Reina

Capítulo 16. Katherine y Heathcliff.

-No es por mí que te lo digo, no me haces tonta, sé perfectamente bien el por qué estás aquí, y vas a perder demasiados puntos con Cloe si te dedicas a andarte acostando con todas las chicas de la ciudad, sólo eso. Los rumores corren como pólvora, ya sabes lo que dicen "Pueblo chico, infierno grande".

-No sé a lo qud te refieres, yo sólo vine a conocer la ciudad, además Cloe no tiene que decir nada al respecto porque si mal no recuerdo ella tiene novio.

-Pero a ti no parece importarte ese hecho cuando te le vas encima ¿o me equivoco? Y para que lo sepas, Gabbe no es su novio, o al menos hasta donde sé, porque he estado ausente un tiempo, así que si de verdad quieres una oportunidad gánatela, y no estoy diciendo que hagas votos de celibato ni nada por el estilo, sólo no seas un patán en sus narices.

Me mira como si estuviera diciendo tonterías que no le interesan.

-Gracias por el tip, lo tendré en cuenta- Sonríe y sí, está tirábdome a loca, como vea, yo ya hice mi buena acción del día.

Llegamos a la entrada medio minuto antes de que suene la campana.

-Gracias - me despido de Zac con un beso en la mejilla y salgo del auto con una sonrisa.

En ese mismo instante me topo de frente con la imagen de Alex, y el aire se queda atascado en mis pulmones, todo parece congelarse a mi alrededor, todos me miran, pero yo sólo lo miro a él, y él me mira la sorpresa está impresa en su rostro, pero fuera de eso no puedo descifrar lo que está pensando, quiero correr y lanzarme a sus brazos, quiero gritarle ¡Volví! Y darle un beso, y... Y...

Y nada...

Me quedo congelada en mi sitio. Mi cuerpo no me responde. Y me quedo como boba cuando suena el timbre de la escuela y todos comienzan a irse, veo cómo Alex aprieta su mochila que se encuentra sobre su hombro, se da la vuelta y se va, Jen siguiéndole de cerca con un aire trinfual.

Escucho que Zac baja la ventana a mis espaldas, me giro para enfrentarlo.

-Vamos Fel, tú puedes- me da una sonrisa de ánimo y se pone en marcha.

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Se había marchado, y había prometido jamás volver, me dijo que no la buscara, que no la volvería a ver. Dijo tantas cosas, cosas que me negaba a escuchar, ella no podía irse así de fácil, no después de las últimas semanas, ni después de verme como me veía. Sin embargo, a pesar de mi negación, ella ya no estaba, desapareció y yo no pude hacer nada.

Pasé uno días del carajo, destruí una buena cantidad de cosas, estuve largas horas fuera de su casa esperando a que regresara, hasta que me di cuenta de que ella ya no iba a regresar, y estaba siendo un imbécil llorón por su culpa. Comencé a fingir que no importaba, le dije a todos mis amigos que estaba bien, que mujeres hay a morir y otra serie de tonterías que me hacían sentir como un idiota aún más grande, pero que parecía complacer a los demás. "El mujeriego había vuelto". Me dije a mí mismo que sería como si nunca la hubiese conocido.

Y ahora se encuentra frente a mí, tan... Tan hermosa, tan perfecta, y maldita sea, todo mi sistema se agita en respuesta, se ve jodidamente caliente, pero no sólo eso, no es sólo el físico, es ella, completamente ella.

Quiero tomarla y besarla y besarla hasta que ya no pueda más, quiero reclamarla como mía y no dejar que vuelva a escapar nunca más, pero no es mía, y no tengo derecho a hacer con ella todo lo que ahora mismo deseo con todas mis fuerzas.

Entonces la realidad cae sobre mí cono un balde de agua fría, ella jamás va a ser mía, es uno de esos amores imposibles que únicamente se te permite mirar pero nunca tener, y veo al chico que viene conduciendo su coche, no puedo distinguirlo muy bien, pero estoy seguro de que no es su tío. Aprieto mis puños y puedo sentir a mis nudillos ponerse blancos.