CAPÍTULO 9 ✓

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Me desperté por el ruido de mi alarma.

"¿Por qué diablos suena tan temprano ese aparato?".

Pensé molesta, de seguro fue Joshua con sus estúpidos juegos. Miré la hora y eran las

— ¡7:30 a.m! ¡¿POR QUÉ?!. —grité.—

Me levanté molesta y apagué de un manotón el jodido aparato. Me quité la sábanas de mala gana y me puse mis pantuflas, me levanté de la cama y luego caminé hasta el baño, entré e hice mis necesidades.

Salí y caminé hasta el armario, saqué una camisa de color terracota, unos jeans azules ajustados, un suéter grande de lana color gris y unas Converse blancas, me vestí y me hice una coleta alta y me maquille un poco para luego bajar a desayunar. Aún seguía molesta, odio cuando me despiertan tan temprano y me las pagará el que haya puesto la alerta tan temprano, que por supuesto es el odioso de mi hermano menor.

— Buen día. —dije cortante.—

— Buen día, cielo, ¿por qué estás molesta?

— ¿Quién fue el que puso mi alarma tan temprano? ¡Me desagrada levantarme tan temprano!.

Hablé con un tono algo alto y sentándome de golpe en la silla del comedor.

— En primer lugar;... —habló molesta.— debes aprender a levantarte temprano, dormir hasta las diez es ridículo ya a tu edad, y segundo; baja el tono de voz, ¿quieres? .—alzó una ceja.—

Me callé y miré la mesa, de verdad fue muy estúpido mi berrinche mañanero.

— Perdón, es que... lo siento, madre, no lo haré de nuevo. —bajé la mirada.—

— Muy bien... —la oí suspirar.— necesito que te cambies esa ropa y te pongas otra más elegante, tu padre tiene otra reunión con el nuevo socio y depende de lo que diga hoy, sabremos si te casas o no con Jeremy.

— Vale, de acuerdo y... ¿Jeremy irá también o solo nosotros?.

Me tomé la libertad para mirarla, me sentía avergonzada aún por haberle hablado así.

— Si, Jeremy y sus padres irán también, ellos tienen derecho a saber lo que ocurre con respecto a la boda, desayuna y luego subes a cambiarte, ¿de acuerdo?.

— Si, mamá.

Hablé con la mirada baja, ella desapareció por la puerta del comedor y entró Sahasha.

— ¿Estás bien, cariño?

— Le alcé la voz a mamá y ahora está molesta conmigo, no lo expresó, pero es obvio que lo está. Soy una estúpida, no debí de hacer eso, no tiene la culpa de mis rabietas. —suspiré y la miré.—

— Ay, linda... —dijo acariciando mi cabello.— esas cosas pasan, las peleas entre padres e hijos siempre las hay, después se la pasará, ¿le pediste perdón?

— Si, lo hice, pero sigue molesta.

— No te preocupes, pequeña, ya se le pasará... —dijo con una sonrisa.— ahora, ¿qué quieres desayunar?

— Quiero unas tostadas, jugo y huevos revueltos. Y... ¿Podrías prepararme algo para llevarme a la empresa? Estoy segura de que duraremos casi todo el día ahí.

— Muy bien, ya te lo hago. 

Después de desayunar, subí a mi habitación y me duché otra vez, ya que como acababa de comer huevos no quería ir a la empresa y que mi aroma fuese a huevos con tocino.

LA SIRVIENTA DE LOS GEMELOS STYLESحيث تعيش القصص. اكتشف الآن