Capítulo 34

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-Me tengo que ir.

A segundos de que mis papás estuviesen frente a mí, salí corriendo y me metí en la parte de atrás de la iglesia.

Iba con una chaqueta azul de jeans, Metí ahí un sobre de coca por si lo necesitaba en algún momento.... Como justo ahora.

Me dio terror tener a mi padres así, escuchar a William Abbott dandome un sermón apocalíptico y a mi mamá casi inmóvil del miedo a su lado.

-¡Lisa! ¿¡Cómo te escapas así!?
-Es que no podía verlo...

Temblaba, temblaba de tan solo pensar en lo que podría llegar a hacer ese hombre enojado, yo me escapé de sus garras, y estoy completamente convencida de que él no lo tomó nada bien.
Saqué el sobre y lo abrí, pero lo pensé bien, no quería estar acelerada en medio de una misa, así que guardé la coca y saqué un poco de hierba.

-La necesito...- Dave me quedó mirando.
-Está bien, ¿volveremos?
-¿A la ceremonia?
-Aun no llega la novia de tu hermano, creo.
-Bien, ¿tienes pipa?

Me estiró su pipa y fumamos hierba detrás de la iglesia.

-¿Estas bien Liz?
-Estoy como la mierda, necesito evitar a mi papá como sea.
-Tranquila, vamos, nos sentaremos al final.

Para cuando entramos a la iglesia la ceremonia ya había comenzado, estaban todos ordenados y sentados.
Dave y yo nos sentamos en casi la última fila.

El matrimonio es una real mierda, pero Bart y toda la maldita gente en la iglesia se veían muy conmovidos, y bueno...si él estaba enamorado, nada que hacer.
Al parecer Dave notaba mi nerviosismo, porque tomó mi mano durante casi todo el tiempo que estuvimos ahí, me acarició la piel con sus dedos, tiernamente.

-¿Tengo algo en la cara? -susurré, Dave me miraba hace mucho rato.
-No, no, disculpa.

Me mataba como se veía, traía jeans negros y ajustados, sus típicas zapatillas de caña, una camisa color crema que mi tía Donna le prestó y su chaqueta de cuero, creo que moriría en cualquier momento.

La mierda esta era interminable, sentía que habían pasado mil horas y aun ni siquiera decían esa mierda del "acepto".
Apoye mi cabeza en el hombro de Dave, sentí su delicioso aroma y no pude resistirme a darle un pequeño beso en el cuello.
Se quedó en silencio, me soltó la mano y se acercó a mi oído.

-¿Cuánto crees que dure esta mierda?
-No lo sé....
-Porque...podríamos...esperar en la camioneta...

Mierda, ahí estaba el momento, el momento de la insinuación, esa invitación sutil que no significa ni una sola cosa más...

Uno de los efectos primordiales de la marihuana, es que agudiza tus sentidos, todo se siente mucho más, absolutamente todo. Un pequeño beso podría haber encendido a Dave como nada más en el mundo, así como sentí ese calor en todo mi cuerpo cuando me dijo que esperáramos en la camioneta.

-Sí...

No se qué mierda debería pasar después de la ceremonia, pero me importaba una mierda.
Salimos silenciosamente mientras en sacerdote seguía hablando sin aun decir ni una de las jodidas palabras de las películas.

Ya era de noche, nuestra camioneta estaba estacionada en un rincón y no era para nada probable que alguien llegara o algo así.
Comenzamos a besarnos incluso antes de abrir las puertas de atrás, Dave me tenia tan apretada contra el vehículo, que comencé a sentir helada toda la espalda, aunque el calor me invadía el resto del cuerpo.

Abrimos la puerta de atrás y caí de espaldas justo encima del sillón, Dave cerró la puerta y totalmente a oscuras comenzamos a besarnos frenéticamente, sin descanso.

Addicted To Chaos [Re-subiendo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora