CAPITULO 4 ✓

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Me desperté temprano, para ser exacta a las 7:30 a.m, es raro levantarme a esa hora, soy de esas personas que despierta tipo... no sé, ¿9:30 o 10:00?, si, algo así, en fin, me levanté y fui directo al baño, hice mis necesidades y entré en la ducha.

Después de ducharme, cepillé mis dientes y peiné mi cabello, salí envuelta en una toalla y caminé hasta el armario. Saqué una falda blanca de pliegues, un suéter negro con líneas gruesas de color blancas en el centro y unos adidas blancos con líneas negras a sus costados, amarré mi cabello en una coleta de caballo alta y bajé para desayunar, era temprano, así que desayunaria con mis padres. Al llegar a la cocina los encontré desayunando, y al verme entrar se sorprendieron de que estuviese despierta a esa hora, no los culpo, hasta yo me sorprendo.

— Buen día, cariño, ¿qué haces despierta tan temprano?

— Buen día, mamá... —sonreí y besé  su mejilla— es que... no sé, me desperté temprano. —me encogí de hombros—

— Es un buen comienzo, hija, tienes veinte años, deberías de levantarte temprano... ya no eres una niña. —habló mi padre—

— Tu padre tiene razón, por lo menos a las ocho y treinta que te levantes, es buena hora. —sonrió—

— Lo sé, tienen razón, haré lo posible por levantarme más temprano.

— Bien, eso espero... —dijo mostrando una sonrisa, supongo que debe estar seguro de que no lo haré. Me conoce muy bien.— ¿Vas a desayunar con nosotros?

— Si, claro, oye Hash... —giré para mirarla— ¿me puedes hacer unos panqueques?

— Claro cielo, en seguida los preparo.

— Gracias. —le sonreí y ella de igual forna—

( • • • )

Después de desayunar y conversar con mis padres un poco, ellos tuvieron que irse pronto debido a una reunión pendiente. Como siempre. No había tenido un momento así con mis padres de hablar de cosas sin sentido, desde que la empresa de mi padre se volvió más grande y amplia en negocios, ya casi no hablo con él, y cuando lo hago, es porque me regaña o por medio de una discusión. Realmente es muy triste que nuestra manera de comunicación sea sólo en momentos de de ira. Y ni hablar de mi madre, desde que ella se adentró en el mundo de los negocios con mi padre tampoco comparto con ella, bueno, a excepción del día de la cena con mis "suegros", de ahí en adelante son raras la veces que entablo conversación con alguno de los dos. La mayoría de las veces están en sus empresas, en reuniones o de viajes por el mundo arreglando negocios.

Me siento muy sola estando aquí encerrada en ésta enorme casa de cuatro pisos. Poseé una gran terraza, un garage con más de cincuenta carros de todos los modelos y años, una piscina olímpica, un campo de golf, cancha de tenis y esgrima. ¿Y quién rayos necesita eso? Yo no, por si lo preguntan.

Esta casa tiene demasiados pasillos y cuartos, me siento sola y sin nada qué hacer. Quiero salir y divertirme, pero no puedo, mi mejor amiga Brenda se la pasa en la empresa con sus padres aprendiendo lo que "algún día ella manejará". Son muy pocas las veces que ella viene a visitarme o cuando me dice para ir a su casa, y cuando lo hace, es por alguna cena o reunión que hacen mis padres o los de ella. Mis únicos amigos en ésta casa son Joshua y Geraldine, pero en ocasiones les toca estar en l6a empresas.  Al final de todo quién resulta ser mi compañía es Sahasha, ella es como mi nana. Siempre ha estado al pendiente de mi desde que era una bebé, la considero como mi segunda madre.

Después de pasar todo el día pensando y muriendo de aburrimiento, decidí escribirle a Brenda, quizás y corra con la suerte de que me responda si quiera uno de mis tantos mensajes.

LA SIRVIENTA DE LOS GEMELOS STYLESМесто, где живут истории. Откройте их для себя