firmemos otra vez con...
MinHyuk me apartó de los demás antes de que HyungWon terminase de hablar y me llevó a la parte trasera del escenario, donde estaban quitando y desarmando todo. La curiosidad mató al gato y a MinHyuk también; me insistió que le contara acerca de lo que había dicho una hora atrás, ¿cómo empezar? Para mí era fácil pero quizá las personas no entendían cómo te puedes enamorar de alguien que te maltrata física y psicológicamente.

—Sólo pasó —dije luego del silencio—, quizá porque era diferente conmigo o quizá porque el destino lo quiso así.
Cuando miré a donde los ojos del peliblanco estaban viendo, tragué saliva pues recargado en una columna se encontraba Kuyng, observándonos de vuelta.
—Tenemos que irnos a la fiesta, ChangKyun —habló MinHyuk.
Tomé la mano de mi novio entrelazando nuestros dedos, le pregunté sobre qué tanto había escuchado de la conversación, él sólo sonrió y no volvimos a hablar en toda la noche.
Intenté sacar algún tema de conversación durante toda la fiesta pero me rendí cuando volvíamos al departamento, supuse que su extraña actitud se debía a que escuchó toda la conversación que tuve con MinHyuk; si ese era la causa no sabía si seguiría así por mucho tiempo.


Los siguientes días no fueron tan diferentes, de vez en cuando Kuyng contestaba a mis preguntas con simples movimientos de cabeza, cuando yo llegaba cansado del trabajo y él lo notaba respondía "sí" o "no", y eso era todo. Extrañamente se le quitó el apetito sexual, lo cual fue lo más extraño ya que él la mayoría del tiempo estaba tocándome, decidí dejarlo pasar. Pensé que sería sólo un capricho.

* * *

El auto rojo apareció detrás de nosotros, a una distancia considerable, esperaba que Kuyng no lo viese.
Al llegar al restaurante no soporté más y le pregunté al rubio lo que le sucedía, le dije que se estaba comportando extraño, a lo cual él sonrió y dijo:
—Lo siento, no era mi intención incomodarte.
Besó mi mano y después todo, como arte de magia, volvió a la normalidad. Mientras Kuyng platicaba sobre cosas que habían pasado en su trabajo, mi vista se dirigió hacia donde estaban los baños –pues la sensación de estar siendo observado hizo mella en mí–, me sorprendió ya que sólo las personas que tenían reservaciones podían entrar el restaurante, y dudaba que Shownu consiguiese una.
—Tengo que ir al baño —dije y no esperé a que Kuyng dijera algo, atravesé el largo pasillo que tenía cuadros de Van Gogh y Edgar Degas; algunas de esas pinturas me parecían interesantes pero otras eran, a mi parecer, muy feas. Seguí caminando hasta entrar al cuarto de hombres, me encontré a Shownu recargado en la pared de mármol gris.

—¿Cómo entraste? —fue lo primero que pregunté. Como la mayoría de los cubículos estaban cerrados me dediqué a revisarlos por si había alguien, afortunadamente sólo estábamos él y yo.
—Fue muy fácil, los chefs y los meseros están más ocupados en hacer las cosas bien para los ricos que en mirar quién entra.
No se acercó a mí pero miraba todos mis movimientos, nos quedamos en silencio mientras me lavaba las manos, estábamos solos y yo no sabía qué hacer. Comencé a sentir que el el baño se hacía más pequeño.
Cerré el grifo cuando Shownu me pasó un pedazo de papel para secar mis manos, miré sus dedos sosteniendo aquel pedazo de color café. Sabía perfectamente lo que estaba a punto de hacer, si estaba mal era algo que no me importaba en ese momento. Le quité la gorra negra y besé a Shownu.

You again [ShowKyun].Where stories live. Discover now